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Así es la división de emergencias de Exteriores que coordina la repatriación de los españoles de Malvinas

Un avión militar ha salido de Torrejón hacia las islas con un diplomático para coordinar la repatriación de los supervivientes españoles y el cuerpo de los fallecidos

DUBÁI (EMIRATOS ÁRABES UNIDOS), 27/08/2021.- Último vuelo español de evacuación con el personal y colaboradores de Afganistán

DUBÁI (EMIRATOS ÁRABES UNIDOS), 27/08/2021.- Último vuelo español de evacuación con el personal y colaboradores de Afganistán / Ministerio de Defensa

Mario Saavedra

Mario Saavedra

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Aguas heladas y olas de varios metros. El pesquero español Argos Georgia naufragó este lunes en el mar que rodea a las Islas Malvinas (Falkland Islands), un territorio británico de ultramar junto a Argentina. Los 14 supervivientes aguantaron en botes hasta que fueron rescatados y llevados a salvo al puerto de Stanley, capital de las Malvinas. El resto, hasta 27 tripulantes, murieron o se encuentran desaparecidos. En el hemisferio sur es ahora invierno, y en aquella zona las condiciones son muy adversas. Se cree que el barco pudo naufragar tras chocar con un bloque de hielo.

Para traer de vuelta a los seis españoles que han sobrevivido, el Gobierno ha fletado un avión que se dirige ya hacia la zona. Ha despegado de la Base Aérea de Torrejón este viernes a las 11 de la mañana, informan fuentes oficiales del Ministerio. Dentro, además del personal militar, viaja un diplomático de la División de Emergencia Consular del Ministerio de Exteriores, que coordina todo el operativo junto al Ministerio de Defensa.

Si todo sale como está previsto, el avión regresará a España durante el fin de semana. Depende de que las condiciones climáticas permitan el aterrizaje y el despegue. También es posible que el viaje de vuelta se retrase por la necesidad de que los supervivientes españoles declaren ante los investigadores del naufragio, informa EFE.

Los cuerpos de los fallecidos en principio no van a poder viajar en el avión militar, por protocolos del Reino Unido, según las mismas fuentes. Se trata de César Acevedo, el patrón de pesca del barco, y Santiago Leyenda, cocinero principal de la embarcación. En el mar continúan desaparecidos otros cuatro tripulantes, entre ellos dos españoles más.

División de Emergencia Consular

La División de Emergencia Consular del Ministerio de Exteriores es la unidad específica que se encarga de este tipo de casos y de cualquier otra crisis fuera de nuestras fronteras que afecte a ciudadanos españoles. Se activa cuando se produce una situación de cierta dimensión, más allá de las emergencias particulares, que son gestionadas por los consulados. Se coordina con otros ministerios involucrados (Defensa, Interior, Sanidad...).

En el naufragio del Argos Georgia, la labor de la División ha consistido en la activación del operativo consular de seguimiento y la atención a los afectados y a las familias, según informan fuentes oficiales de Exteriores a preguntas de este diario. "El Consulado General en Londres está en contacto con los supervivientes y las familias y está pendiente de que todas sus necesidades estén cubiertas", afirman las mismas fuentes. "Se ha llevado a cabo una importante coordinación con las autoridades implicadas, tanto extranjeras como españolas (incluida Delegación del Gobierno en Galicia y la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima, SASEMAR)".

La coordinación del operativo militar de repatriación se ha realizado tanto desde Exteriores como desde el Ministerio Defensa. En cuanto a la dotación del avión, corresponde al Ministerio de Defensa, que adapta los medios al caso según las características de los heridos o enfermos. Junto a una o dos tripulaciones completas (lo que permite hacer la ida y la vuelta más rápido) se suma, si es necesario, personal de la División de Emergencia Consular y personal sanitario, como ha sido este caso, asegura el Ministerio de Exteriores.

Unidad creada en 2000

“Se trata de un organismo de creación relativamente reciente y que está formado por un equipo pequeño de cuatro o cinco diplomáticos, además de personal que atiende el teléfono central de emergencias consulares”, explica un diplomático en activo con experiencia consular. “Si la crisis requiere más personal, captan gente del departamento de Consulares. Las emergencias consulares de personas concretas se suelen resolver en los consulados. Se activa la División de Emergencia Consular si se requiere una acción más grande y coordinada desde Madrid, como enviar aviones, o si hay un atentado, por ejemplo, en cuyo caso se debe coordinar con Interior y hacer seguimiento de la crisis”.

El ejemplo más reciente de su actuación ocurrió en octubre de 2023, tras los ataques de Hamás en Israel. Se activó la llamada “sala de crisis” de la División de Emergencia Consular. Se puso en marcha un operativo especial para atender a los familiares de los dos ciudadanos españoles que murieron en los ataques y para repatriar a los que se encontraban de viaje, que se vieron afectados por las sucesivas cancelaciones de vuelos. Se fletaron dos aviones militares. Se trasladó a España a 334 españoles y a 95 personas de otras nacionalidades en dos aviones del Ejército del Aire. Una operación similar, pero más compleja por la necesidad de obtener autorizaciones de las autoridades israelíes, trajo a España posteriormente a 187 españoles y familiares palestinos desde Gaza tras el inicio de los bombardeos de Israel.

Las crisis consulares tienden a aumentar con el tiempo. Se viaja más, a destinos cada vez más exóticos y hay más residentes en el exterior. España tiene una red de 178 consulados en el extranjero, además de las Embajadas por todo el mundo. Hay cerca de tres millones de españoles viviendo en el extranjero y unos 15 millones de turistas. 

División de Emergencia Consular

Formalmente, la División de Emergencia Consular es una subdirección dentro de la Dirección General de Españoles en el Exterior y de Asuntos Consulares. El actual director-embajador es el diplomático Antonio Polidura. 

La unidad de Emergencia Consular existe desde principios de los años 2000, pero se comenzó a dotar de más efectivos a partir del tsunami del Sudeste Asiático en diciembre de 2004. La pandemia de la COVID-19 fue la emergencia reciente de mayor impacto.

“La División es una organización que funciona muy bien y sin problemas políticos, salvo cuando deben tomar la decisión sobre el ‘riesgo moral’ de enviar o no un avión a ciertas emergencias”, afirma otro diplomático con experiencia consular en activo.

Según los datos hechos públicos por el Ministerio de Exteriores en 2019, en el equipo trabajan cuatro diplomáticos dedicados a tiempo completo. Hay un vocal asesor, un consejero técnico y un jefe de servicio. Y también cuatro funcionarios del Ministerio de Exteriores que atienden la línea general de emergencias consulares de Madrid (+34 91 000 1249). Desde ahí se reparte el caso al consulado del país que corresponda si se trata de una emergencia personal. España afronta cada año centenares de fallecimientos en el extranjero, detenciones, accidentes o enfermedades graves, decenas de desapariciones, algunos secuestros, retenciones en la frontera…. 

Gestión en frío y en caliente

La División de Emergencia Consular también realiza tareas preventivas. Es la responsable de actualizar las recomendaciones de viaje, que cada viajero debe mirar antes de viajar a cualquier país para saber a qué zonas no debe ir o en cuáles hay que tomar precauciones extra. Es una guía muy comprometida política y diplomáticamente, porque los países pueden sentirse ofendidos o agraviados si se recomienda no viajar allí o se ponen límites. 

La División también es responsable de elaborar en frío los Planes de Emergencia y Concentración Consular, que viene a ser un plan de rescate para cada país que incluye llevar a los ciudadanos españoles a un lugar seguro en caso de crisis.

Es responsable del sistema de racionamiento y del material de Emergencia. También mantiene un registro de viajeros en el extranjero. Y se ocupa de la coordinación con la Unión Europea para facilitar la protección consular de ciudadanos de la UE no representados en terceros países. Es el caso habitual en las repatriaciones, donde un avión español puede traer a italianos o portugueses, y a la inversa. 

Esta es la gestión en frío. En “caliente”, se activa cuando se desata una crisis consular en potencia. Entonces debe decidir si se abre una “sala de crisis”, que incluya en ocasiones la presencia del ministro. Y debe coordinarse con otros departamentos de la Administración del Estado. Entre otros, con la Policía Nacional (por ejemplo con la Unidad de secuestros); con el mando de operaciones de las  Fuerzas Armadas (MOPS); con el departamento de seguridad nacional DSN de Presidencia del Gobierno o con el centro nacional de seguimiento de emergencias CENEM de Protección Civil, todo según escribe el diplomático Juan Sebastián Mateos Paramio.

Fin del aviso de teléfono de emergencias

Los diplomáticos tienen centenares de historias sobre el uso de los teléfonos de emergencias consulares. Uno recuerda cómo en una ocasión una persona desapareció en un determinado país y su pareja llamó para pedir que enviaran el helicóptero de la Embajada. “Por supuesto, no tenemos helicópteros en las Embajadas”, subraya un diplomático. 

El Ministerio de Exteriores quiso optimizar la forma en la que los españoles accedían a las  emergencias consulares cuando viajaban al extranjero. Llegó a un acuerdo con las compañías telefónicas para que enviaran a los viajeros un mensaje cuando aterrizaban en los distintos países. En él se les indicaba los teléfonos de emergencias consulares del lugar en cuestión. Un teléfono al que un diplomático debe estar atento las 24 horas del día los 7 días de la semana.

Pero un viajero español denunció aquel sistema porque consideraba que violaba su privacidad, aunque en realidad el envío de mensajes era anónimo, y se realizaba de forma automática cuando el teléfono del viajero se conectaba a la red de telefonía del país. Los Agencia de Protección de datos le dio la razón y eso terminó con el programa al poco tiempo de comenzar.

Repatriaciones masivas, de Sudán a Afganistán

El Ministerio de Exteriores y el de Defensa tienen bastante bien engrasado el sistema de grandes evacuaciones, que es la emergencia consular por antonomasia. El actual ministro, José Manuel Albares, tuvo su bautismo de fuego recién llegado al cargo con la evacuación de miles de personas de Afganistán tras la caída de Kabul en manos de los talibán en el verano de 2021. 

El Gobierno dio por concluida aquella enorme operación de rescate, coordinada con los países aliados, el 28 de agosto de aquel año, con la llegada a Dubái de los dos aviones A400M procedentes de Kabul con los que España sacó de Afganistán a ciudadanos de a pie, diplomáticos, cooperantes, colaboradores afganos y sus familiares. Un total de 1.900 españoles y ciudadanos de otros países de la Unión Europea y de Estados Unidos. 17 idas y vueltas de los aviones A400M (Dubái-Kabul-Dubái) y 10 vuelos de Air Europa (Dubái-Torrejón). 

Desde entonces, este tipo de operaciones, en las que la división de emergencias es clave, se han repetido con frecuencia: Ucrania tras la invasión rusa en 2022; Sudán tras la toma del aeropuerto de la capital, Jartum, por las fuerzas rebeldes en 2023 o los españoles de Israel y Gaza en ese mismo año, entre otras.