Xochitl Gálvez, la aglutinadora de la oposición en México

Xochitl Gálvez, la aspirante de la coalición opositora a la presidencia de México, era una senadora adscrita al grupo parlamentario del Partido de Acción Nacional (conservador) que fue difamada en público por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Recurrió a los tribunales y obtuvo un derecho de réplica en La Mañanera, el programa diario de tres horas de duración durante el cual el jefe del Estado responde con furibundos y personales ataques a quienes le critican, ya sean políticos, periodistas o ciudadanos. Sin embargo, AMLO desoyó a la justicia y, pese a que Gálvez se presentó a la cita en Palacio Nacional puntual, montada en su bicicleta muy temprano por la mañana, el jefe del Estado le negó la entrada. Fue entonces cuando decidió presentarse como candidata a sucederle.

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"Gálvez ha revolucionado una campaña electoral que, en su ausencia, hubiera sido extremadamente aburrida" debido a la hegemonía de Morena, destaca Dolia Estévez, conocida periodista mexicana. Popular, le gusta romper protocolos y departir, estrechar manos y abrazarse con el público que viene a verla, logrando con su indiscutible carisma lo que parecía imposible en la política mexicana hasta hace bien poco: que tres partidos de tanta historia conjunta aunque tan enfrentados como el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido de Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) aparcaran su ancestral competitividad y sus enormes distancias ideológicas para afrontar juntos el peligro de involución democrática ante el irresistible empuje populista de Morena.

Una mujer hecha a sí misma

Nacida en Tepatepec, en el Estado de Hidalgo y de orígenes humildes, su padre era alcohólico, mientras que su hijo ha sido filmado en estado de embriaguez armando un escándalo- Estudió ingeniería de ordenadores en la Universidad Autónoma de México (UNAM) aunque tuvo que realizar trabajos extra para poder sufragar sus estudios. Empresaria de éxito gracias a la fundación en 1992 de High Tech Services, compañía especializada en la aplicación práctica de proyectos de alta tecnología, proyecta una potente imagen de mujer hecha a sí misma y ha reconocida con el título empresaria del año en los años 1994 y 1995.

Vicente Fox, primer presidente de México no salido de las filas del PRI, la introdujo en política, colocándola al frente de la Oficina Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas precisamente por poseer orígenes indígenas. Agradecida por los mítines y la repercusión que ha tenido su campaña, llega incluso a sostener que, en su caso, la derrota no es posible. "Yo ya gané, estoy del lado de la vida, no tengo nada que perder; no sé que pasará el 2 de junio, pero yo seguiré siendo una mujer feliz, no infeliz o depresiva", ha declarado, agradecida de haber llegado tan lejos en la liza electoral presidencial y mostrando la convicción de que la probable derrota que sufra en las urnas no supondrá el final de nada.

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Pese a haber pronunciado denuncias de fraude durante y antes de la campaña, promete respetar los resultados. "Soy una demócrata"; sostiene, antes de sentenciar: "sé reconocer resultados a lo largo de mi vida he reconocido cuando gano y cuando pierdo”.

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