Proteccionismo comercial

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca. / ELIZABETH FRANTZ / REUTERS

Idoya Noain

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este martes una nueva batería de aranceles a China, que cuadriplica hasta el 100% en el caso de los vehículos eléctricos y eleva en otros sectores como el acero, el aluminio, otros minerals críticos, los semiconductores, las baterías, los paneles solares o productos médicos. 

Se trata de un paso que promete elevar la tensión con Pekin pero que también tiene una importante lectura nacional. En año electoral, la política proteccionista frente a China que disparó Donald Trump, ninguno de cuyos aranceles Biden ha retirado, sigue siendo popular entre los votantes y el demócrata y el republicano, que vuelven a medirse el 5 de noviembre, intensifican su guerra por votos, especialmente en estados industriales.

Los aranceles

La Casa Blanca proyecta que los nuevos aranceles afecten a importaciones anuales por valor de 18.000 millones de dólares. Además de pasar los gravámenes a los vehículos eléctricos chinos del 25% actual al 100%, a partir de este año se subirán de 7,5 al 25% los que se imponen a productos de acero y aluminio y del 25% al 50% el de las células para placas solares. A las grúas de descarga de buques se les impone un nuevo arancel del 25% y los semiconductores chinos verán también doblados sus gravámenes hasta el 50%. 

En 2026 entrarán en vigor otros aranceles, incluyendo uno nuevo del 25% al grafito natural y el elevado hasta ese mismo porcentaje para algunas baterías de vehículos eléctricos no cubiertas por la primera ronda.

Washington también impone aranceles del 50% a jeringuillas y agujas de China y eleva al 25% las de equipamiento de protección personal como mascarillas y respiradores, mientras que en 2026 entrarán en vigor los que afectan a guantes médicos.

Una visión política

La dimensión política nacional y electoral de la medida es evidente. En una llamada con la prensa Lael Brainard, la directora del Consejo Nacional Económico, aseguró que las “prácticas injustas de China han dañado a comunidades en Michigan, Pensilvania y en todo el país”, destacando dos de los estados bisagra que serán clave en noviembre.

También Janet Yellen, la secretaria del Tesoro, se refirió a esa dimensión política en su comunicado “Hemos visto de primera mano el impacto en comunidades de un aumento de importaciones chinas artificialmente baratas y no lo toleraremos”, aseguró. Yellen mostró su confianza el lunes en que no habrá una respuesta significativa de China pero asumió que “siempre es una posibilidad”. 

La Casa Blanca ha tratado de marcar diferencias con las propuestas de Trump, aún más duras con China y más proteccionistas. Para un potencial segundo mandato, el republicano ha planteado la idea de imponer al menos un arancel del 60% a todos los bienes que se importan de China y un 10% para todas las importaciones. Según la Administración de Biden, esa última medida tendría un impacto negativo y elevaría la inflación.