Reporteros Sin Fronteras advierte que Israel ha creado un "agujero negro informativo" en Gaza

Resulta muy difícil informar sobre un territorio del mundo donde se impide el acceso a la prensa internacional. Esta es la situación que se vive en la Franja de Gaza, sobre todo desde que arrancó, el pasado 7 de octubre, la guerra emprendida por Israel en represalia por el brutal ataque de Hamás. "Actualmente, el enclave representa un agujero negro informativo creado por el Ejército de Israel. La única información que llega es gracias a la prensa local que trabaja en condiciones precarias". Así es como Edith Rodríguez, vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras (RSF), define la situación que se está viviendo en la Franja de Gaza en una conversación con EL PERIÓDICO.

Israel y Hamás, una guerra que vulnera todas las reglas

Según señala Rodríguez, lo más difícil en este contexto es la verificación. "Nos es muy complicado desde Reporteros Sin Fronteras poder determinar qué periodistas han sido deliberadamente asesinados ejerciendo su profesión o cuáles han muerto como el resto de la población civil en los masivos e indiscriminados bombardeos israelíes", añade.

El balance de 2023 de RSF publicado este jueves, apunta que desde el 7 de octubre hasta el 1 de diciembre, un total de 56 periodistas han sido asesinados por ataques israelíes en la Franja, 13 de los cuales RSF ha podido verificar que guardan relación directa con su profesión, es decir, asesinados en coberturas o deliberadamente por su condición de periodistas. A estos hay que sumar otros 4 profesionales que han muerto en Israel (1 de ellos ejerciendo su oficio) y 3 más en el sur del Líbano. En total, en la región de Oriente Próximo han fallecido 63 periodistas, 17 de ellos en el ejercicio de su profesión.

Las elevadas cifras registradas en Oriente Próximo en tan solo dos meses de conflicto armado contrastan con el descenso global del número de periodistas asesinados en el ejercicio de sus funciones, o por causa de ellas, en el mundo. Este año, según RSF, un total de 45 periodistas han sido asesinados en el ejercicio de su profesión, 16 menos que en el 2022.

Muere un periodista de Reuters y otros cuatro resultan heridos durante un bombardeo en el sur de Líbano

Coberturas bajo la precariedad

En un intento de silenciar, de desinformar, de evitar verificaciones y de dejar sin testigos la Franja de Gaza, son los periodistas locales quienes se están jugando la vida para explicar al mundo lo que sucede en el enclave. "Los periodistas locales están informando pese a las condiciones horribles que viven en el territorio palestino. Están sufriendo las mismas consecuencias desgarradoras que la población civil", asegura Rodríguez.

Los periodistas palestinos se ven obligados a abandonar sus casas y sus familias, a desplazarse continuamente sin rumbo, perseguidos por los continuos bombardeos israelíes, a comer una vez al día debido a las escasas reservas de alimentos y agua. Se pasan horas desesperados intentando comunicarse con sus familiares, y buscar algún sitio resguardado donde poder dormir y trabajar. Además, "Israel inflige continuos cortes de las telecomunicaciones para dificultar las coberturas", añade la vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras, quien está en contacto con varios periodistas palestinos.

Pero ante todo, la cuestión más dura es que cada uno de ellos se ve obligado a informar de su propia tragedia y destrucción en directo.