Conflicto en Oriente Próximo

Israel bombardea una escuela de la ONU en Gaza y provoca al menos 35 muertos

La guerra de Gaza se ceba en los niños: más de 17.000 menores han perdido a sus familias

Última hora de la guerra de Israel contra Gaza, en directo

Al menos 30 muertos en un ataque israelí contra una escuela de la ONU en Gaza

Al menos 30 muertos en un ataque israelí contra una escuela de la ONU en Gaza / BASHAR TALEB / AFP / VÍDEO: EUROPA PRESS

Andrea López-Tomàs

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El horror no abandona la Franja de Gaza. Este jueves por la mañana Israel ha bombardeado una escuela de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro del enclave. En ella, se encontraban 6.000 personas desplazadas intentando, en vano, encontrar refugio. Al menos 35 gazatíes, la mitad de ellos niños, han muerto como resultado del ataque israelí, según el jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini. El Gobierno de Hamás en Gaza ha elevado el balance a 40 fallecidos, entre ellos 14 niños y nueve mujeres. Los muertos y los heridos han desbordado el hospital Al Aqsa en el centro del enclave, "que está lleno de pacientes heridos tres veces más que su capacidad clínica", ha dicho Ismail al Zawabta, portavoz de la oficina de medios del Gobierno de Gaza, desde allí.

Tras el ataque, los cuerpos de cinco niños, reducidos a pedazos, cabían en una sola bolsa trasladada en ambulancia hasta el centro médico, según periodistas locales. A las puertas del hospital, completamente desbocado, se han colocado los cadáveres de los palestinos muertos cubiertos con mantas o en bolsas blancas para que sus familiares pudieran reconocerles. Los servicios de la defensa civil de Gaza han pasado horas buscando supervivientes y cuerpos entre los escombros. Mientras estos funcionarios removían el polvo y los restos de sangre ya teñían las pertenencias de los falllecidos, algunas familias, sin otro lugar al que ir, han vuelto a buscar refugio en las partes que aún quedaban en pie de la escuela.

El Ejército israelí se ha justificado diciendo, sin aportar pruebas, que la escuela escondía "terroristas que participaron en el ataque asesino contra comunidades del sur de Israel el 7 de octubre, que fueron eliminados". "Hace poco, aviones de combate, dirigidos por la inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel y el Shin Bet, llevaron a cabo un ataque preciso contra un complejo de Hamás incrustado dentro de una escuela de la UNRWA en el área de Nuseirat", han confirmado en un comunicado militar por la mañana. Israel ha asegurado que se "tomaron medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no involucrados" y que se trataba de una operación "precisa" contra entre 20 y 30 combatientes de Hamás y de la Yihad Islámica supuestamente afianzados en la zona. Hamás ha tachado esta presunta presencia de "invención" y "mentira".

Por su parte, el Gobierno gazatí ha tachado la agresión contra la escuela al Sardi como un "crimen que avergüenza a la humanidad". "Esta horrible masacre cometida por la ocupación israelí es una prueba clara de genocidio y limpieza étnica contra civiles, incluidos mujeres y niños, y personas desplazadas en la Franja de Gaza", ha dicho Al Zawabta a los periodistas desde el hospital Al Aqsa. "La ocupación utiliza mentiras a la opinión pública a través de historias falsas e inventadas para justificar el brutal crimen que llevó a cabo contra decenas de personas desplazadas", ha denunciado a la agencia de noticias Reuters. El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, ha pedido una investigación sobre el ataque israelí a la escuela de la UNRWA, que, a su vez, ha informado que no recibió ninguna advertencia previa sobre el mismo. Tampoco recibieron aviso algunolos 6.000 desplazados instalados en el complejo, que ha sufrido el mismo destino de los, hasta ahora, otros 180 centros de la UNRWA atacados por los israelíes.

"Situación apocalíptica"

Este ataque se suma a los ocho meses de guerra contra Gaza, que ha matado a más de 36.580 gazatíes y herido a otros 83.000, sumados a los 10.000 desaparecidos que se cree que se encuentran bajo los escombros. Durante los últimos días, ha tenido lugar una intensificación de los bombardeos de las fuerzas israelíes sobre el enclave, pese a que Estados Unidos y los mediadores tratan de avanzar en un esfuerzo por asegurar un acuerdo de alto el fuego. El día anterior, el personal de Médicos sin Fronteras ya describió que el hospital de Al Aqsa se encontraba en una "situación apocalíptica". "El olor a sangre en la sala de urgencias del hospital esta mañana era insoportable. Hay gente tirada por todos lados, en el suelo, afuera… estaban trayendo cadáveres en bolsas de plástico. La situación es abrumadora", dijo su representante Karin Huster después de que llegaran 70 muertos y más de 300 heridos en sólo unas horas.

Mientras los gazatíes siguen pereciendo a decenas en el enclave palestino, los mediadores impulsan sus esfuerzos para lograr un acuerdo que lo detenga. Este miércoles, el director de la CIA, William Burns, estuvo en Doha para discutir la propuesta de tregua en tres fases promocionada la semana pasada por el presidente estadounidense, Joe Biden, que implica un alto el fuego inicial de tres semanas. Pero el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha vuelto a desdeñar esta idea y ha defendido que los combates no se detendrían. "Cualquier negociación con Hamás se llevaría a cabo sólo bajo fuego", ha dicho Gallant desde el aire, mientras volaba a bordo de un avión para inspeccionar la ofensiva israelí en Gaza y las operaciones en el norte de Israel, donde la tensión con la milicia libanesa Hizbulá sigue en aumento. El líder del grupo palestino, Ismail Haniyeh, ha vuelto a recordar a Israel que los rehenes no volverán hasta que no se detenga la guerra contra Gaza.