Política migratoria en Alemania

Scholz promete expulsar a "criminales" a sus países de origen en pleno impacto por los ataques con cuchillos

Alemania, en busca de la "máxima seguridad posible" ante una Eurocopa de alto riesgo

Scholz prepara una ley para agilizar la deportación de inmigrantes irregulares

Olaf Scholz, canciller de Alemania

Olaf Scholz, canciller de Alemania / Michael Kappeler/dpa

Gemma Casadevall

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"Quien mata a un policía afrontará la más dura condena", prometió este jueves el canciller Olaf Scholz ante el Bundestag, el Parlamento federal. Ello implica la "expulsión al país de origen, sea Afganistán o Siria", añadió. Con ello aludió directamente al afgano de 25 años que el pasado viernes mató a cuchilladas a un policía de 29 años y dejó heridas a seis personas en un mitin islamófobo de Mannheim.

Las imágenes del ataque, con el agresor acuchillando al agente en el suelo, han impactado al país. Suleiman A., el atacante, llevaba diez años en Alemania y no estaba fichado como peligroso, pero había visto rechazada su solicitud de asilo. Alemania no ha expulsado a nadie a Afganistán desde que los talibanes tomaron el poder, en 2021.

Desde 1990, Alemania ha acogido a unos 420.000 afganos, unos 100.000 de los cuales llegados en los últimos dos años. La declaración de Scholz es un desafío para los Verdes, sus socios de coalición junto a los liberales, que recuerdan las dificultades de ejecutar una expulsión en esas condiciones. "Ni criminales ni potenciales terroristas tienen cabida en nuestro país", sentenció Scholz.

A pocos días de las elecciones europeas, las presiones sobre Scholz vienen tanto del impacto dejado por el vídeo del ataque como de las críticas tanto del bloque conservador como de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), primera y segunda fuerza respectivamente en intención de voto. Se le recuerda a Scholz que en octubre anunció deportaciones "masivas" de extranjeros a los que se rechazó como asilados y sin perspectivas de integrarse en el mercado laboral.

"Migración incontrolada"

Las cifras que se barajaron entonces fueron de 280.000 personas sobre las que pesa una orden de expulsión, entre los cuales unos 200.000 están en régimen de "tolerados" porque no pudo ejecutarse su deportación. La ministra del Interior, Nancy Faeser, ha pactado acuerdos con terceros países y acelerado algo las expulsiones: en 2023 se registraron unas 16.400 deportaciones, un aumento anual del 27%. En el primer trimestre de este año se ejecutaron casi 4.800 expulsiones.

Para la ultraderecha, eso no es suficiente. El policía asesinado en Mannheim es el resultado de la "política de fronteras abiertas y migración incontrolada" practicada por el Gobierno, clamó la líder de la AfD, Alice Weidel, tras la intervención de Scholz.

La estadística muestra que, solo en Renania del Norte-Westfalia, el 'Land' más populoso del país, los delitos con intervención de cuchillos subieron un 50%. Casi la mitad, un 47,4 %, fueron cometidos por personas sin pasaporte alemán.