A 15 meses de llegar al Gobierno

Colombia: el presidente Gustavo Petro sufre una dura derrota en las elecciones regionales y municipales

Gustavo Bolívar: de "Sin tetas no hay paraíso" a la alcaldía de la capital colombiana

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, este jueves en Bogotá.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, este jueves en Bogotá. / MAURICIO DUEÑAS CASTAÑEDA / EFE

Abel Gilbert

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"Es la hora del cambio", dijo Gustavo Petro al asumir la presidencia colombiana, el 7 de agosto de 2022. El país, azotado por la violencia y una pobreza que golpea a 40% de la población, tenía, con la llegada del primer Gobierno de izquierdas en ese país, "una segunda oportunidad". Casi 15 meses más tarde, aquellas palabras de entusiasmo redentor se dieron de bruces con la realidad de las urnas. Las elecciones regionales y municipales, dijo el portal La silla vacía, han puesto un freno al impulso de transformación. "En 2022, la izquierda ganó no solo la presidencia sino que se convirtió en la principal fuerza del Congreso. Ese viraje, sin embargo, no se consolidó a nivel regional y local". Los principales distritos y ciudades, entre ellas Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Cúcuta y Bucaramanga, serán administradas por una variopinta oposición. "Es un voto castigo para el Pacto Histórico", reconoció Gustavo Bolívar, el autor de la telenovela Sin tetas no hay paraíso, al reconocer su derrota en la capital frente al centrista Carlos Fernando Galán.

La decepción de Bolívar era compartida. Las autoridades de las seis grandes ciudades de Colombia serán manejadas por alcaldes que no comulgan con ideas esenciales del presidente: reivindican la "mano dura" para contener la protesta social y rechazan las críticas de Petro a la industria petrolera, entre otras banderas levantadas desde el Palacio de Nariño, la sede de la presidencia colombiana.

Petro, cuya imagen negativa es del 60%, debió intuir que el domingo cerraría con malas noticias. "La oposición con su influencia en el Estado quiso mostrar niveles de riesgo altísimo para estas elecciones. Querían construir un ambiente de miedo en la ciudadanía para sacar resultados electorales", dijo a primera hora, al tiempo que destacó que la "capacidad de la fuerza pública y los avances en la paz garantizaron en el territorio nacional elecciones tranquilas". La participación electoral fue baja.

La cuestión de la seguridad volvió a estar en las vísperas en un primer plano por el secuestro en la Guajira del padre de Luis Díaz, estrella del Liverpool y de la selección nacional. Pero el clima de victoria del antipetrismo se había generado a partir de un nuevo reordenamiento de la hoja de ruta de la élite política, desplazada del poder en 2022. El triunfo en Medellín del excandidato presidencial de derechas Federico Gutiérrez materializa uno de los primeros intentos de velar las armas de cara a las elecciones generales de 2026. "El mensaje a Petro es claro, ayer el país generó un verdadero cambio", dijo. La caída en Bogotá, un territorio afín al petrismo, adquiere en ese sentido la dimensión de un amargo presagio.

El Centro Democrático, la fuerza construida por el expresidente Álvaro Uribe, tuvo buenos resultados en Antioquía. La senadora María Fernanda Cabal, quien expresa las posiciones más radicales de derecha de ese partido, dijo que "la implosión del Pacto es la resurrección" del país. "Hoy crece Colombia, es la derrota de la violencia, la anarquía y la ineptitud", añadió.

Una señal de advertencia

De acuerdo con el diario bogotano El Espectador, los comicios dejaron tres mensajes. "Primero, que, salvo hechos lamentables pero aislados, se garantizó la seguridad de las elecciones; segundo, que la tendencia de elegir alcaldes progresistas en las grandes ciudades del país hace cuatro años se revirtió y, tercero, que el presidente Gustavo Petro deberá recalcular su administración si no quiere seguir perdiendo caudal electoral". Recordó que el jefe del Estado intentó convertir las elecciones en Bogotá en un plebiscito y los resultados adversos "son elocuentes". Si bien es común que la capital vote en contra del presidente de turno, "el triunfo rotundo de las opciones que se alejaron de la Casa de Nariño debería invitar a reflexiones" de la principal autoridad ejecutiva. "La pregunta abierta -finaliza el editorial- es cómo se reconfigurarán las fuerzas políticas en el Congreso después de los resultados locales y cómo el presidente Petro piensa rediseñar su proyecto de un acuerdo nacional".

Por su parte, El Tiempo llamó al Gobierno a "tomar nota" del mensaje de las urnas y apostar por "la conciliación, antes que la radicalización". En su editorial del lunes remarcó que, después de la contienda, "el balón queda hoy en la cancha del presidente, de quien se espera que sepa darle a su Gobierno un rumbo más compatible con los vientos que hoy soplan entre la ciudadanía y cuya dirección quedó plasmada en los resultados de ayer. Diálogo, deliberación y concertación, comenzando por el anunciado gran acuerdo nacional, es lo que hoy requiere Colombia".