OPERACIÓN POLICIAL

La Policía de Brasil registra la casa de Bolsonaro por un falso certificado de vacuna contra el covid

Bolsonaro elude toda responsabilidad en la intentona golpista del 8 de enero en Brasil

 

Los datos de vacunación del exmandatario, varios de sus familiares y asesores habrían sido manipulados para obtener el acceso a Estados Unidos

La Policía de Brasil registra la casa de Bolsonaro por un falso certificado de vacuna contra el covid.

La Policía de Brasil registra la casa de Bolsonaro por un falso certificado de vacuna contra el covid.

EFE

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¿Se terminan los días de impunidad de Jair Bolsonaro? Los analistas políticos brasileños coinciden en que la entrada de la Policía Federal (PF) en la residencia del expresidente en busca de documentos relacionados con una presunta falsificación de certificados de vacunación contra la covid-19, abre por primera vez esa posibilidad desde que asumió Luiz Inacio Lula da Silva. Sobre Bolsonaro y su familia recae la sospecha de haber manipulado sus historial de vacunas para obtener el acceso a Estados Unidos. Las inserciones falsas, estima la PF. se llevaron en noviembre de 2021 y diciembre de 2022, cuando el derrotado presidente ya había organizado su viaje a Orlando, consumado el anteúltimo día de 2022, para no participar de la ceremonia de transmisión de mando.

Las acciones de este miércoles buscan además esclarecer si el excapitán del Ejército forma parte de una presunta organización delictiva que incluía datos falsos sobre la covid-19 en los sistemas que recopilaban esa información en el Ministerio de Salud. La pandemia provocó casi 685.000 víctimas fatales y el Gobierno de ultraderecha ha sido duramente criticado por la subestimación de un problema global que llevó al propio mandatario a hablar de una "gripecita".

De acuerdo con la PF: los Bolsonaro "pudieron emitir los respectivos certificados de vacunación y utilizarlos para eludir las actuales restricciones sanitarias impuestas por las autoridades públicas (Brasil y Estados Unidos) destinadas a prevenir la propagación de enfermedades contagiosas, en este caso, la pandemia de covid".

La molestia de Bolsonaro

El expresidente reaccionó airado ante el allanamiento. "Nunca me pidieron la cartilla de vacunación (para entrar en EE.UU.). No hay ninguna manipulación por mi parte. No me vacuné, y punto. Nunca lo he negado. Hubo gente que me presionó para que lo hiciera, naturalmente. Pero no lo hice, porque leí el prospecto de Pfizer", dijo. En diciembre de 2020, Bolsonaro calificó de "idiotas" a quienes buscaban protección en ese fármaco. Consideraba que podría provocar efectos colaterales. Seis meses más tarde, en medio de un alza de las víctimas fatales y los desastres del ministerio de Salud, Bolsonaro cambió la opinión sobre la eficacia de esa vacuna.

El operativo de la PF lo desconcertó. y respondió con argumentos similares a los utilizados durante la pandemia contra los científicos. "Qué bueno sería que estuviéramos en un país democrático, donde se puede hablar de todo. Incluso temas de los que está prohibido hablar en Brasil. Uno de ellos son las vacunas".

Si bien se informó que los teléfonos móviles del excapitán y su esposa, Michelle Bolsonaro, fueron incautados por las autoridades durante el registro, el abogado de la familia sostuvo que los dispositivos no fueron llevados. La operación excedió a su residencia. Se realizaron 16 allanamientos con cinco arrestos en Brasilia y Río de Janeiro, por orden del juez del Tribunal Supremo (STF), Alexandre de Moraes, quien ha sido demonizado sistemáticamente por el anterior Gobierno. El propio expresidente sugirió que el magistrado favoreció la victoria electoral de Lula.

Otras causas

Desde su retorno a Brasil, a fines de marzo, Bolsonaro ha sido interrogado por la policía en el marco de dos causas diferentes: el intento de apropiación de joyas donadas por Arabia Saudita y la eventual relación con el intento de golpe de Estado del 8 de enero. Esa causa judicial es de otro orden por la secuela de muertes que provocó el coronavirus. Según Fabio Zanini, columnista del diario paulista Folha, lo ocurrido con la vcovid-19 "perseguirá" al exmandatario por años porque es un tema sensible "en el que tiene dificultades para justificarse incluso ante sus aliados más cercanos". La pandemia, añade, "es veneno para la imagen de Bolsonaro y lo hace más vulnerable políticamente a las ofensivas judiciales". En ese sentido, tanto Zanini como otros comentaristas estimaron que se prepara lentamente el terreno para un asedio judicial más eficaz contra Bolsonaro. Para Eliane Cantanhêde, columnista de Estado, "Bolsonaro fue sorprendido donde menos se esperaba y crece la hipótesis de un arresto".

Contraofensiva ultraderechista

Pocos días atrás, el excapitán pensaba que faltaba poco para recuperar el centro de la escena política. El pasado lunes fue aclamado por una multitud en Ribeirão Preto, a unos 300 kilómetros de San Pablo. "Mito, mito", corearon los ultraderechistas. El bolsonarismo había cantado también victoria en el Congreso donde no pudo prosperar un proyecto de ley de contra las Fake News, una de las armas preferidas de esa fuerza.

En este contexto se llevó a cabo la acción de la PF. El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flavio Dino, y el vicepresidente, Geraldo Alckmin, defendieron el operativo. "Si alguien viola una norma sanitaria, si comete un delito de falsificación, la llamada malversación digital, que está en el Código Penal, la Policía Federal siempre hará su trabajo, eso es lo que la sociedad espera y esa es la orientación del presidente Lula, que se cumpla con la ley sin interferencia de otros poderes", dijo Dino.