Conflicto árabe-israelí

Muere la madre de la rehén israelí Noa Argamani con el último deseo cumplido de ver a su hija libre

Última hora de la guerra entre Israel y Gaza, en directo

¿Quién es Noa Argamani, una de las rehenes de Hamás que ha sido liberada?

VÍDEO | Así fue la liberación por parte del Ejército israelí de Noa Argamani, una de las rehenes de Hamás en Gaza

Noa Argamani, rehén rescatada: "No podemos olvidarnos de los que siguen en Gaza"

Noa Argamani, rehén rescatada: "No podemos olvidarnos de los que siguen en Gaza" / VÍDEO: EFE

Andrea López-Tomàs

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En medio de la feroz guerra, sobreviven pocas historias felices. La de Noa Argamani podría haber sido una de ellas, aunque no haya terminado bien. Tres semanas de felicidad apenas ha durado. Esta joven israelí que se ha convertido en una de las rehenes más conocidas del país fue liberada hace menos de un mes en una polémica operación del Ejército israelí en la que murieron 274 palestinos. Los soldados cumplían así el último deseo de su madre Liora: ver a su hija antes de morir. Y así lo ha hecho. Este martes Liora Argamani ha muerto a causa del cáncer cerebral que padeció durante todo el cautiverio de su hija. Antes, consiguió abrazar a su hija Noa de nuevo.

"Por fin volverla a abrazar", así imaginó su reencuentro Liora Argamani, sentada en una silla de ruedas, en octubre, apenas unos días después de que su hija fuera secuestrada por milicianos de Hamás en el festival de música Nova el pasado 7 de octubre junto a otras 200 personas. Una de las primeras preguntas que hizo Noa a los soldados que la rescataron el pasado 8 de junio era si su madre seguía viva. "Como hija única de mis padres, como hija de una madre con una enfermedad terminal, lo que más me ocupó durante el cautiverio fue la preocupación por mis padres", dijo este sábado al romper su silencio en una marcha por el retorno de los rehenes que aún quedan en Gaza tras 20 días en libertad. Es “un gran privilegio estar al lado de mi madre, después de ocho meses de incertidumbre”, celebró la joven de 26 años.

Un tercio de los rehenes muertos

Por eso, Liora Argamani "pasó sus últimos días junto a su hija Noa, que volvió del cautiverio, y su familia cercana", ha anunciado en un comunicado el hospital Icholov de Tel Aviv, en el que también fue tratada la rehén a su llegada a Israel. Durante los últimos meses, después de pedir públicamente la liberación de su hija a finales de noviembre y escribir cartas a los líderes mundiales exigiendo su intervención, Argamani, de 61 años, empeoró. "No sé cuánto tiempo me queda", imploró. "Deseo una oportunidad para ver a mi Noa en casa", dijo. Cuando Noa fue liberada, pudo comunicarse con su madre, quien creen que entendió que su hija había regresado a casa, según explicó entonces el director ejecutivo del hospital Ichilov, Ronni Gamzu, que afirmó que la condición de Liora era “complicada y difícil”. “Durante los últimos ocho meses hemos estado intentando mantenerla en un estado en el que pueda comunicarse”, dijo Gamzu en ese momento.

El caso de los Argamani se ha convertido en uno de los más conocidos tanto en Israel como fuera del país a causa de la condición en la que se encontraba su madre, que se ganó la empatía del público. El vídeo de su secuestro subida en una moto entre milicianos de Hamás se hizo viral aquel trágico 7 de octubre. Sus gritos angustiados y tratando desesperadamente de alcanzar a su novio, que marchaba a pie junto a ella con los brazos atados a la espalda, circularon por todo el mundo. Su novio, Avinatan Or, todavía sigue en cautiverio, como se cree que están otros 116 rehenes israelíes. La operación del pasado 8 de junio, en la que el Ejército israelí logró rescatar a Argamani y otros tres rehenes en el campamento de refugiados gazatí de Nuseirat, arrasando con 274 vidas palestinas a su paso, ha sido la más exitosa de las tropas hebreas en estos casi nueve meses de guerra, en que han muerto 37.900 gazatíes. Se cree que un tercio de los cautivos han perdido la vida por los ataques israelíes o por las malas condiciones de vida y la falta de atención médica impuestas por el asedio israelí.