Cita con las urnas

Los impuestos y la inmigración marcan un primer debate electoral sin vencedor claro en el Reino Unido

Rishi Sunak y Keir Starmer.

Rishi Sunak y Keir Starmer. / MOLLY DARLINGTON / ANDY BUCHANAN / AFP

Lucas Font

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Pocos tenían dudas de que el primer ministro británico y candidato del Partido Conservador a las elecciones generales en el Reino Unido, Rishi Sunak, debía pasar al ataque en el primer debate de la campaña, celebrado en la noche de este martes. Las encuestas le sitúan todavía lejos del Partido Laborista y el líder conservador necesita un golpe de efecto urgente para cambiar el rumbo que marcan las encuestas a un mes para los comicios, previstos para el próximo 4 de julio. Sunak lo ha intentado en los primeros compases de la contienda con ataques contra el líder laborista, Keir Starmer, pero las promesas incumplidas del Gobierno en la sanidad pública o en materia migratoria han acabado jugando en su contra. 

La encuesta de YouGov publicada justo después del debate ha evidenciado la igualdad entre los dos candidatos: un 51% considera que Sunak ha sido el vencedor, frente a un 49% que dan la victoria a Starmer. El primer ministro, más firme y seguro en el primer tramo, se ha presentado como el único dispuesto a bajar impuestos y ha asegurado que una victoria laborista supondrá un aumento de 2.300 euros para las familias en materia fiscal. Algo que ha pillado por sorpresa al líder laborista, visiblemente más nervioso y desubicado en los primeros minutos, quien ha evitado negar esta afirmación en varias ocasiones antes de calificarla como “absurda” en la última parte del debate. 

Sanidad pública

Starmer ha ido ganando confianza a medida que pasaban los minutos y se abordaban los asuntos más delicados para el primer ministro. Entre ellos las largas listas de espera en la sanidad pública, que afectan a más de siete millones de personas en el país y que Sunak se comprometió a reducir poco después de acceder al cargo. “Estamos haciendo progresos, las listas de espera se están reduciendo”, ha dicho el candidato conservador, justo antes de ser interrumpido por su rival. “Estaban en 7,2 millones y ahora están en 7,5 millones. Me gustaría que explicara cómo puede ser que se estén reduciendo”, le ha espetado Starmer. “Son menos de las que eran cuando [las cifras] eran más altas”, ha respondido Sunak, provocando las risas del público. 

La intervención de la audiencia ha sido uno de los elementos clave del debate y ha puesto rostro a los problemas de los británicos, entre ellos el de una mujer que fue diagnosticada con cáncer y que ha explicado que perdió a su prima mientras esperaba por una intervención. El primer ministro ha atribuido los problemas en la sanidad pública a la pandemia y a las sucesivas huelgas de los sindicatos de médicos y de enfermeros, algo que no ha sido bien recibido por el público presente. Starmer ha aprovechado el momento para reprochar a su rival que no haya conseguido cerrar un acuerdo con los médicos residentes, quienes han convocado nuevos paros pocos días antes de las elecciones.

Política migratoria

En materia migratoria, Sunak ha vuelto a defender el plan de deportación de inmigrantes a Ruanda y ha asegurado que servirá como elemento disuasorio para frenar las llegadas irregulares a través del Canal de la Mancha. “Si soy primer ministro, los vuelos saldrán hacia Ruanda. La pregunta para Keir Starmer es qué hará con las personas que lleguen aquí de forma ilegal”, ha afirmado. Starmer ha prometido un plan para acabar con las bandas criminales que trafican con personas y ha recordado que combatió contra bandas terroristas en su etapa como fiscal general. 

“Lo que no haré es meterme en un costoso apaño como el de Ruanda: si [Sunak] creyera que iba a funcionar no hubiera convocado elecciones antes de ponerlo en marcha”. El líder laborista ha recordado que el número de llegadas irregulares está superando todos los récords este año y ha reprochado a Sunak su intención de abandonar el Convenio Europeo de los Derechos Humanos en caso de que el Tribunal de Estrasburgo frene de nuevo las deportaciones 

Gasto en defensa

Los dos candidatos también han chocado en materia de defensa, uno de los asuntos en los que Sunak ha centrado los primeros días de la campaña. El líder conservador se ha comprometido a aumentar el gasto militar hasta el 2,5% del PIB y ha asegurado que el país estará menos seguro bajo un eventual Gobierno laborista. Unas acusaciones calificadas de “insultantes” e “infantiles” por Starmer. “El primer ministro estuvo invirtiendo dinero contra el país durante la crisis financiera mientras yo trabajaba en la seguridad nacional”.

El debate ha puesto en evidencia las discrepancias de los dos partidos en asuntos como la transición ecológica o la educación, pero también ha dejado ver algunos puntos de encuentro, como la defensa del derecho de Israel a responder a los ataques de Hamás del 7 de octubre y su apuesta por un alto el fuego en Gaza, como un primer paso para lograr la solución de los dos Estados. Ninguno de los dos candidatos ha salido especialmente victorioso tras este primer cara a cara: una mala noticia para Sunak, consciente de que el partido de derecha populista Reform UK amenaza con empeorar los pronósticos de las encuestas en las próximas semanas.