GUERRA CON RUSIA

La cumbre de Suiza sustenta la integridad de Ucrania y exige el retorno de los "niños robados"

Zelenski apremia a una "paz justa" en una cumbre bautizada de neutral pero sin Rusia ni China

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, atiende al discurso de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, durante la cumbre por la Paz.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, atiende al discurso de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, durante la cumbre por la Paz. / Michael Buholzer

Gemma Casadevall

Gemma Casadevall

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La cumbre por la paz de Suiza se cerró entre defensas de la integridad territorial de Ucrania y apremios al retorno de los casi 20.000 niños deportados por Rusia, en una declaración que no fue suscrita por una decena de los países asistentes a la conferencia, considerados "cercanos“ al Kremlin. La ausencia de Rusia y de China en la llamada Conferencia por la Paz, con un centenar de países u organizaciones participantes, hacía ya presagiar que no podía ofrecer resultados para el fin del conflicto. Que no suscribieran el documento países que sí asistían, como Brasil, Sudáfrica o la India -del grupo de economías emergentes o BRICS- ni tampoco México, Emiratos Árabes o Armenia deja claro que el camino hacia la paz está aún por trazar. "Estamos en un primer paso, el inicio de un viaje“, sintetizó la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, en la comparecencia final.

Los puntos esenciales de la declaración pactada entre los líderes o altos representantes de los 80 países suscriptores, más organizaciones presentes, sustenta el principio fundamental la integridad territorial de Ucrania, lo que rechaza Vladímir Putin, que exige su rendición y retirada del sur y este del país. "Sin la integridad territorial no hay paz posible“, enfatizó el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, al detallar los contenidos de la declaración. "(Putin) pretende que renunciemos no solo a territorios ocupados, sino incluso a otros del sur y el este bajo nuestro control. Eso no va a ocurrir“, insistió.

La anfitriona de la cumbre por la Paz, la presidenta suiza, Viola Amherd, ay el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

La anfitriona de la cumbre por la Paz, la presidenta suiza, Viola Amherd, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. / URS FLUEELER

El destino incierto de miles de menores deportados

El resto de puntos clave de la declaración final remiten a las garantías de seguridad en las instalaciones nucleares, de tránsito del grano ucraniano, esencial para la seguridad alimentaria global y, en el terreno humanitario, el intercambio completo de prisioneros de guerra. Esencial es también el punto relativo al retorno de los aproximadamente 20.000 niños deportados desde territorios ocupados a Rusia. Se trata de una cifra estimada por Kiev y Washington, que incluye a menores de familias obligadas por la guerra a abandonar sus casas en Ucrania, así como a los aproximadamente 400 que se calcula han sido entregados en adopción a rusos.

"La seguridad nuclear y no impedir el tránsito de la navegación comercial y alimentos es algo que afecta también a países y personas que viven lejos del conflicto“, afirmó la presidenta suiza, Viola Amherd, anfitriona de la cumbre celebrada en el complejo hotelero de lujo de Bürgenstock. Amherd insistió de nuevo en el carácter neutral de esta cumbre, pese a las ausencias destacadas, aunque reconoció la necesidad de implicar a Rusia en una futura conferencia para que "la paz anhelada sea posible“.

"Los niños deben ser protegidos en todo el mundo“, destacó por su parte el presidente chileno, Gabriel Boric, quien citó al respecto otros conflictos, incluido Gaza. Con la presencia del líder latinoamericano en la comparecencia final, junto al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y el presidente de Ghana, Nana Akufo-Addo, se trató de plasmar que la implicación en la búsqueda de una paz no se limita a los aliados europeos de Kiev o a Estados Unidos.

"Que la conferencia haya aglutinado a representantes de tantos países evidencia la preocupación del mundo entero por las repercusiones de un conflicto que arranca de la agresión de Rusia sobre Ucrania“, según Von der Leyen. Para la presidenta de la CE, está claro que "ningún país puede aceptar la rendición que pretende Vladímir Putin“.