Lo que la UE hace por ti

Europa empuja a terminar con la adicción a las redes sociales tóxicas

El Parlamento Europeo pidió en diciembre a Bruselas regulación específica y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha comprometido a abordar el problema esta legislatura

Un niño juega con el móvil de su padre a la salida del colegio.

Un niño juega con el móvil de su padre a la salida del colegio. / EMILIO MORENATTI / AP

Silvia Martinez

Silvia Martinez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En lo que llevamos de año la Comisión Europea ha amenazado a la popular plataforma china de videos TikTok con suspender el despliegue de su aplicación de recompensas TikTok Lite en España y Francia, por considerar que existen riesgos de daños graves para la salud mental de los usuarios, y ha abierto una investigación contra Meta, matriz de dos de las plataformas con más usuarios en el mundo como son Facebook e Instagram, por fomentar la adición de los menores a estas redes sociales. En ambos casos Bruselas ha echado mano de las herramientas que ofrecen las nuevas leyes europeas como la Ley de Servicios Digitales (DSA en inglés). Pero ¿son suficientes para luchar contra el diseño adictivo de las plataformas y los servicios en línea y proteger a los menores o hacen falta más medidas?

Aunque las redes sociales también generan efectos positivos en la sociedad, como una mayor conectividad y accesibilidad, la respuesta del Parlamento Europeo a la pregunta de si son suficientes las medidas actuales es un rotundo no. "La cuestión del diseño adictivo no está suficientemente cubierta en la legislación vigente de la Unión y, si no se aborda, podría dar lugar a un mayor deterioro en el ámbito de la salud pública, con especial impacto en los menores", sostiene una resolución aprobada en diciembre de 2023 por aplastante mayoría y que convirtió al Parlamento Europeo en el primero del mundo en pedir una actuación contra el diseño adictivo.

La moción pide a la Comisión Europea que analice qué iniciativas políticas son necesarias y presente propuestas legislativas contra el diseño adictivo de las redes sociales. Los eurodiputados se hacen eco de estudios que sugieren que el uso problemático de los teléfonos inteligentes sigue en aumento y que muchos menores rara vez se desconectan de las redes sociales, las utilizan constantemente a lo largo del día y se sienten inseguros sin sus teléfonos móviles.

7 horas de media al día conectados

Hasta el punto de que el aumento de los problemas de salud mental en los adolescentes podría estar relacionado con el hecho de que muchos de ellos --los jóvenes de entre 16 y 24 años pasan de media 7 horas al día en internet-- se pasan atrapados buena parte del día en Instagram, Tik Tok, Snapchat o X (antigua Twitter). Los números hablan por sí mismos sobre el calibre del potencial que tienen. Solo Facebook cuenta con más de 3.000 millones de usuarios en todo el mundo, Youtube algo más de 2.500 millones, Instagram y whatsapp unos 2.000 millones y Tiktok algo más de 1.500 millones.

"Establecemos normas para las máquinas tragaperras, pero cada vez que abrimos nuestras aplicaciones, hacemos scroll o actualizamos nuestras redes sociales, ocurre lo mismo en nuestros cerebros. Por eso tenemos que prohibir las características de diseño más adictivas, hacer frente a los algoritmos adictivos e introducir el derecho a no ser molestado", reivindica la eurodiputada holandesa y ponente del informe Kim van Sparrentak.

Comparte la preocupación y el diagnóstico sobre la relación con estos servicios la asociación europea de consumidores (BEUC). "En la actualidad, demasiados servicios en línea están diseñados para mantener a la gente enganchada a ellos. Aunque esto es problemático para todos los consumidores, es aún más preocupante para los niños, que son menos conscientes de los riesgos en línea o menos capaces de autocontrolarse", explica Urs Buscke, responsable legal de la organización. Como otras asociaciones reconoce que la DSA ha aportado "cambios positivos" al exigir a las grandes plataformas en línea que identifiquen los riesgos en el uso de sus servicios y pongan en marcha medidas de protección.

"Tomaremos medidas", promete Bruselas

"Sin embargo, no es lo suficientemente específica y no aborda de manera suficiente el diseño adictivo incorporado en tantas interfaces en línea de las que todos somos víctimas. Por eso necesitamos una actualización de la legislación vigente en materia de consumo que exija equidad digital por defecto y por diseño en todos los sectores", sostiene. El Ejecutivo comunitario ha recibido el mensaje alto y claro y su presidenta, recién elegida para un segundo mandato que arrancará el 1 de noviembre, se ha mostrado totalmente receptiva, hasta el punto de que ha incluido la cuestión en sus orientaciones políticas para el período 2024-2029, negociadas con la gran coalición que formarán esta legislatura populares, socialistas, liberales y verdes.

"Tenemos que hacer más para proteger a los jóvenes. La infancia y la adolescencia es la época en la que se forma nuestro carácter, de desarrolla nuestra personalidad y nuestro cerebro se moldea a case de desencadenantes y emociones. Es una época de asombros desarrollo, pero también de una auténtica vulnerabilidad", reconocía durante el debate Ursula von der Leyen. Bruselas quiere "llegar al fondo del asunto" esta nueva legislatura para responder al que considera "el mayor reto de la década", señala el programa de gobierno. "Creo que las redes sociales y un tiempo excesivo ante las pantallas y las prácticas adictivas han jugado un papel (…) No podemos aceptarlo. Nos enfrentaremos a la plaga del ciberacoso y tomaremos medidas contra el diseño adictivo de algunas plataformas", asegura Von der Leyen que promete también realizar una investigación paneuropea sobre el impacto de las redes sociales en el bienestar de los jóvenes.

En su hoja de ruta no hay plazos ni calendario, pero el compromiso que llega de Europa ante lo que para muchos es una "pandemia silenciosa" es inequívoco: abordar las técnicas "poco éticas" que utilizan las plataformas de internet y tomar medidas ante cuestiones como el deslizamiento infinito de pantalla (llamado scrolling en inglés) pensado para enganchar al usuario de forma intencionada. El Parlamento Europeo quiere directamente que se prohíba el deslizamiento sin fin y la reproducción automática de forma que quede bloqueado tras un tiempo predeterminado.