Conflicto en Oriente Próximo

China condena el asesinato del líder de Hamás y exige respeto a la soberanía iraní

Muere el líder político de Hamás en un ataque atribuido a Israel

Ismail Haniyeh: ¿Quién es el líder de Hamás muerto en Irán?

El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich el pasado febrero.

El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich el pasado febrero. / / MATTHIAS SCHRADER / AP

Adrián Foncillas

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China ha condenado el asesinato del líder de Hamás y defendido el derecho iraní a su soberanía en una conversación telefónica entre los dos ministros de Exteriores. La muerte en atentado de Ismael Haniya, ha afirmado Wang Yi, dificulta los esfuerzos para la paz en una zona ya suficientemente convulsa. No parece idóneo durante unas conversaciones de paz matar a la parte negociadora contraria.

 "China se opone firmemente y condena con fuerza el asesinato, que supone una seria violación de los básicos principios de las relaciones internacionales, una grave ruptura de la soberanía, seguridad y dignidad iraní y una directa alteración en las negociaciones para conseguir el alto el fuego en Gaza que impacta en la paz y estabilidad de toda la región”, le comunicó Wang a su homólogo, Ali Bagheri Kani, según la trascripción publicada por el Ministerio de Exteriores chino. Hamás e Irán han culpado del ataque a Israel, que no lo ha asumido ni negado pero había anunciado su voluntad de matar a todos los líderes de una organización que califica de terrorista. Esta ya ha prometido venganza. El pronóstico de una escalada de tensión ha aconsejado las alertas de seguridad chinas en sus embajadas de Irán y el Líbano.

La llamada fue el primer contacto sino-iraní desde que Haniya fue asesinado el 31 de julio en Teherán con una bomba o un misil teledirigido, según las fuentes, en una residencia custodiada por la Guardia Revolucionaria. El líder de Hamás había sido visto por última vez horas antes en la toma de posesión del nuevo presidente iraní, Masoud Pezeshkian, quien pretende el levantamiento de las sanciones occidentales por su programa nuclear.

La prioridad ahora, sostuvo Wang, es que todos implementen las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Irán ha respondido que está comprometido a la paz regional pero que tampoco le parece irrelevante la defensa firme de su soberanía nacional e integridad territorial. Un asesinato en su capital, entiende, vulnera ambas.

Papel mediador de China

El contacto telefónico forma parte de la campaña china por acercar a todas las partes en un alto el fuego. La semana pasada ya habló Wang con los ministros de Egipto y Jordania. Irán confía en que el peso chino pueda engrasar el proceso en una zona a la que su diplomacia ha prestado una especial atención en los últimos tiempos. Pekín apadrinó el mes pasado un acuerdo entre todas las facciones palestinas que se han discutido su control durante décadas, especialmente Hamás y Fatáh, para formar un Gobierno interino de reconciliación nacional que gestione Gaza tras la guerra. El pasado año, en una región de tradicional influencia estadounidense, ya había acercado a Irán y Arabia Saudí, dos tercos rivales.

 En las relaciones sino-iraníes no han faltado los reproches. El volumen chino de comercio e inversiones es mejorable. Los objetivos del Plan Estratégico de Cooperación, firmado dos años atrás con mucha pompa, están lejos de conseguirse.

Los diversos intereses de China en el polvorín de Oriente Próximo la obligan a un equilibrio diplomático que también irrita a Teherán. Irán llamó a consultas en 2022 al embajador chino después de que Pekín firmara una declaración del Consejo de Cooperación del Golfo que cuestionaba sus reclamaciones territoriales sobre tres islas en el estrecho de Hormuz. El contexto internacional ha apagado esos lamentos porque ninguna diferencia pesa más que los compartidos lamentos por la hostilidad y las sanciones estadounidenses.