Guerra en el este de Europa

Rusia retira al grueso de su flota en Crimea ante los crecientes ataques de Ucrania

Ucrania ataca con misiles el cuartel general de la Flota rusa del Mar Negro

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Un buque de guerra ruso en el mar Negro, cerca de Sebastopol.

Un buque de guerra ruso en el mar Negro, cerca de Sebastopol. / EFE / EPA

Ricardo Mir de Francia

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La Flota rusa del Mar Negro se bate en retirada. Los ataques cada vez más frecuentes e incisivos del Ejército ucraniano sobre el cuartel general de la flota rusa en la península de Crimea, anexionada ilegalmente por el Kremlin en 2014, han obligado a Rusia a poner a resguardo sus capacidades navales. De acuerdo con las imágenes por satélite analizadas por diferentes especialistas, Moscú ha retirado al menos una decena de fragatas de guerra, submarinos y buques anfibios de su sede naval en Sebastopol para trasladarlos principalmente al puerto de Novorosíisk, situado en territorio soberano ruso a orillas del mar Negro. La Armada rusa mantendrá su capacidad para lanzar misiles de crucero, pero su control de Crimea está cada vez más en entredicho.

Esta misma semana el ministro de las Fuerzas Armadas británico, James Heappey, aseguró que la retirada representa "la derrota funcional de la Flota del Mar Negro", toda una proeza para el Ejército ucraniano, que ha logrado expulsar --al menos temporalmente-- al grueso de los barcos rusos de Sebastopol sin una armada digna de tal nombre. En términos prácticos, la espantada deja a Rusia sin capacidad para bloquear el tráfico naviero en el mar Negro, lo que ha permitido a Ucrania reanudar las exportaciones de grano. "En estos momentos, los barcos y botes de la flota rusa han dejado de navegar en dirección a las aguas territoriales ucranianas", dijo el miércoles la portavoz militar de las fuerzas de Kiev, Natalia Humniuk.

Según las imágenes de principios de este mes analizadas por el Instituto para el Estudio de la Guerra, Rusia ha retirado de Sebastopol sus fragatas de guerra Almirante Makarov y Almirante Essen, además de tres submarinos, cinco buques de asalto anfibio y varias patrulleras y barcos lanzamisiles. El centro de estudios añade que el 2 de octubre seguían en el cuartel general de la flota en Crimea un submarino de la clase Kilo y cuatro barcos de desembarco anfibio. De los navíos evacuados, unos pocos han sido trasladados al puerto de Feodosia, situado en el este de Crimea y más protegido de potenciales ataques por su orografía costera. El Kremlin todavía no se ha pronunciado sobre el traslado de su flota.

Ucrania destruyó el año pasado el buque insignia de la Flota del Mar Negro, el Movska, pero no fue hasta principios de este verano cuando realmente comenzó a morder las capacidad navales rusas con el uso de drones y misiles de crucero. Una campaña que se intensificó a medida que el Kremlin redoblaba sus ataques sobre Odesa y otros puertos ucranianos tras salirse del acuerdo del grano auspiciado por Naciones Unidas. El pasado 22 de septiembre uno de sus misiles hizo diana en el cuartel general de la flota rusa en Sebastopol, un ataque que dejó más de 30 muertos y un centenar de heridos. Esta misma semana sus fuerzas especiales llegaron a desembarcar en Crimea tras alcanzarla en lanchas rápidas, según la inteligencia militar de Kiev, donde se enfrentaron con los soldados rusos durante unas horas.

Acuerdo para una base de la Armada rusa en Abjasia

Pero Moscú no renuncia a Crimea ni renuncia a ser la potencia hegemónica -- con permiso de Turquía-- en el mar Negro. Pocas horas después de que sus miliatares provocaran una masacre en un pueblo de Jarkov, donde un misil mató al menos a 50 personas que se habían reunido junto a comercio de alimentación para honrar a un vecino recientemente fallecido, el Kremlin puso otra pica en esa suerte de lago interior que comunica con el Mediterráneo.

El presidente de la república secesionista de Abjasia, Aslan Bzhania, anunció un acuerdo para establecer una base permanente de la Armada rusa en la región de Ochamchira, situada al sureste de Sochi, donde Vladímir Putin gusta de pasar parte de sus vacaciones. Como sucede con Osetia del Sur, la región georgiana de Abjasia está ocupada por las tropas rusas desde 2008, cuando Rusia y Georgia se enfrentaron en una breve contienda. Las autoridades de Tiblisi calificaron el acuerdo de "grave violación" a su soberanía e integridad territorial, según informa Efe, además de "otro intento de provocación para legitimar la ocupación ilegal de Abjasia y Tsjinvali", la capital de Osetia del Sur, el otro territorio que se ha independizado de facto de Georgia.