Guerra de Ucrania

El líder de Wagner acusa al Ejército ruso de bombardear sus posiciones y pide "atacar" a los mandos militares de Rusia

UKRAINE-CRISIS/PRIGOZHIN-WAGNER

UKRAINE-CRISIS/PRIGOZHIN-WAGNER / Reuters

EFE

EFE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El jefe del grupo paramilitar ruso Wagner, Yevgueni Prigozhin, ha llamado este viernes a "poner freno" a la comandancia militar rusa, acusándola de bombardear sus posiciones en la retaguardia del frente con Ucrania. "El comité de comando del grupo Wagner decidió que hay que poner freno a quienes tienen responsabilidad militar en el país", ha anunciado Prigozhin en un mensaje de audio, llamando a no oponer "resistencia" a sus milicianos.

Anteriormente, un canal de Telegram de la organización de mercenarios ha denunciado que se había lanzado "un ataque con misiles contra campos de entrenamiento de Wagner" y que había dejado "muchas víctimas". "El golpe ha sido asestado (...) por militares del Ministerio de Defensa ruso", destaca el mensaje. El Grupo Wagner ha advertido de que cuenta con hasta 25.000 paramilitares en sus filas y que van a "averiguar por qué está pasando este caos", el cual aseguran "es verdad". "Todos los que quieran pueden unirse. Debemos terminar con esta desgracia", ha señalado la organización, agregando que es necesario "frenar el mal" dentro de la cúpula militar rusa.

El Ejército ruso negó de inmediato haber bombardeado bases de la milicia rusa Wagner, tal y como afirmó el jefe de ese grupo, evidenciando las tensiones existentes entre las fuerzas de Moscú que combaten en Ucrania. "Los mensajes y vídeos difundidos en las redes sociales por Y. Prigozhin sobre supuestos 'bombardeos del Ministerio ruso de Defensa contra bases de retaguardia del grupo paramilitar Wagner' no se corresponden con la realidad y son una provocación", indicó ese ministerio en un comunicado.

Tensiones con los mandos

Las tensiones entre los mandos militares rusos, en particular el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, y el jefe del Estado Mayor, Valéri Guerásimov, son evidentes desde hace meses. El líder de Wagner ha llegado a acusarles de no suministrarles suficiente munición durante la sangrienta batalla de Bajmut, en la que sus milicianos llevaron el peso de los ataques, amenazando incluso con abandonar sus posiciones. Estas últimas palabras pronunciadas este viernes constituyen una escalada verbal en toda regla, y muchos observadores ven en ellas el inicio de una guerra civil en el seno de Rusia.

La reacción de las autoridades judiciales rusas no se ha hecho esperar. El Servicio Federal de Rusia ha abierto este viernes una causa penal contra el líder de Wagner por incitar a la rebelión armada después de que acusara al Ministerio de Defensa ruso de atacar campos de entrenamiento del grupo paramilitar.

"Las acusaciones difundias en nombre de Yevgeny Prigozhin no tienen fundamento. En relación con estas declaraciones, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia ha abierto un caso penal por el hecho de llamar a una rebelión armada", ha informado el Comité Nacional Antiterrorista, según ha recogido la agencia de noticias TASS.

El Código Penal ruso castiga con penas de prisión de entre 12 a 20 años la rebelión armada, que busca "derrocar o cambiar por la fuerza el sistema constitucional de la Federación rusa, así como violar la integridad territorial" de Moscú. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha asegurado que el presidente ruso, Vladimir Putin, está al tanto de la situación en torno a Prigozhin, sin ofrecer más detalles al respecto, ha recogido la agencia de noticias Interfax.