Redes Sociales

EEUU avanza una ley histórica para proteger la salud mental de menores online

El Senado de EEUU da luz verde a un controvertido paquete de leyes que choca con una sociedad polarizada, con las tecnológicas en pie de guerra y que deberá superar el escollo de un Congreso en contra

España, ante el reto de frenar los patrones adictivos de las redes sociales que ponen en riesgo a los menores

EEUU avanza una ley histórica para proteger la salud mental de menores online

EEUU avanza una ley histórica para proteger la salud mental de menores online / France Press

Irene Benedicto

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El consenso bipartidista es un espejismo en Estados Unidos. El Senado ha dado luz verde por unanimidad este martes a un paquete de leyes que podría marcar un avance histórico en la protección de menores en internet. Los legisladores cumplen así un compromiso adquirido ante padres y madres de todo el país que durante meses han acudido a Washington DC para pedir que tomen medidas ante una crisis pública de salud mental de los menores que ha llevado a algunos a acabar con su vida.

Sin embargo, en una sociedad altamente polarizada como la americana, a cuatro meses de unas reñidas elecciones presidenciales plagadas de giros dramáticos de guión, defensores y detractores de este paquete de leyes se han puesto en pie de guerra. Decenas de padres han presionado al Congreso para que apruebe la ley, llevando fotos de niños que, según alegaron, han muerto por exposición a actividades tóxicas en línea. Mientras, la organización sin ánimo de lucro Unión Estadounidense por las Libertades Civiles envió esta semana a un grupo de 300 escolares en sus últimos años de instituto para explicar a los legisladores cómo los peligros que abre esta ley son mayores que su protección. 

De un lado, la esperanza es que las plataformas se responsabilicen del contenido que circula en sus redes. Del otro, la amenaza es que el ciudadano quede a merced de las grandes tecnológicas para decidir qué contenido puede ver online. Y la polémica se politiza: a los conservadores les inquieta que circule contenido sobre el acceso al aborto y lo promueva entre los jóvenes, mientras que a los progresistas les preocupa que los menores transgénero no puedan informarse sobre lo que sus padres o las plataformas les veten, dejándoles todavía más aislados. Entre tanto, la industria tecnológica enarbola la Primera Enmienda para oponerse a un proyecto de ley contra las libertades constitucionales.

Lucro con usuarios menores

Estas medidas consisten de dos proyectos de ley. Por un lado, la Ley de Protección de la Privacidad de Niños y Adolescentes en Internet (apodada COPPA 2.0) prohibiría la publicidad dirigida a menores y la recopilación de datos sin su consentimiento, y daría a padres e hijos la opción de borrar su información de las redes sociales. 

Por otro lado, la Ley de Seguridad Infantil en Internet (apodada KOSA) introduciría un “deber de cuidado” de las redes sociales hacia los menores. Esto incluye la obligación de las tecnológicas a contener el contenido que puede fomentar el acoso y la glorificación de la autolesión. Los ajustes de privacidad y seguridad deberían ser más estrictos por defecto para los menores de 17 años, que también deberían quedar excluidos de ese algoritmo que se ha comprobado conduce a un uso compulsivo.

Los niños no son tu producto, los niños no son tu fuente de beneficios, y vamos a protegerlos en el espacio virtual”, dijo la senadora republicana Marsha Blackburn, que ha promovido KOSA, en una rueda de prensa tras la votación del martes.

Estamos haciendo que “las plataformas sean responsables de los daños que han causado con el diseño del producto y las decisiones empresariales que han tomado”, dijo el senador Richard Blumenthal, demócrata de Connecticut.

Ambas leyes pasaron el primer escollo del Senado con una votación bipartidista poco frecuente de 91 votos a favor y 3 en contra. Sin embargo, tendrán que ser a continuación refrendadas en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos y que se encuentra en receso hasta septiembre.

Silicon Valley Vs. Washington

La polarización social es en parte el reflejo del creciente antagonismo entre la capital política, Washington DC, responsable de la regulación y el orden, y la tecnológica, Silicon Valley, buque insignia de la economía mundial. El movimiento para la regulación de las plataformas comenzó a tomar envergadura cuando, en enero, fueron llamados a rendir cuentas ante el Congreso de EEUU los directivos de las principales redes sociales. En una tensa audiencia, fueron interrogados sobre el contenido tóxico de sus plataformas, sobre la propagación de ideas suicidas entre jóvenes, los trastornos alimentarios y la explotación sexual

Respecto a la propuesta de ley, los ejecutivos de X (antes Twitter) y SnapChat dijeron al Congreso en enero que la apoyarían, mientras que Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta (matriz de Facebook, Instagram y Whatsapp), y el de TikTok, Shou Zi Chew, dijeron que no estaban de acuerdo. 

A modo de contexto, las principales plataformas ingresaron unos 11.000 millones de dólares en publicidad solo procedente de usuarios menores de 18 años en 2022, según un reciente estudio de Harvard. Esta primavera, el cirujano general de EEUU – el jefe operativo del Cuerpo Comisionado del Servicio de Salud Pública del país – relacionó las redes sociales directamente con una crisis de salud mental juvenil.