Guerra 'sucia' entre las dos Coreas: Kim Jong-un envía 700 globos llenos de excrementos a Seúl

Hay maneras de provocar e irritar a alguien y luego está la de Corea de Norte: el régimen de Kim Jong-un ha enviado más de 700 globos llenos de basura y excrementos a Corea del Sur. Sí, balones repletos de todo tipo de mierda, pero de colillas y estiércol en particular. Y de propano, claro, para que llegaran bien lejos tras cruzar la frontera. Así lo ha denunciado este domingo Seúl, que se plantea reactivar los altavoces en la frontera como contraofensiva. La respuesta puede parecer poca cosa, pero no lo es: son amplificadores gigantes repartidos por todo el borde divisorio que emiten propaganda occidental, la cual penetra hasta 24 kilómetros en territorio norcoreano.

El ejército de Corea del Sur ha explicado que no es la primera vez que el Norte opta por esta ofensa: el martes y el miércoles también envió 260 globos llenos de basura. Fue la respuesta que eligió Kim Jong-un al envío de panfletos contrarios al régimen por parte de activistas sureños.

Si ya de por sí el menosprecio fue mayúsculo, la guinda la puso la hermana del líder supremo. Kim Yo-jong manifestó que eran "regalos sinceros" para sus vecinos y advirtió de que su país enviaría "docenas de veces" más "basura" que la que se dispersa en el Norte, en referencia a los panfletos de los activistas.

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La amenaza fue real y los balones comenzaron a llegar al Sur el sábado por la tarde. Las autoridades de Seúl han aconsejado a los ciudadanos que no toquen los globos, pero no solo por el contenido (de mierda) que contienen: también están equipados con temporizadores para que revienten en un momento determinado. Por eso, piden que informen a las autoridades militares o policiales si los ven.

Medidas "insoportablemente dolorosas"

El Ministerio de Unificación de Seúl advirtió el viernes que tomaría medidas "insoportablemente dolorosas" contra Corea del Norte si el régimen continuaba con el envío de globos. Como ha vuelto a suceder, los medios de comunicación surcoreanos informan de que el gobierno puede decidir hoy mismo reiniciar sus campañas para radiar propaganda contraria a la dictadura Kim Jong-un a través de los altavoces colocados en la zona desmilitarizada de la frontera.

Las dos Coreas se molestaron mutuamente durante años con sendos sistemas de megafonía. El del Norte escupía propaganda a favor de la dinastía Kim y canciones revolucionarias, mientras que la del Sur emitía todo tipo de contenido occidental, desde novelas hasta música pop, pasando por debates doctrinales sobre la democracia y el capitalismo. No obstante, Seúl apagó los altavoces en 2018, cuando Pionyang anunció la suspensión de lanzamientos de misiles y ensayos nucleares. Días después, los del norte también se silenciaron.

A la gresca

La interrupción del programa nuclear duró poco. Por ese y otros motivos que se han sucedido a lo largo de los últimos años, ambos países vuelven a estar a la gresca. Los hechos más recientes ocurrieron el pasado lunes, cuando el régimen trató de poner en órbita un satélite espía. Aunque el cohete estalló en pleno vuelo, endureció las acciones para provocar a Seúl.

Este domingo, y por quinto día consecutivo, Pionyang ha llevado a cabo ataques de interferencia del sistema de navegación GPS en aguas cercanas a las islas fronterizas. Además, el jueves disparó una ráfaga de artillería en un ejercicio que, según aseguró, era para demostrar su determinación a realizar un ataque preventivo contra Corea del Sur.