País en crisis

¿Qué está pasando en Bangladés?

La primera ministra de Bangladés dimite en medio de la ola de protestas con un centenar de muertos

Varios estudiantes golpean a un policía con palos durante una protesta en Bangladesh, el 18 de julio.

Varios estudiantes golpean a un policía con palos durante una protesta en Bangladesh, el 18 de julio. / Associated Press/LaPresse

Adrián Foncillas

Adrián Foncillas

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Los disturbios en Bangladés no cesan. La situación se ha cobrado una primera víctima: la primera ministra, Sheikh Hasina, que presentó su dimisión y abandonó el país mientras cientos de manifestantes irrumpían en su residencia. El país, uno de los más pobres del mundo, sigue rumbo al abismo, con los estudiantes tan resueltos a tumbar el Gobierno como este a sofocar las protestas por cualquier vía.

El origen del conflicto

El origen del conflicto

La huida en helicóptero de la ya exprimera ministra, Sheikh Hasina, finiquitó sus 15 años en el poder y abrió una etapa de incertidumbre en el octavo país más poblado del mundo y uno de los más pobres de Asia. Las protestas nacieron el mes pasado contra un sistema de cuotas que reservaba el 30% del empleo público a los familiares de veteranos que lucharon en la guerra de independencia contra Pakistán. Los jóvenes, que lidian con un mercado laboral árido, juzgaron la medida como un regalo al electorado de la Liga Hawami que lideraba Hasina y salieron a la calle. 

Cuando el Tribunal Supremo recortó aquella cifra hasta solo el 5% ya era tarde: los estudiantes pidieron justicia por la reciente mortandad y la dimisión inmediata de Hasina. El centenar de muertos del domingo precipitó su huida a India, desde la que volará a Londres. Al país ha llegado el júbilo sin haberse marchado el caos. Los partidarios de la Liga Hawami son perseguidos y al menos 24 de ellos han muerto en el incendio de un hotel. El país se apresura a borrar su pasado más reciente. La vivienda de Hasina ha sido desvalijada y la estatua de su padre y fundador del país, Sheikh Mujibur Rahman, ha sufrido la ira de los vándalos.

El ejército y los estudiantes

El ejército y los estudiantes

El Ejército ha comunicado que formará un gobierno interino que pilotará el país hacia las elecciones. El general Waker-Uz-Zaman, que ayer comunicó la renuncia de Hasina, ha pedido a los estudiantes que regresen a casa prometiendo que los responsables de las más de 300 muertes de las últimas semanas serán castigados. En las primeras horas se ha mostrado conciliador anunciando negociaciones con los líderes estudiantiles, con los representantes de todos los partidos excepto el de la lideresa depuesta y con el presidente del país, Mohammed Shahabuddin, para pactar el camino.

Pero las fisuras con los movimientos estudiantiles ya han surgido. Nahid Islam, alumno de Sociología de 26 años y su líder más visible, ha anunciado que no aceptarán más gobierno que el que ellos recomienden. “Rechazaremos cualquiera formado o apoyado por los militares”, ha aclarado. Sobre el Ejército recae la desconfianza popular por su acreditada pulsión golpista durante el medio siglo de vida del país. Un rápido acuerdo entre las dos fuerzas es imprescindible para que la paz reine en un país convulso. El Movimiento Estudiantil contra la Discriminación ha demostrado en estas semanas una imprevista fuerza contra un Gobierno que parecía sólido. “Hemos dado nuestra sangre, nos han convertido en mártires, así que nuestra visión de un nuevo Bangladesh tendrá que realizarse ahora”, ha afirmado Islam.

¿El posible salvador?

¿El posible salvador?

El triunfo de la revuelta allana el regreso de Muhammad Yunus desde su exilio parisino. El nobel de la Paz, de 84 años, ha sido reclamado por los estudiantes como consultor del inminente gobierno interino. Yunus ya ha aceptado y volará a Dakka tan pronto concluya su chequeo médico. Es conocido como el “banquero de los pobres” por su política de microcréditos que ha mejorado la vida de millones de menesterosos, especialmente de mujeres, en las últimas décadas.

Yunus fue condenado en enero a seis meses de cárcel por violar la legislación laboral en Grameen Telecom, su compañía sin ánimo de lucro. Sumaba años de árida convivencia con Hasina y muchos vieron en la sentencia una venganza política. Es improbable que los estudiantes compartan el entusiasmo por su figura con los militares, muchos de los cuales fueron colocados por el Gobierno depuesto. Yunus ha descrito la jornada de ayer como “el segundo día de liberación de Bangladesh” tras la independencia de Pakistán en 1971.

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