En Roma

¿Qué es la vía Apia? La 'Reina de las calzadas' que se extiende entre villas y catacumbas

La Vía Apia entra en la lista del patrimonio mundial de la Unesco

La Vía Apia, declarada por el Comité de la Unesco Patrimonio de la Humanidad

La Vía Apia, declarada por el Comité de la Unesco Patrimonio de la Humanidad / FILIPPO MONTEFORTE / AFP

EFE

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La Vía Apia, declarada este sábado por el Comité de la Unesco Patrimonio de la Humanidad, es la 'Reina de las calzadas' de la antigua Roma, de la que aún se conservan tramos de hasta 2.300 años de historia, además de mausoleos, restos de villas y catacumbas a lo largo de sus 1.200 kilómetros de extensión.

Construida por la voluntad del censor Apio Claudio en el 312 a.C., esta importante vértebra del sistema viario romano unía la capital del Imperio con la estratégica ciudad de Brindisi (sureste de la actual Italia), el puerto más importante del Mediterráneo y punto de partida de la expansión de los romanos más allá de los mares.

El nombre de "Regina Viarum" (la reina de las calzadas), la denominación por el que la conocen los romanos, fue inventado por el poeta Stazio y da testimonio de todos los valores políticos, propagandísticos, culturales, económicos y sociales de esta histórica ruta, de 1.200 kilómetros de extensión en su conjunto.

Dos tramos y carriles

La vía Apia está formada por la Apia Claudia, un primer tramo que llegaba hasta Capua (suroeste), y la Apia Traiana, uno posterior que se levantó desde Benevento (a unos 200 kilómetros al sur de Roma) a Brindisi y que se extiende a lo largo de la costa. Este nuevo tramo fue realizado en el 109 d.C., y está considerado como un plan político y estratégico del emperador "español" Trajano (98 d.C - 117 d.C), por el que recibe su nombre.

La superficie de la histórica vía está formada por "basolato", un material que toma su nombre de las enormes losas hechas con bloques de basalto volcánico que aún se pueden apreciar en algunos puntos de la vía y estaba flanqueada por pavimentos de arcilla y un bordillo de piedra que delimitaba la calzada con el resto del terreno.

La vía contaba con dos carriles en los que podían circular al mismo tiempo y en sentidos opuestos dos carruajes de tamaño estándar de la época.

Un viaje a la Antigua Roma

La que fue en su momento uno de los ejes principales del sistema de comunicaciones del sur del territorio del Imperio es además una máquina del tiempo con la que transportarse a la Antigua Roma a través de las catacumbas, mausoleos y restos de villas que pueden encontrarse en su recorrido.

Su inicio en Roma se encuentra en la antes llamada Puerta Apia, ahora denominada Puerta de San Sebastián, una de las más grandes y mejor conservadas de las Murallas Aurelianas, la estructura defensiva que rodeaba la Antigua Roma.

A su paso se encuentran monumentos como el Mausoleo de Cecilia Metella o la Villa de los Quintili y más adelante ciudades como Ariccia, en la región del Lacio (centro), y Capua, en Campania (sur), donde se esconde un anfiteatro romano, para seguir avanzando hacia el sur a través de los diferentes paisajes de cuatro regiones italianas.

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