EEUU

Trump se deja ver en la segunda jornada de la Convención Republicana

El expresidente de EEUU llegó a tiempo para escuchar a sus antiguos rivales Haley y DeSantis

El expresidente estadounidense Donald Trump.

El expresidente estadounidense Donald Trump. / Europa Press/Contacto/Annabelle Gordon

EFE

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El expresidente de Estados Unidos y candidato republicano Donald Trump apareció este martes por sorpresa en la segunda jornada de la Convención Nacional de su partido a tiempo para escuchar los discursos de sus principales rivales en las primarias: Nikki Haley y Ron DeSantis. Trump llegó a su tarima por segundo día consecutivo en medio de una gran ovación y todavía con una venda en la oreja derecha por la herida que sufrió en el intento de asesinato del pasado sábado en un mitin en Pensilvania.

El candidato de los republicanos a la Casa Blanca apareció poco antes de que Haley y DeSantis subieran al escenario para expresarle su firme apoyo. Haley, exembajadora estadounidense en la ONU, fue la última rival del magnate neoyorquino en las primarias y, cuando se retiró derrotada el pasado marzo, se negó a respaldar a Trump. Sin embargo, luego cambió de opinión, pidió el voto para el expresidente y liberó a sus delegados para que ratificaran la nominación de Trump en la convención. DeSantis, gobernador de Florida y quien se retiró de la carrera republicana antes que Haley, transmitió rápidamente su respaldo a Trump cuando tiró la toalla, a pesar del desprecio que el magnate había expresado hacia él.

Haley: "Me ha pedido un mensaje de unidad"

La exprecandidata, por petición del expresidente, llegó "con un mensaje de unidad". "El presidente Trump me pidió que hablara en esta convención en nombre de la unidad. Fue una invitación amable y acepté felizmente y empezaré dejando una cosa perfectamente clara: Donald Trump cuenta con mi firme respaldo", añadió.

La exgobernadora de Carolina del Sur y exrepresentante de Estados Unidos ante la ONU fue la ponente más destacada en la segunda jornada de la Convención. "Ahora, mis compañeros republicanos, no sólo debemos ser un partido unificado, sino que también debemos expandir nuestro partido", afirmó Haley, pues es tiempo de "dejar de lado nuestras diferencias y centrarnos en lo que nos une y fortalece a nuestro país".

La exprecandidata aseguró que es consciente de que hay mucha gente que no está de acuerdo con Trump y que ella mismo no lo ha estado en algunas ocasiones, pero que "no es necesario estar de acuerdo con Trump el 100% de las veces para votar por él". "Estamos de acuerdo en la verdad en las necesidades de América, en mantener a Estados Unidos seguro y en que los demócratas se han desplazado tanto hacia la izquierda que están poniendo en peligro nuestras libertades", apuntó.

Haley fue la última precandidata del Partido Republicano en rendirse ante la superioridad de Trump y, antes de que empezaran las primarias y caucus, sonaba como la única aspirante capaz de arrebatarle el trono. Pero no le duró mucho y en marzo, con menos de un centenar de delegados de los 1.215 necesarios para la nominación, abandonó la contienda y dejó a Trump como el único aspirante.

La relación entre Haley y Trump no ha sido fácil. Durante la campaña por la nominación republicana de Trump en 2016, fue una de las personas que más abiertamente rechazó y criticó los comentarios del magnate neoyorquino. Aún así, tras ser elegido presidente, Trump la nombró embajadora de Estados Unidos ante la ONU, puesto que ocupó durante dos años y abandonó en 2018, un movimiento que los expertos interpretaron como una táctica para distanciarse de Trump de cara a su futura candidatura.

Hace solo una semana, Haley anunció que liberaba a sus 97 delegados para que votaran a favor de la nominación de Trump en la convención, que se produjo formalmente el lunes. Todo ello pese a que le costó más de dos meses pedir el voto para el exmandatario. Lo anunció en mayo y dijo entonces que aunque Trump no es "perfecto", las políticas del actual presidente, el demócrata Joe Biden, han sido "una catástrofe".

DeSantis: "Necesitamos a un comandante en jefe las 24 horas"

El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, antiguo rival de Trump en las primarias, también pidió este martes el voto por el candidato republicano porque Estados Unidos necesita a "un comandante en jefe" activo todos los días para liderar el país. En su discurso, el gobernador floridano aseguró que el actual presidente, el demócrata Joe Biden, no es apto para sus funciones. "Nuestros enemigos no actúan solo de diez de la mañana a cuatro de la tarde. Necesitamos a un comandante en jefe que pueda liderar el país las 24 horas del día y los siete días de la semana", reivindicó.

El gobernador, que se retiró de la carrera por la nominación tras los caucus de Iowa, pidió el voto por Trump, quien durante mucho tiempo se mofaba de él con el apodo "mojigato". "Trump ha sido demonizado, perseguido y casi pierde la vida. No podemos dejar que caiga y no podemos dejar que caiga Estados Unidos", afirmó en referencia al intento de asesinato que sufrió el candidato republicano el sábado en un mitin, donde resultó herido en una oreja.

DeSantis ofreció un discurso mucho más ideológico y dirigido a las bases del partido que Nikki Haley, quien apeló a los votantes moderados e indecisos. Reivindicó gran parte de las políticas conservadoras que lleva a cabo al frente de Florida, con críticas a la migración irregular y a la izquierda, a la que acusó de "adoctrinar" las escuelas por hablar de "diversidad, equidad e inclusión". "Hagamos que el que fue nuestro presidente número 45 sea también nuestro presidente número 47", concluyó.

"Otra persona" desde el atentado

La congresista republicana de Florida María Elvira Salazar aseguró este martes que Trump es "otra persona" desde que sobrevivió al intento de asesinato del pasado sábado en un mitin electoral. "El partido se encuentra en un momento muy importante porque el presidente Trump ha cambiado. Se quitó la ropa de uno y se puso la de otro. Es como antes de Cristo y después de Cristo", afirmó en declaraciones a EFE durante la Convención Nacional Republicana en Milwaukee. "Mucha gente cercana a él han notado el cambio. No sé si es espiritual o contemplativo. Ahora es otra persona. Y al ser otra persona, el partido va a ser otro partido", expresó.

Salazar, de origen cubano, opinó que los republicanos deben afrontar las elecciones del próximo noviembre con "un mensaje de unidad y civilidad". "No hay que pelearse con la gente, hay que pelearse con las ideas", sostuvo. La congresista culpó a la Administración de Joe Biden de la subida de precios de los alimentos y la gasolina, y se mostró convencida de que los estadounidenses "le van a pasar la cuenta" el próximo noviembre.

En caso de un regreso de Trump a la Casa Blanca, Salazar afirmó que se encargará desde el Congreso de "recordar al Partido Republicano y a los americanos que Latinoamérica son vecinos" y que Estados Unidos tiene "el deber de seguir siendo el foco de esperanza y democracia" para la región.

Sobre las próximas elecciones en Venezuela, la congresista advirtió a Nicolás Maduro de que "no puede robar las elecciones" a la líder opositora María Corina Machado ni al pueblo venezolano. "Esperamos que el próximo 28 de julio, Maduro entienda que perdió", afirmó Salazar, quien opinó que lo que ocurra dependerá en gran parte del mensaje que salga de la Casa Blanca.

Lula: "Va a intentar sacarle provecho"

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tras reafirmar este martes su rechazo a cualquier tipo de violencia política, aseguró que Donald Trump intentará sacarle provecho electoral al atentado que sufrió el pasado sábado. "Sinceramente creo que Trump va a intentar sacarle provecho a eso. Aquella foto en la que aparece con el brazo erguido... si eso hubiese sido encomendado no saldría mejor", afirmó el líder progresista brasileño en una entrevista a la televisión Récord. "Pero de cualquier forma él va a explotar eso y le corresponde a los demócratas encontrar una forma de no permitir que eso le ayude a conseguir más votos", agregó el jefe de Estado de Brasil, ideológicamente más próximo al Partido Demócrata de Estados Unidos que al Republicano. "Es importante recordar que el ser humano es más emoción que razón. Y por eso se emociona y dice 'voy a votar en el pobrecito'", agregó Lula sobre la posibilidad de que Trump, al que las encuestas ya señalaban favorito para las presidenciales, se beneficie electoralmente del ataque.

El líder progresista, uno de los primeros jefes de Estado en condenar el atentado, aprovechó la entrevista para reiterar su rechazo a cualquier tipo de violencia política. "Es abominable cualquier tipo de violencia. Y no solo contra el presidente Trump sino también la muerte de un alcalde o de un concejal en una pequeña ciudad de interior. Es necesario que volvamos a tener tolerancia", dijo.

Según Lula, en la política actual en todo el mundo, los argumentos pasaron a valer muy poco mientras que lo que prima son las mentiras y las falsas noticias. "Lo que el mundo está necesitando es civilidad en la política. Tenemos que aprender a convivir democráticamente en la diversidad. Nadie me obliga a gustar de ti ni tu estás obligado a que yo te guste, pero tenemos que respetarnos. Tu tienes derecho a tener tu opinión y yo tengo derecho a tener la mía", agregó.

Aseguró que en unas elecciones el que vence gobierna y el que pierde llora y se prepara para las próximas, como le toco hacer a él tras ser derrotado en las presidenciales de 1989, 1994 y 1998. "Nadie perdió más elecciones que yo y estoy aquí, fuerte y con muchas ganas de hacer las cosas correctas. Por eso considero que la violencia es abominable. Cualquier tipo de violencia es abominable", concluyó.

Jerome Powell, al frente de la Fed hasta 2028 si gana Trump

El expresidente Donald Trump aseguró en una entrevista con el semanario Bloomberg Weekly que si gana las elecciones mantendrá al presidente actual de la Reserva Federal (Fed, banco central), Jerome Powell, hasta que termine su mandato en enero de 2028. En la entrevista, centrada casi exclusivamente en política económica, también adelanta que considera al director ejecutivo del mayor banco del país, JPMorgan Chase, Jamie Dimon -una de las voces más escuchadas en Wall Street- como posible Secretario del Tesoro, en este caso en sustitución de Janet Yellen.

Sin embargo, es importante señalar que la entrevista fue realizada antes de que Trump sufriera el atentado fallido del pasado sábado, un suceso que ha sacudido su campaña y el panorama político en el país, por lo que no está claro si sus planes previos a ese día se mantendrán invariables.

Otra de las 'promesas' que Trump hace al periodista que lo entrevista es que bajará 'el tipo impositivo máximo' para empresas hasta un 15%, frente al 21% actual (ya lo bajó del 35% al 21% en 2016), en línea con el tradicional discurso de rebaja impositiva a la actividad empresarial con el argumento de que crea riqueza.

Trump reconoce que en su primer mandato no siempre se rodeó de las personas adecuadas -"Tuve a algunos que no elegiría por segunda vez"-, pero sostiene que ahora la experiencia lo ha convertido en alguien más sensato: "Ahora conozco a todo el mundo, verdaderamente soy alguien experimentado", dice.

En cuanto a la inflación y los tipos de interés, Trump no esconde que se opone a una bajada de tipos -se prevé que podrían bajar en septiembre- antes de las elecciones porque eso daría un empujón a la economía, pero también a la presidencia de Biden: "Eso es algo que no deberían hacer", advierte. Sus ideas para bajar la inflación pasan por fomentar las prospecciones de gas y petróleo -y propiciar así un descenso de los precios de combustibles que tendrá un efecto contagio-, mientras que su discurso antiinmigratorio lo razona con el objetivo de proteger a la población estadounidense, y en especial a la afroamericana, de los salarios a la baja que supuestamente acepta el inmigrante ilegal.

En cuanto al comercio internacional, reafirma su intención de imponer un 10% de tasas sobre cualquier producto exterior, que en el caso de China -su gran obsesión- se dispone a subir hasta el 100% del valor del producto. Dice al periodista, sin aclarar a quién se refiere, que "nos tratan muy mal, pero yo (ya empecé) a cambiar toda esa cultura", apunta.