EEUU

Hunter Biden, hijo del presidente de EEUU, declarado culpable de tres cargos penales vinculados a la compra de un arma

La condena lleva asociada una pena máxima de 25 años de cárcel pero hay atenuantes para relajar la sentencia

El veredicto es un golpe político y emocional para Joe Biden a menos de cinco meses de las presidenciales

Hunter Biden y su esposa, Melissa, entran en el juzgado para escuchar el veredicto en su contra, este martes en Wilmington.

Hunter Biden y su esposa, Melissa, entran en el juzgado para escuchar el veredicto en su contra, este martes en Wilmington. / MATT ROURKE / AP

Idoya Noain

Idoya Noain

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Tras una semana de juicio y solo tres horas de deliberaciones un jurado de Delaware ha declarado este martes culpable a Hunter Biden, el hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de los tres cargos penales vinculados a la compra y posesión de un arma en 2018 cuando era adicto a las drogas.

El veredicto alcanzado por un jurado popular compuesto por seis hombres y seis mujeres, la mayoría de raza negra y en varios casos con familiares con problemas de adicción, abre la posibilidad de que Biden sea sentenciado a un máximo de 25 años de cárcel y 750.000 dólares en multas. Su falta de antecedentes penales y el hecho de que el arma no se usara para ningún delito violento, no obstante, reduce la posibilidad de que se imponga la pena máxima cuando se dicte la sentencia, un momento que la jueza Maryellen Noreika no ha determinado aún pero que ha informado que habitualmente se produce en los 120 días posteriores a un veredicto.

Golpe político y emocional

La condena en este caso federal representa no solo un golpe para Hunter Biden, que en septiembre debe enfrentar en Los Ángeles otro juicio penal por delitos fiscales, sino también, en términos emocionales y políticos, para su padre.

Se trata del primer juicio penal y la primera condena de un hijo de un presidente en activo de EEUU. Llega el mismo día en que el mandatario tiene previsto hacer un discurso sobre la violencia con armas de fuego y en la víspera de que inicie un viaje a Italia para participar en la reunión del G-7. Pero, sobre todo, el veredicto llega a menos de cinco meses de las elecciones presidenciales, en las que el demócrata se mide con Donald Trump.

El presidente Biden, que la semana pasada en una entrevista aseguró que no utilizaría su poder ejecutivo para perdonar a su hijo.en caso de que fuera declarado culpable, ha emitido un comunicado en el que ha mostrado su respeto por el veredicto. "Seguiré respetando el proceso judicial mientras Hunter estudia si recurrir", ha dicho también.

Marcaba así una clara diferencia con Trump y los republicanos, que han atacado la integridad del sistema judicial tras la condena del expresidente, que ha sido declarado culpable en Nueva York de los 34 cargos penales que enfrentaba en el caso originado en el pago para silenciar a Stormy Daniels.

La campaña del republicano ha emitido un comunicado donde ha denostado el juicio en Delaware como "una mera distracción" de lo que llaman "los auténticos crímenes de la Familia Criminal Biden". Los conservadores acusan al presidente de haber facilitado y obtenido beneficio de ganancias económicas que su hijo Hunter obtuvo en aventuras empresariales en China, Rusia y Ucrania aprovechando la influencia de su padre pero, y aunque han iniciado incluso un proceso de impeachment, hasta el momento no ha conseguido demostrar ningún vínculo del presidente con los problemas legales de su hijo.

"Como padre"

En su comunicado de este martes el presidente Biden se ha expresado "como padre". "Jill y yo amamos a nuestro hijo y estamos orgullosos del hombre que es hoy", ha dicho el presidente refiriéndose a la primera dama, que ha estado presente todos los días menos uno en el tribunal de Wilmington.

"Muchas familias que han tenido seres queridos batallando la adicción entienden el sentimiento de orgullo al ver a alguien que quieres superarlo y ser fuerte y resiliente en la recuperación", ha declarado también. "Siempre estaremos ahí para Hunter y el resto de nuestra familia con nuestro amor y apoyo. Nada cambiará eso nunca", ha concluido.

El propio Hunter Biden, por su parte, ha emitido un comunicado, en el que se ha mostrado "más agradecido" por el apoyo de su familia a lo largo del proceso "que decepcionado con el resultado". "La recuperación es posible por la gracia de Dios y tengo la bendición de experimentar ese regalo día a día", ha dicho, asegurando que está libre de adicciones desde mediados de 2019.

Los cargos y el juicio

Hace solo un año Hunter Biden estuvo a punto de librarse del proceso. Entonces alcanzó un acuerdo con el Departamento de Justicia por el que aceptaba declararse culpable de dos delitos fiscales menores, con lo que podía eludir ir a la cárcel y evitaba también ser imputado en el caso del arma. La jueza Noreika, no obstante, rechazó el acuerdo, tras lo que el fiscal general de EEUU, Merrick Garland, elevó a fiscal especial al principal investigador de Hunter Biden, David Weiss, que acabó planteando los dos casos penales contra él.

En el de Delaware, dos de los tres cargos que enfrentaba el hijo del presidente le acusaban de haber mentido sobre su adicción a las drogas cuando en octubre de 2018 compró un revólver. El primero, que conlleva una pena máxima de 10 años de cárcel, le imputa haber mentido a un vendedor con licencia federal sobre esa adicción y el segundo, con sentencia máxima de cinco años, por haber mentido sobre ese mismo problema en el formulario federal que se emplea para aprobar las ventas de armas de fuego. El tercer cargo, con pena máxima de 10 años de cárcel, se originó al haber mantenido posesión durante 11 días de ese arma obtenida de forma ilegal.

La fiscalía ha logrado convencer al jurado de que el acusado mintió conscientemente sobre sus problemas con las drogas, una adicción que la fiscalía ha probado usando las propias palabras de Hunter Biden en su libro de memorias y varios testimonios. Estos han incluido los de su exmujer; la viuda de su hermano Beau, con la que mantuvo una relación sentimental y una bailarina de striptís que lo retrató fumando crack "cada 20 minutos".

También pasó por el estrado su hija, que al ser convocada por la defensa hizo un retrato esperanzador de la situación de adicción de su padre en los momentos alrededor de la compra del arma. Ese testimonio, no obstante, se desmoronó cuando la interrogó la fiscalía y mostró mensajes de texto donde ella le decía a su padre que la había llevado a su límite.