La izquierda francesa pide el voto en Barcelona bajo el amparo de Ada Colau

La izquierda española y catalana tiende la mano a la apuesta francesa por aglutinar las fuerzas de socialistas, verdes, comunistas y organizaciones de la sociedad progresista bajo la alianza Nuevo Frente Popular, recién fundada para las elecciones francesas que están actualmente en juego. La exalcaldesa de Barcelona Ada Colau ha ‘amadrinado’ esta tarde el acto central de campaña en la sede de Barcelona en Común en la ciudad condal, que ha presentado como “un espacio abierto a la izquierda de todo el mundo”. 

Esta es una semana clave electoral entre la primera vuelta, celebrada el pasado domingo, y la segunda, que tendrá lugar el próximo domingo 7 de julio. España pertenece a la quinta de las 11 circunscripciones electorales en el extranjero, que integra junto con Portugal, Andorra y Mónaco, ya que se escoge un diputado cada 115.000 votantes. La mayoría de estos reside en España, donde se han inscrito cerca de 87.500 personas para participar en estos comicios.

Los franceses residentes en Catalunya, entre la perplejidad y la expectación ante unas elecciones históricas

“Nos preocupa muchísimo que hayan quedado primeros en la primera vuelta”, ha dicho Colau en la apertura del acto, en referencia a la ultraderecha. Este viraje político implicaría “retroceder en valores fundacionales franceses de libertad, igualdad y fraternidad”, la amenaza de “vulnerar derechos humanos” y una regresión de “machismo, homofobia, discriminación y desigualdad”, según la exalcaldesa de los Comunes.

Los franceses en España, a contracorriente

La quinta circunscripción se ha desmarcado de la tendencia nacional: la ultraderecha ha caído fuera de la segunda vuelta para este electorado al quedar en tercera posición – solo los dos primeros se clasifican para la segunda vuelta. Los votantes franceses de España, Portugal, Andorra y Mónaco fueron en su conjunto continuistas con un apoyo mayoritario a Macron (33,68%), dejando en segundo lugar a los de izquierdas, Nuevo Frente Popular (NFP) (26,18%). 

Sin embargo, los resultados a nivel global fueron muy diferentes. La Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen consiguió una victoria contundente e inédita en la primera vuelta de las legislativas en Francia con el 33,15 % de los votos. La coalición de izquierdas del NFP obtuvo el segundo puesto con el 27,99 % de los sufragios y se constituye así en la segunda gran fuerza política. La gran perdedora de esta primera vuelta de los comicios, con el 20,04 %, fue la mayoría ya saliente del presidente, Emmanuel Macron, con su alianza de centro-derecha Reinassance.

Esto deja en la recta final un cara a cara final entre los candidatos Stéphane Vojetta, actual diputado e independiente y Maxime da Silva, del NFP, que estuvo presente en el acto de esta tarde en Barcelona.

“Francia bascula entre una deriva autoritaria sin precedentes y la fuerza que lo puede cambiar todo”, ha dicho Da Silva, que ha presentado a su partido como una alternativa a la “continuación macronista”. Sus prioridades si ganan el domingo incluyen la respuesta a dos grandes crisis, según el candidato: la “urgencia social”, de la educación y sanidad pública, amenazados por la privatización planteada por la ultraderecha, y la “urgencia ecológica”, por la que el actual gobierno no hace nada.

El apoyo de la izquierda española a sus vecinos franceses trasciende a Barcelona. El propio presidente del gobierno, Pedro Sánchez, les ha dado su apoyo en una entrevista en la Cadena SER y el PSOE ha dado su apoyo formal a través de la Internacional Socialista. Los líderes de la NFP en España celebraron su noche electoral en la sede de Sumar en Madrid el pasado domingo. Numerosos líderes de izquierda han dado su apoyo al NFP, incluidos el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; la diputada y secretaria general de Podemos, Ione Belarra; la eurodiputada de Sumar Estrella Galán; la secretaria de Comunicación de Sumar, Elizabet Duval, y el responsable de Antirracismo en Podemos, Serigne Mbayé. 

Así, mientras la izquierda francesa emula el ejemplo de una España más progresistas que su país, la izquierda española elogia la capacidad de sus vecinos de unirse para plantar cara a la derecha. El acto ha concluido con el himno francés de la Marsellesa, que Da Silva ha animado a los asistentes a cantar con tal de reapoderarse de los símbolos nacionales típicamente usados por la derecha y ultraderecha.