Estrategias

El arma de la desinformación enriquece a Rusia en el Sahel

El Kremlin encandila a la opinión pública y estrecha lazos con las juntas militares para garantizar su acceso a los recursos naturales

Protesta en Niamey, Níger, en contra de la presencia militar norteamerica, en la que ondean banderas rusas.

Protesta en Niamey, Níger, en contra de la presencia militar norteamerica, en la que ondean banderas rusas. / Issifou Djibo / Efe

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Oro y diamantes a golpe de bulos y noticias falsas. Rusia se cuela hasta el fondo en las minas africanas empuñando el arma de la desinformación. En los últimos años, el Kremlin ha intensificado su presencia en África no solo a través de acuerdos militares y económicos, sino desplegando sofisticadas campañas de desinformación. El objetivo de estas operaciones es consolidar su influencia en el continente, contrarrestar el dominio occidental y asegurarse el acceso a los recursos naturales.

Su estrategia de regar las redes sociales con noticias falsas y comentarios masivos a favor de su causa ha alimentado la llama de la agitación política, validado los golpes de Estado, condicionado la opinión pública y servido como cortina de humo para la corrupción. Malí, Burkina Faso y Níger, en la región del Sahel, ubicada a apenas 400 kilómetros de Canarias, son los escenarios preferidos por Moscú para activar estas operaciones, que contribuyen a desestabilizar la zona y empujan a la población a buscar lugares seguros en los que establecerse. 

En esta zona producen miles de movimientos internos entre países vecinos –como la intensa llegada de refugiados malienses a Mauritania–, pero muchos optan por migrar a través de la ruta canaria. Según el centro de análisis norteamericano Africa Center for Strategic Studies, 11 de los 15 países africanos con los niveles más altos de desplazamientos forzados de población han sido blanco de intervenciones rusas para socavar la democracia, con herramientas como los bulos y las noticias falsas.

Dos de cada cinco bulos que se difunden en África se orquestan desde Moscú

Si el arma de la desinformación no es exclusiva de Moscú, ¿qué tiene de especial que la emplee el Kremlin? El analista de Seguridad y Defensa y coordinador de osintsahel.com, Jesús Pérez Triana, explica que Rusia ha desembarcado en el continente africano reforzando a juntas militares y presidentes autoritarios. "Se ha implantado allí donde no hay democracia, ni contrapesos, ni una opinión pública libre", detalla.

La estrategia del país soviético pasa por "favorecer la dictadura" e impulsar la idea del "hombre fuerte". Para los rusos, según apunta Pérez Triana, el sistema democrático importado de Europa ha sido incapaz de solucionar los problemas africanos y consideran que es el momento de las juntas militares. "Retroceden en las libertades y no respetan los derechos humanos. En Malí, han limitado la actividad de los grupos políticos; y en Burkina Faso, han censurado el trabajo de los medios de comunicación", detalla el analista.

Las campañas de desinformación que buscan manipular los sistemas de información africanos casi se han cuadruplicado desde 2022, desencadenando consecuencias desestabilizadoras y antidemocráticas. En marzo, el Africa Center identificó 189 maniobras de intoxicación informativa en el continente africano, casi cuatro veces más de las que se registraron dos años antes.

Es precisamente Rusia –seguida de China, Emiratos Árabes, Arabia Saudí y Catar– el país responsable del 40% de estas maniobras. Desde Moscú se orquestaron 80 campañas basadas en noticias falsas que se transmitieron en 22 países de África Occidental. Estas acciones han llegado a muchos millones de usuarios a través de decenas de miles de páginas y publicaciones falsas coordinadas, según expolie el estudio, que advierte que el "uso agresivo" de canales irregulares forma parte de la estrategia rusa para ganar influencia en África.

Oro y diamantes

El análisis sostiene que el Kremlin "ha inundado el Sahel con desinformación desde 2018 con 19 campañas dirigidas a Malí, Burkina Faso y Níger", países que "han experimentado golpes militares que las redes rusas han ayudado a preparar y promover". Rusia apuesta por hacer descarrilar las débiles democracias de los países africanos y se presenta como un aliado fiel de las juntas militares que toman el poder tras un golpe de Estado. 

El Kremlin ya ha logrado implantar en África la idea de que, al contrario que Occidente, ellos son un aliado fiable y dispuesto a ayudar. ¿Y ahora cómo rentabiliza ese trabajo y qué beneficio saca? Pérez Triana señala que Rusia está poniendo el foco en el control de materias primas, como el oro de Sudán o los diamantes de la República Centroafricana. Ahora, está ejerciendo graves presiones sobre una empresa canadiense que controla la principal mina de oro de Malí y, además, los mercenarios rusos están tratando de tomar el control de las zonas del país en las que hay oro, que son explotadas de forma artesanal. 

El segundo mayor patrocinador de la desinformación en África Occidental, según el informe, son las propias juntas militares de Malí y Burkina Faso. Estos regímenes "están aislados y dependen cada vez más del respaldo ruso para mantenerse en el poder". El estudio sostiene que imitan las técnicas de desinformación rusas, al tiempo que convierten a Francia, las Naciones Unidas, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) y los grupos de derechos humanos "en chivos expiatorios".

La desestabilización de la zona incentiva los flujos migratorios internos y hacia el Archipiélago

¿Cómo funcionan las campañas de desinformación? Pagan a personas influyentes, emplean avatares digitales y ponen en circulación vídeos y fotografías falsos y fuera de contexto. Los mensajes se copian y pegan y se amplifican a través de múltiples canales de medios de comunicación oficiales controlados por el Estado ruso y pagando publicidad en las redes sociales más populares.

De esta forma, se construyen espacios en los que repetir constantemente la narrativa y, así, la idea parece convertirse en realidad. Además, según expone el estudio del Africa Center, "las embajadas rusas parecen haber ayudado a establecer una red de organizaciones de base aparentemente africanas para generar y amplificar la desinformación".

Mercenarios

El grupo Wagner ha sido, hasta ahora, el principal vehículo del Kremlin para diseñar desinformación en África. El estudio norteamericano estipula que los mercenarios soviéticos tienen vínculos directos con aproximadamente la mitad de las campañas vinculadas a Rusia en el continente. Tras la muerte de Yevgueni Prigozhin, el fundador de Wagner, en 2023, las operaciones de desinformación rusas están siendo absorbidas por el recién creado Africa Corps y la agencia de noticias Africa Initiative, conectada a los servicios de inteligencia rusos y supervisada desde Moscú.

Los esfuerzos sistemáticos de Rusia para socavar la democracia en África contribuye al retroceso democrático del continente. Según el centro de análisis Africa Center, las campañas de desinformación casi siempre van acompañadas de esfuerzos por interferir en las elecciones para mantener en el poder a regímenes amigos de Moscú, apoyar mandatos prolongado más allá de los límites constitucionales o validar golpes de Estado. De este modo, añade, el régimen de Vladímir Putin está ayudando a "impedir que los derechos políticos, las libertades civiles y los controles del poder ejecutivo ganen fuerza" en el continente.

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