Política internacional

La reelección de Maduro divide al mundo: China, Rusia e Irán la apoyan, pero es rechazada por EEUU, la UE y gobiernos progresistas latinoamericanos

La señal de alerta más potente procede de Chile o Brasil, con gobiernos de izquierdas que aún no han felicitado a Maduro y exigen un escrutinio independiente

Acto ciudadano en conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado en Chile., al que asistieron, entre otros, los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, de Colombia, Gustavo Petró. o de Bolivia, Luis Arce.

Acto ciudadano en conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado en Chile., al que asistieron, entre otros, los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, de Colombia, Gustavo Petró. o de Bolivia, Luis Arce. / ELVIS GONZÁLEZ / EFE

Abel Gilbert

Abel Gilbert

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Como era de esperar, la disputa venezolana tras reelección de Nicolás Maduro que es avalada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y rechazada por la oposición por falta de transparencia, se reprodujo fuera de su territorio. Maduro contó con las previsibles salutaciones de China, Rusia e Irán, además de las de Cuba, Nicaragua y Bolivia en el frente regional. Esa empatía con el Palacio de Miraflores era preexistente a los controvertidos comicios. La gran novedad política de estas horas no se relaciona con los pronunciamientos de Estados Unidos y la UE que, también de un modo esperado, han pedido un recuento imparcial de las actas que consagraron al candidato oficial. Tiene que ver con las aprensiones, incomodidades y críticas de influyentes Gobiernos progresistas latinoamericanos como Brasil, Chile y Colombia que, con diversos matices, buscaron ser equidistantes del conflicto bilateral entre Washington y Caracas.

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, dijo que Washington tiene "serias preocupaciones" sobre el resultado que comunicó el CNE, y deslizó la posibilidad de que "no refleje la voluntad ni los votos del pueblo venezolano". El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, dijo por su parte que resulta "vital asegurar la total transparencia del proceso electoral, incluyendo el conteo detallado de los votos y el acceso a las actas de votación de mesas electorales". El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, pidió también a través de X "la presentación de las actas de todas las mesas electorales para garantizar resultados plenamente verificables" y respetar "la voluntad democrática" de los venezolanos. Albares también hizo un llamamiento a la calma y el civismo que, remarcó, signaron los comicios.

El ultraderechista Javier MIlei encabezó las expresiones más furibundas de rechazo a los resultados y habló directamente de "fraude". El peso político de Argentina se ha reducido en la región desde la llegada del anarco capitalista. Las señales más relevantes de que la cuestión venezolana es en el mejor de los casos un problema serio las emitió Brasil. El ministerio de Exteriores publicó una nota sobre las elecciones en la que no felicitó a Maduro y, sobre todo, reclama la publicación por parte del organismo de "datos desglosados por mesa electoral". Según el Palacio de Itamaraty, se trata de "un paso indispensable para la transparencia, credibilidad y legitimidad del resultado electoral". El "principio fundamental de la soberanía popular", subrayó la diplomacia brasileña, "debe ser respetado mediante la verificación imparcial de los resultados".

La jugada de Lula

Para Maduro, ese pronunciamiento debió tener un sabor indigesto. En la antesala de los comicios, Luiz Inacio Lula da Silva tomó distancia de las amenazas presidenciales sobre las consecuencias de una derrota en las urnas. Brasil no envió observadores electorales. Pero Lula no quiso romper todos los puentes con quien fue un aliado. Por eso, envió a su asesor en política internacional y exministro de Exteriores, Celso Amorim, quien el lunes aseguró desde Caracas que el Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) seguía supervisando los acontecimientos "para llegar a una evaluación basada en los hechos". Amorim estimó que "es un poco difícil que se proclame el resultado con solemnidad, sin transparencia, sin que estén disponibles las actas". Y añadió: "el CNE ha accedido a facilitar las actas que avalan el resultado anunciado. Tampoco voy a avalar ninguna versión de que hubo fraude". De acuerdo con el excanciller el sistema electoral "no permite manipulaciones". La única "duda", remarcó, es si el total de las actas "corresponde a lo que realmente produjo cada mesa". Sin esa verificación, reconoció Amorim "es difícil reconocer" el resultado.

Es posible que Brasil espere que tomen la palabra el Centro Carter y los enviados de Naciones Unidas, con los cuales Amorim se reunió en privado. A su criterio fue "un grave error que la Unión Europea haya dado razón o pretexto para no ser invitada" por el madurismo a observar la contienda. El Gobierno dijo haber tomado esa medida en virtud de que Europa todavía mantiene sanciones contra el país. "Si la UE (hubiera venido) nada de esto habría ocurrido". Por lo pronto, el asesor de Lula se abstendrá de tomar contacto con María Corina Machado. No quiere que se agraven las relaciones bilaterales, en un punto resentidas.

La posición de Boric

"Las elecciones que generan tanta expectación como esta tienen que ser absolutamente transparentes y verificables, y lo señalaba ayer públicamente", dijo en tanto el presidente chileno, Gabriel Boric, tomando prestadas las palabras de otros impugnadores. El mandatario ha tenido sus fricciones con Maduro por la situación humanitaria en ese país y, también porque el Palacio de la Moneda considera que Caracas no colabora en la investigación del asesinato en Santiago de un exmilitar venezolano que era opositor y vivía en Chile como refugiado. Las elecciones llevaron al novel mandatario de izquierdas a ser más enfático en sus expresiones. Las actas electorales, dijo, "tienen que ser verificadas por veedores internacionales, no dependientes ni partidarios del Gobierno". Hasta el momento, "con la información que tenemos, todavía no se entregan todas las actas que podrían verificar esa elección". Mientras eso no se haga, "nosotros como país nos vamos a abstener de un reconocimiento a lo que ha señalado el Consejo Nacional Electoral". Boric consideró que "hay que hacer toda la presión de la comunidad internacional, de la sociedad civil para que acá haya transparencia, verificación". Para Lula y Boric, Venezuela es en un punto un problema interno por los miles de migrantes que llegaron a esos países. "Cuando uno ve el dolor de millones de venezolanos que han salido al exilio producto de la difícil situación de los últimos años en Venezuela, yo por lo menos, independiente de las posiciones políticas, me siento obligado moralmente a exigir total transparencia en esta elección y, por lo tanto, me parece que salir a hacer felicitaciones es hoy en día apresurado mientras no se entreguen las actas".

Posible declaración conjunta

En Colombia viven más de dos millones de venezolanos que cruzaron la frontera en los últimos años. El presidente Gustavo Petro ha intentado acercar posiciones entre el madurismo y sus adversarios. Llegó a promover una conferencia internacional sobre la situación venezolana. Se trata de un asunto de interés nacional. Petro criticó en su momento la inhabilitación de Machado por parte de la justicia. Se mostró a favor de un pacto entre el Gobierno y la oposición para que la contienda electoral se desarrollara en mejores condiciones de lo que sucedió. Al igual que su colega mexicano, Andrés López Obrador, el presidente se mantenía en silencio el lunes, a diferencia de sus antecesores Juan Manuel Santos e Iván Duque, quienes impugnaron los resultados. Bogotá se sumaría a una declaración conjunta con Brasil y México, según medios de prensa de ese país. A escasas horas de que Maduro festejara su triunfo, tres posibles escenarios se vislumbran en Venezuela si no hay una salida a la nueva crisis: la reactivación del conflicto interno, y, a la vez, el aumento de las sanciones y del torrente migratorio. Tres asuntos que incorporarán otra vez como actores a una parte de la comunidad internacional.

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