El conflicto de Oriente Próximo

Israel asume que más de un tercio de los rehenes que quedan en Gaza están muertos

Centenares de familias en Israel, en vilo por la suerte de los secuestrados por Hamás: "Ay, ¿qué estarán haciendo con ellos?"

Manifestación en Tel Aviv para reclamar la liberación de los rehenes, el pasado sábado.

Manifestación en Tel Aviv para reclamar la liberación de los rehenes, el pasado sábado. / KOBI WOLF / BLOOMBERG

Andrea López-Tomàs

Andrea López-Tomàs

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Chaim Peri, Yoram Metzger, Amiram Cooper y Nadav Popplewell llegaron vivos a la Franja de Gaza el pasado 7 de octubre. Ocho meses después de aquel trágico día en el que empezó su secuestro en manos de Hamás, el Ejército de Israel ha confirmado su muerte. "Estimamos que los cuatro fueron asesinados juntos, en el área de Jan Yunis, hace varios meses, mientras estaban retenidos por terroristas de Hamás y mientras las fuerzas del Ejército israelí operaban allí", ha dicho el portavoz militar, Daniel Hagari. En plenas negociaciones para un alto el fuego, Israel cree que más de un tercio de los cautivos que quedan en Gaza están muertos.

Según el recuento del Gobierno hebreo, de las aproximadamente 240 personas capturadas en octubre, y sin contar a las decenas que fueron liberadas en el alto el fuego de noviembre, quedan unos 80 con vida. Se cree que los restos de 43 israelíes aún se encuentran en el enclave palestino. En total, permanecerían unos 120 rehenes en cautiverio, esparcidos por toda la Franja de Gaza. Los oficiales israelíes han declarado a estos 43 muertos en ausencia basándose en varias fuentes de información, incluidos soplos de inteligencia, cámaras de seguridad o vídeos de transeúntes y análisis forenses.

Hamás afirma que varios cautivos han muerto en ataques aéreos israelíes o han sucumbido a sus heridas debido a la falta de atención médica en Gaza, mientras Israel continúa atacando hospitales y matando al personal médico. Durante la incursión terrestre de los últimos siete meses, algunos cuerpos de cautivos han sido recuperados por las tropas israelíes. Más allá de retornar cadáveres, la ofensiva militar sobre el enclave sólo ha logrado recuperar con vida a dos rehenes en una operación que, en febrero, se cobró la vida de decenas de civiles palestinos en Rafah, al sur de la Franja de Gaza. Tras ocho meses de guerra, en los que se ha comprobado que la fuerza militar no es capaz de devolverles a sus seres queridos vivos, la sociedad israelí y, sobre todo, los familiares de los rehenes insisten al primer ministro Binyamín Netanyahu que acepte un acuerdo de alto el fuego. El precedente en noviembre permitió la liberación de 110 cautivos sanos y salvos.

Acuerdo de rehenes

En Israel, no le llaman acuerdo de alto el fuego, sino acuerdo de rehenes, porque esa es su prioridad. "No existe ninguna manera militar de devolver a los rehenes con vida a casa", ha dicho el israelí-estadounidense Jonathan Dekel-Chen, padre de Sagui Dekel-Chen, de 35 años, quien fue tomado como rehén del kibbutz Nir Oz el 7 de octubre. "Hablar de victoria total y problema militar, todo esto son fantasías, una especie de narrativa diseñada para rechazar la responsabilidad del gobierno y el Ejército por lo que ocurrió el 7 de octubre", ha afirmado desde Nueva York. De ese mismo kibbutz, también fueron secuestrados los octogenarios Peri, Metzger y Cooper. A apenas siete kilómetros en línea recta, en la ciudad gazatí de Jan Yunis, murieron. "Es hora de poner fin a este ciclo de sacrificio y abandono", ha reclamado el Foro de las Familias de los Rehenes y los Desaparecidos este lunes.

"Su asesinato en cautiverio es una señal de vergüenza y un triste reflejo de la importancia para no retrasar acuerdos anteriores", han añadido, exigiendo a Netanyahu que apruebe el acuerdo. Uno de sus aliados en el Gobierno, el ultraortodoxo partido Shas, ha dicho que daría apoyo al pacto, pero sus socios ultraderechistas en el Ejecutivo siguen presionando para continuar con la ofensiva militar sobre Gaza, que ya ha matado a casi 36.500 palestinos. Netanyahu ha insistido que el Ejército seguirá buscando la "destrucción" de Hamás. Tras el anuncio de una propuesta de plan por parte del presidente estadounidense, Joe Biden, el pasado viernes, que incluye el intercambio de rehenes vivos y muertos por presos palestinos en la primera de sus fases, aumenta la falta de claridad en torno a ella. 

Por razones políticas

Biden lo ha dicho bien claro este martes: "Hay muchas razones" para pensar que Netanyahu está prolongando la guerra por razones políticas. Por primera vez, el líder demócrata se ha expresado de forma pública y contundente en una entrevista con la revista 'Time'. Cuando se le preguntó si Israel había cometido crímenes de guerra en Gaza, respondió: "es incierto". El jefe de derechos humanos de Naciones Unidas, Volker Turk, ha expresado este martes su apoyo al acuerdo propuesto por Estados Unidos. Turk también ha dicho que las normas y los estándares sobre la conducción de la guerra habían sido brutalmente violados en Gaza y que cualquier iniciativa que pueda conducir al fin de las hostilidades era bienvenida.

Durante las últimas 24 horas, al menos 71 personas han muerto en el enclave palestino mientras continúan los mortales bombardeos sobre el sur y el centro de Gaza. Los combatientes de Hamás se han enfrentado a las tropas israelíes en toda la ciudad sitiada de Rafah, de dónde han tenido que volver a huir un millón de personas. Oxfam estima que alrededor de 1,7 millones de palestinos están hacinados en sólo una quinta parte del enclave. A su vez, en Israel, crece la preocupación por los incendios en el norte del país, provocados por la combinación de intercambios de artillería con la milicia libanesa Hizbulá y las altas temperaturas. También en el sur del Líbano se han registrado fuegos que están arrasando con bosques y campos de cultivo.