Violencia de género

La exprimera dama Fabiola Yáñez denunció al expresidente argentino Alberto Fernández por violencia física y psicológica

"No aguanto más esta situación, lo acabo de denunciar", le dijo la mujer a su abogado

La exprimera dama de Argentina, Fabiola Yáñez, junto a Estanislao Fernández.

La exprimera dama de Argentina, Fabiola Yáñez, junto a Estanislao Fernández. / FABIÁN MATTIAZZI / EFE

Abel Gilbert

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La exprimera dama Fabiola Yáñez denunció al expresidente argentino Alberto Fernández por presunta violencia física y psicológica. "Terrorismo psicológico", según la presentación judicial que provoca fuerte impacto en este país. Fernández, cuyo Gobierno concluyó el 10 de diciembre pasado con muy bajos indicadores de popularidad debido a la mala gestión económica, siempre había defendido las políticas de igualdad de género y la promulgación de la ley que despenalizó el aborto como marcas indelebles de su presidencia. Ocho meses después de abandonar el poder, el ultraderechista Javier Milei deshizo el Ministerio de la Mujer y Fernández debe enfrentar el inesperado coletazo de otra investigación judicial por un hecho de corrupción que involucra a su secretaria privada, María Cantero. En su teléfono celular se encontraron las evidencias de los episodios que la exprimera dama terminó por convertir en una denuncia penal. Según el abogado Juan Pablo Fioribello, quien representa a Yáñez, el exmandatario negó las acusaciones y le dijo que "nunca en la vida" le había pegado a una mujer. Más tarde, el exjefe de Estado salió a defenderse. "Es todo falso. Es todo lo que diré. Pero todo lo demostraré ante la justicia".

Fioribello dijo que Yáñez hizo directamente la denuncia desde España, donde reside, pero que había hablado con su clienta, a quien notó "muy angustiada". Siempre según el letrado, ella le dijo: "No aguanto más esta situación. Lo acabo de denunciar", por golpes y amenazas.

El juez Julián Ercolini, quien ha llevado adelante numerosas causas sensibles contra funcionarios de los Gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, tomó cartas en el asunto y ordenó medidas urgentes de "restricción y protección" en favor de Yáñez.

Los indicios de situaciones de violencia en la misma residencia presidencial surgieron de las conversaciones privadas entre la exprimera dama y Cantero, en junio pasado. De acuerdo con el diario ´La Nación`, además de relatos sobre sucesos puntuales en la memoria del teléfono se encontrarían fotos que mostrarían la existencia de lesiones leves.

La justicia solo podía actuar si había una presentación de la víctima. En su momento, Yáñez se abstuvo de hacerlo, pero este martes obró en sentido contrario. "El cambio de opinión motivará ahora la apertura de una investigación penal, que tramitará por separado de la causa de los seguros, en la que el expresidente está imputado, acusado de haber promovido negocios ilegales para brókeres a costa del Estado", consignó ´La Nación`.

Yáñez conoció a Fernández cuando estudiaba periodismo y fue a consultarlo por un tema relacionado con la escritura de su tesis. Vive en Madrid desde diciembre pasado, donde en principio se había mudado con el exmandatario y el hijo en común, Francisco. En su momento se dijo que Fernández se dedicaría a tareas académicas y una supuesta asesoría en asuntos latinoamericanos al jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez, de cuya amistad ha hecho siempre motivo de celebración. Sin embargo, retornó a Bueno Aires.

Un escándalo precedente

Durante la gestión de su pareja tuvo un bajo perfil que quedó opacado por un incidente político de proporciones. La figura de Yáñez había quedado en el ojo de la tormenta durante los meses más rigurosos de la pandemia por haber organizado su fiesta de cumpleaños en la residencia presidencial burlando todas las medidas de restricciones que agobiaban a la población. Las imágenes de la cena nocturna con amigos y el propio presidente con una sonrisa que ocupaba todo su rostro impactaron en la sociedad y castigaron al peronismo, por entonces en el poder, en las parlamentarias de 2021. Uno de los beneficiarios de esa insatisfacción fue Javier Milei, quien obtuvo el 17% de los votos en la ciudad de Buenos Aires.

Repercusiones

La ex ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, dijo que Yáñez nunca le había comentado lo que sucedía. "Me solidarizo con ella. Como militante feminista siempre estuve del lado de las mujeres y las niñas y siempre creí en sus palabras, sin importar si quien está en frente es Alberto Fernández, ni si estoy ocupando un rol de funcionaria o no. Jamás me encontrarán en otro lugar". Y, en relación con las actuales autoridades ejecutivas añadió: "lo que es inadmisible es que algunos que despotrican contra las políticas de género, que niegan que hayamos bajado los femicidios por dos años consecutivos, que aplauden y festejan el cierre del ministerio de las mujeres pretendan que el rol que tenía era ser la celadora de los comportamientos violentos del presidente o de cualquier otro funcionario. ¿También somos culpables de la violencia de ellos?".

La diputada conservadora María Eugenia Vidal no perdió la oportunidad de un linchamiento general. "Crearon y usaron al Ministerio de la Mujer para cubrir sus propios delitos, mientras Alberto Fernández violentaba a su pareja en la intimidad de su casa. Alberto es un golpeador y el kirchnerismo lo encubrió. De eso no se vuelve".

La ultradercha, que ha hecho de la demonización del feminismo una bandera, prohibió el lenguaje inclusivo en el área estatal y criticó cualquier discurso relacionado con la política de género, ha encontrado en el caso Yáñez una oportunidad de embestir contra Fernández en particular y el peronismo, actualmente oposición, en general. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo que se impulsará un proyecto de ley para que los casos de violencia de género dejen de ser un delito de instancia privada que obliga a que solo la damnificada pueda presentar la denuncia. En adelante, cualquier persona podrá presentarse ante un tribunal y reclamar que se investigue un hecho.