Conflicto en Oriente Próximo

Dimite el ministro del Gabinete de Guerra israelí Benny Gantz por la gestión militar de Netanyahu

La implicación de EEUU en el rescate de los rehenes israelíes en Gaza genera incómodas preguntas tras la muerte de 274 palestinos

Última hora de la guerra entre Israel y Gaza, en directo

El ex general y ministro del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, anuncia su dimisión

El ex general y ministro del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, anuncia su dimisión / Reuters / Nir Elias

Andrea López-Tomàs

Andrea López-Tomàs

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Terremoto en Israel. El exgeneral y ministro del Gabinete de Guerra Benny Gantz ha anunciado este domingo su dimisión del Ejecutivo de Emergencia creado por el primer ministro, Binyamín Netanyahu. El rival político del líder israelí le ha acusado de interponerse a una "verdadera victoria" por su gestión militar en la guerra contra Gaza, que ha provocado la muerte de más de 37.000 palestinos. Ante este gesto más simbólico que práctico, Gantz abre la enésima crisis política en el Estado hebreo, añadiendo aún más presión sobre Netanyahu. El político favorito de los electores ha exigido que se convoquen nuevos comicios. Los socios ultraderechistas en la coalición que gobierna el país, partidarios de continuar con la guerra hasta el final y no acceder a un acuerdo de alto el fuego que también permita la liberación de los rehenes, ya han pedido ocupar el puesto del exgeneral, aunque Netanyahu probablemente opte por disolver el gabinete de guerra antes que dejarles entrar.

"Netanyahu nos impide avanzar hacia una verdadera victoria; por esta razón, hoy abandonamos el Gobierno de Emergencia, con el corazón apesadumbrado, pero con todo el corazón". Estas han sido las esperadas palabras de Gantz. Hace unas dos semanas, el exgeneral, junto al también exjefe militar y miembro observador del gabinete de guerra Gadi Eisenkot, dieron un ultimátum a Netanyahu exigiéndole un plan que estableciera un claro camino a seguir. Ambos condicionaron su partida este 8 de junio a que el primer ministro presentara un "plan de acción integral" con seis objetivos: devolver a los rehenes a casa, derrocar y desmilitarizar a Hamás en Gaza, establecer un Gobierno alternativo en el enclave palestino, garantizar el regreso de los residentes en la frontera norte, normalizar relaciones con Arabia Saudí y conseguir que todos los israelíes "sirvan al Estado y contribuyan al esfuerzo nacional".

Pero el rescate de los cuatro rehenes este sábado ha retrasado el anuncio de Gantz a este domingo, día que inicia la semana en Israel. La feliz noticia para la sociedad israelí se ha saldado con más de 270 gazatíes muertos y centenares heridos en una operación con bombardeos del Ejército hebreo. Durante la mayor parte del transcurso de la guerra, Gantz ha sido la opción política preferida de los israelíes con un Netanyahu ampliamente impopular al que se acusa como principal culpable de la masacre del 7 de octubre y un perpetuador de la guerra contra Gaza para garantizar su supervivencia política. También los funcionarios estadounidenses lo consideran su interlocutor preferido dentro del gabinete de guerra, por lo que Gantz informó a la Casa Blanca de sus planes de dimitir. Según informan los medios israelíes, en Washington, le dijeron que si bien no tenían intención de intervenir en la política israelí, señalaron el frágil estado de las conversaciones sobre rehenes y alto el fuego, que añadirá más presión estadounidense sobre Netayahu.

Reproches y exigencias

Tras la partida de Gantz y Eisenkot, el primer ministro israelí sólo cuenta con su ministro de Defensa, Yoav Gallant, en el gabinete de guerra. Lo más probable es que Netanyahu opte por cerrarlo y volver a su antiguo método de acción, por el que discute temas de seguridad en un foro limitado antes de las reuniones regulares del gabinete. En este foro se toman las decisiones importantes y luego Netanyahu procede a intentar que el gabinete las apruebe. El gesto de Gantz ha motivado al Poder Judío, formación ultraderechista liderada por el incendiario ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, a dar de nuevo su apoyo a Netanyahu. Ben Gvir se ha comprometido a volver a votar con la coalición en la Knesset, el Parlamento israelí, mientras "no haya un acuerdo [de tregua] imprudente sobre la mesa", cada vez más improbable con sólo Netanyahu al volante.

"Como ministro del gobierno, presidente de un partido y socio principal de la coalición, por la presente exijo unirme a este gabinete para ser un socio en la determinación de la política de seguridad de Israel en los tiempos actuales", ha exigido Ben Gvir, que ha acudado al gabinete de guerra de "excluir y dividir a los principales ministros del gobierno". "Ya no más: ahora, con su dimisión, ya no hay excusa para boicotear y excluir a los socios de la coalición y a los altos cargos de los ministerios", ha dicho en una carta oficial dirigida a Netanyahu. Pese a la pérdida de apoyos sociales al primer ministro y a las constantes amenazas y los tira y afloja de sus socios, su coalición sigue contando con una mayoría de 64 escaños en la Knesset. Gantz, que antes del 7 de octubre estaba en la oposición, fue el único líder que accedió a la petición de Netanyahu de formar un gobierno de unidad nacional en tiempos de guerra, de la que se quedó fuera el líder opositor, el centrista Yair Lapid, que este domingo ha aplaudido el gesto de Gantz.

Mientras las calles israelíes siguen desbordadas de ciudadanos exigiendo que acepten un acuerdo para traer a los rehenes de vuelta, Netanyahu no se amedrenta. "Benny, este no es el momento de abandonar la campaña, este es el momento de unir fuerzas", le ha dicho el primer ministro en la red social X minutos después del anuncio de la dimisión, recordándole que "Israel está en una guerra existencial en varios frentes". Gadi Eisenkot y Chili Tropper, los ministros sin cartera del partido de Gantz, Unidad Nacional, que tambiém formaban parte del gabinete de guerra, han presentado su renuncia unos minutos después. "Nuestra entrada en el gobierno contribuyó a muchos logros", han dicho Eisenkot y Tropper en su carta al primer ministro. "Desafortunadamente, recientemente somos testigos de decisiones tomadas por el gobierno y por ustedes, que no están motivadas por consideraciones nacionales ni hechas por el bien del país; las consideraciones políticas y extranjeras han invadido en la sala de discusión e influyen en quienes toman las decisiones", se lee en la misiva.