Caso de corrupción

Juzgan a un aliado de Macron por el presunto desvío de fondos del Parlamento Europeo

La justicia francesa imputa a Sarkozy tras el cambio de testimonio de un testigo en el caso libio

François Bayrou a su llegada al juzgado.

François Bayrou a su llegada al juzgado. / AFP

Enric Bonet

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Este lunes por la tarde empezó en el Tribunal de París el juicio de François Bayrou, uno de los históricos de la política francesa y uno de los primeros aliados del presidente, Emmanuel Macron, y otros diez dirigentes del MoDem. La fiscalía los acusa de haber desviado unos 350.000 euros del Parlamento Europeo a través de una presunta trama de asistentes parlamentarios falsos. En concreto, cree que utilizaron los recursos que la Eurocámara pone a disposición de los eurodiputados para pagar a colaboradores que no ejercían como asistentes en Bruselas, sino como trabajadores del partido en París. Un sistema casi calcado por el que más adelante será juzgada la ultraderechista Marine Le Pen.

“Me siento herido. Profundamente. (…) Sobre todo, porque he basado toda mi vida política en la moralización de la vida pública”, dijo la semana pasada Bayrou en una entrevista con el diario local La République des Pyrénées. El presidente del MoDem y alcalde de Pau (municipio al sur del territorio galo) llegó sonriente a la sala de audiencias, donde no hizo declaraciones. Como suele resultar habitual en el país vecino, esta primera sesión estuvo centrada en cuestiones técnicas y de procedimiento. El juicio durará entre cinco y seis semanas. El Parlamento Europeo se ha declarado como parte civil y forma parte de la acusación, siendo la primera vez que esto sucede en Francia.

Desvío de 350.000 euros de fondos de la Eurocámara

En total, se acusa al MoDem —una formación que forma parte de la coalición macronista junto con los partidos Renaissance y Horizons— de haber empleado de manera fraudulenta a 11 asistentes de eurodiputados, puesto que en realidad ejercían como trabajadores del partido. Un sistema, según la instrucción, que duró desde 2005 hasta principios de 2017. Inicialmente, los jueces instructores los acusaban de haber desviado un millón de euros, una cantidad que han ido rebajando hasta 350.000. “Solo hemos retenido los casos de los asistentes parlamentarios que casi no trabajaron para un eurodiputado”, ha asegurado el presidente del tribunal, quien ha precisado que en esta supuesta trama “no hubo ningún enriquecimiento personal”.

Bayrou, de 72 años, “aparece como el que decidió y el responsable de haber establecido un sistema fraudulento para disminuir el gasto de su partido a partir de contratos de asistencia parlamentaria", aseguran en el auto de instrucción los magistrados, que llevan investigando este caso más de seis años. El affaire estalló en marzo de 2017 y comportó la imputación de Bayrou en junio de ese año. Entonces, se vio obligado a dimitir como ministro de Justicia, junto con otras dos ministras del MoDem. Esa remodelación gubernamental supuso la primera crisis política para Macron, apenas un mes después de su elección y de haber compuesto su primer Ejecutivo.

Tras haberse presentado a las presidenciales de 2002, 2007 y 2012, Bayrou —actualmente también ejerce como Alto Comisario del Plan, un cargo especial creado durante la pandemia del covid-19— ha insinuado en múltiples ocasiones que le gustaría participar en la carrera hacia el Elíseo de 2027. Pero estas aspiraciones dependerán, en parte, del desenlace de este juicio. Un delito de desvío de fondos públicos puede ser condenado en Francia con penas de hasta 10 años de prisión, una inhabilitación por un periodo equivalente y multas de un millón de euros.