Entrevista | Michael Helmut Roth Presidente de la comisión de exteriores del Parlamento Alemán.

Michael Roth, Bundestag alemán: “Rusia y China intentan dividirnos, debemos mantenernos unidos”

El presidente de la Comisión de Exteriores del Parlamento alemán habla sobre la reciente visita de Pedro Sánchez a Xi Jinping y otros asuntos europeos en una entrevista con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

Michael Roth presidente de la comisión de exteriores del Parlamento Alemán.

Michael Roth presidente de la comisión de exteriores del Parlamento Alemán. / Alba Vigaray

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El socialista Michael Helmut Roth (Heringen, Alemania Occidental,1970) preside la comisión parlamentaria que define los asuntos de la política exterior alemana. Desde el Bundestag, presiona para hacer avanzar una agenda que quiere hacer orbitar en torno a la seguridad o a las amenazas que para él suponen China y Rusia. Pide a España que aproveche la presidencia de la Unión Europea para alinear a los Veintisete respecto a estas amenazas futuras. Como ministro de Estado para la Unión Europea, él mismo presidió un Consejo de Ministros durante la presidencia rotatoria de la canciller Angela Merkel en 2020. Roth, diputado del SPD, partido mayoritario de la coalición de Gobierno alemana, junto a verdes y liberales, es entrevistado por

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

durante una visita a Madrid.

¿Para qué ha venido a España? 

En mi cargo anterior como ministro para la Unión Europea hice muy buenas relaciones con colegas y amigos en el Gobierno español. Ahora, como presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Bundestag alemán, la política exterior y de seguridad es una prioridad de nuestra agenda, y quiero saber más sobre la posición española sobre la guerra de agresión rusa contra la Ucrania, la posición hacia regímenes autoritarios como China y el futuro de nuestro continente. La próxima presidencia española del Consejo de la UE es un momento muy importante, no sólo para España sino también para nosotros, porque tenemos asuntos cruciales por delante. Alemania y España han estado tradicionalmente en sintonía con respecto a Europa. 

Pedro Sánchez acaba de volver de China, donde se ha reunido con su homólogo Xi Jinping. Es el segundo jefe de Gobierno europeo en visitarlo tras su canciller, Olaf Scholz. Usted, ¿está más en línea con la idea de estrechar relaciones con China, como Scholz, o con la de su compatriota Ursula von der Leyen, que mantiene un discurso muy duro con China?

No veo diferencias entre la presidenta de la Comisión y la de mi canciller. Al final, lo que hace falta es que nos mantengamos unidos y hablemos con una sola voz con China. Pekín ha intentado dividirnos. Nadie, ni Alemania ni España, son lo suficientemente fuertes e influyentes como para competir con China. Y tenemos que enfrentarnos a un cambio fundamental allí: China se ha vuelto más autoritaria dentro de su país y más agresiva hacia el exterior. Y eso significa que tenemos que recalibrar nuestra estrategia. La única posibilidad de reforzar nuestros intereses y valores es cooperar, sobre la base de un enfoque integral. También por eso también estoy aquí: para hablar con mis colegas del Parlamento español sobre nuestra estrategia con respecto a una China cada vez más autoritaria y expansiva.

Pero, más allá de la unidad, ¿cómo debería ser la posición común? ¿Más firme?

Claro. China desempeña un papel más agresivo. Pekín no es desde luego un intermediario honesto para una solución pacífica de la agresión rusa contra Ucrania. Pero las relaciones son complicadas. Al mismo tiempo,

China es un socio en lo que respecta al clima

: no veo ninguna posibilidad de una política climática ambiciosa sin China o sin India. Al mismo tiempo, es un competidor en términos comerciales y económicos, para el que el mercado europeo sigue siendo extremadamente importante. En tercer lugar, China claramente no está de acuerdo con nuestros valores. Es un régimen autoritario que coopera estrechamente con Rusia. Y es por eso que tenemos que ser más rotundos y más fuertes en nuestras conversaciones con China.

¿Debemos “desacoplar” nuestras economías?

No me gusta el término “desacoplar”. Nadie quiere desacoplarse de China, ni siquiera Estados Unidos. Lo que realmente necesitamos es un proceso selectivo, comprobar en qué áreas nuestra dependencia de China es demasiado alta. Si estas dependencias afectan a nuestra seguridad nacional, como la tecnología de la comunicación, debemos reducirlas. En Alemania, por ejemplo, tenemos un debate sobre hasta qué punto debemos confiar en la tecnología de la

empresa china Huawei para las redes 5G. 

Ya tenemos una ley que excluye la tecnología china de las áreas más sensibles de las redes 5G, pero actualmente más del 50 % de la red se basa en tecnología Huawei. Las empresas chinas no son independientes. Están bajo el control del gobierno del país. Por eso creo que debemos eliminar toda la tecnología Huawei de nuestras redes. Y tenemos alternativas fiables de empresas europeas, como Nokia o Ericsson. 

También con TikTok por ejemplo…

Sí, este es otro ejemplo.

TikTok está recopilando muchos datos personales

que podrían ser compartidos con el gobierno chino. También se utiliza para promover la propaganda rusa sobre la guerra contra Ucrania. Pero no tiene sentido que cada país de la UE se ocupe de esto por su cuenta. No podemos tener 27 estrategias nacionales, lo que realmente necesitamos es una cooperación más estrecha a nivel de la UE. 

Pero luego está Hungría, que fomenta lazos más profundos con China.

Al final espero sinceramente que Budapest también comprenda que la propia Hungría es solo una marioneta en manos del señor Xi. La única opción es que unamos nuestro potencial como economías y estados de bienestar fuertes, como democracias liberales sólidas. Víctor Orbán, el primer ministro de Hungría, no es sólo un problema para la unidad europea en su posición sobre China. 

Cuando menciona este punto de vista a sus interlocutores en España, ¿qué sensación le da? ¿Estamos alineados o somos más suaves con China?

En primer lugar, agradezco enormemente el apoyo español y la asistencia dada a Ucrania. Ha sido extraordinario. Y Ucrania está muy lejos geográficamente de España. Pero la gente de aquí, la sociedad, apoya a la gente de Ucrania de una manera muy, muy valiente. Es extremadamente importante que expresemos nuestra solidaridad con Ucrania, no solo a nivel nacional, sino también en estrecha colaboración con nuestros amigos de la Unión Europea. Y es bueno que el primer ministro español haya visitado Beijing. La clave es que todos usemos el mismo lenguaje. 

¿Y usted cree que hablamos el mismo lenguaje?

Sí. 

Dice que la ayuda de España a Ucrania ha sido notable, pero en términos de porcentaje del PIB está entre las más bajas de los aliados…

Yo, para empezar, agradezco que la gran mayoría de la población española esté a favor de apoyar a Ucrania, según las encuestas. En eso hay una gran diferencia con otros países europeos, como Italia, donde la aceptación pública del apoyo de Ucrania es menor. En segundo lugar, siempre hay margen de mejora, claro. Y espero sinceramente que el gobierno español, con el firme apoyo del Parlamento, mejore el suministro de ayuda militar a Ucrania en cuanto a municiones y también con más tanques Leopard 2. Esto es extremadamente importante, porque solo si Ucrania gana tendremos una oportunidad real de poner fin a esta guerra. Si la Rusia imperialista gana, yo pronostico más conflictos militares en Moldavia, Georgia y quizás también en los países Bálticos. 

En Alemania tienen también sus diferencias internas. En particular, sobre el envío de Leopard o, en general, sobre cuántas armas, cómo de potentes y cuán rápido se deben enviar a Ucrania. De un lado, los verdes y los liberales [socios de la coalición], que piden más. Del otro, su partido, los socialistas del SPD…

Para una democracia viva es normal discutir respecto a un apoyo militar que tiene tantas implicaciones. Para mi país fue un punto de inflexión, porque históricamente nunca entregamos armas a países en guerra. Cambiamos esa estrategia, ese principio rector. Pero, al final, Alemania es el país de Europa que mejor apoya y asiste a Ucrania. Y no se trata solo del apoyo alemán. Me gustaría invitar a otros miembros de la Unión Europea y de la

OTAN

a contribuir a la alianza europea de tanques. Compartimos lo que tenemos con Ucrania. Pero, al final, en lo que respecta al equipo militar, nos resulta difícil compartir aún más con Ucrania debido a nuestras capacidades limitadas. Tenemos que fortalecer por fin la industria de defensa europea. Tenemos que producir más munición. Eso es clave para Ucrania. Necesitamos el trabajo en equipo europeo: un país sólo no puede.

Hay muchas voces dentro de la Unión Europea pidiendo más autonomía estratégica. incluso algo parecido a un Ejército Europeo y más esfuerzo para lograr una industria militar común. ¿Está de acuerdo con eso? ¿Cree que hay alguna posibilidad de que se logre en un futuro próximo?

En la actualidad estaríamos perdidos sin los Estados Unidos. Sin el apoyo militar, político y económico de los Estados Unidos de América, quizás Ucrania habría perdido ya la guerra. Está muy claro que tenemos que fortalecer nuestras propias capacidades en la Unión Europea dentro de la OTAN. No estoy seguro de si el próximo presidente de Estados Unidos pondrá el foco de la misma manera en los problemas de seguridad de Europa. Hay dos opciones: que se centre en el “América primero” y que ponga

el foco mucho más en la región del Indo-Pacífic

o en lugar de Europa. Y eso significa que tenemos que asumir más responsabilidad sobre nuestra propia seguridad, para garantizar nuestra propia paz. Esta es la principal prioridad de nuestra agenda política: Europa del Este y también de los Balcanes Occidentales. Creo que tenemos que ser más visibles, más rotundos. 

Sobre la presidencia de la UE que comienza Pedro Sánchez en julio: si tuviera que elegir uno o dos dosieres de los que aún están abiertos para darles prioridad, ¿cuáles serían? ¿Migración, interconexiones energéticas, Fondo Europeo de Paz…

La agenda del presidente para la presidencia de la UE suena muy inteligente. Tengo mi propia experiencia como presidente del Consejo de Ministros Europeos durante la presidencia alemana del Consejo. Tienes que ser un intermediario honesto, un moderador, pero también un promotor de temas de interés común. Tengo la impresión de que el exódo y la migración siguen siendo desafíos extremos para muchos países europeos. Y necesitamos una estrategia basada en la responsabilidad compartida, la solidaridad y la humanidad. El segundo desafío es la unidad de la Unión Europea en nuestra relación con los regímenes autoritarios como Rusia o China. Planean dividirnos. Esto es extremadamente arriesgado para nosotros, y creo que una de las principales tareas de la presidencia del Consejo es trabajar arduamente por la unidad, para hablar con una sola voz. Y creo que el gobierno español hará un buen trabajo. 

En términos de inmigración, España intentará ir en la línea de un documento oficioso que firmamos con Italia, Grecia y Malta en el que la idea básica es la de tener cuotas de reparto de inmigrantes dentro de Europa. ¿Está de acuerdo con esa idea?

Intentamos convencer a nuestros socios durante nuestra presidencia del Consejo de que aceptaran las cuotas, un reparto justo de la carga dentro de la Unión Europea. Nadie debería estar solo en lo que respecta a la migración y los refugiados. Pero, al final, debemos tener en cuenta que algunos Estados miembros están estrictamente en contra de las cuotas. Ignoran la necesidad de establecer una estrategia europea. Los nacionalistas y populistas de toda Europa hacen un uso indebido de la inmigración como una amenaza. Dividen a la población europea, y convierten el tema de la inmigración en algo muy tóxico. Mi sugerencia es que los países socialdemócratas y los países liberales cooperen de la mejor manera. España debería contar con Alemania. 

¿Una alianza de países más liberales en términos de inmigración para crear un sistema de cuotas?

Todas esas ideas e iniciativas no son nuevas. Pero lo que realmente necesitamos es ser muy pragmáticos y tener la mente muy abierta. Encontrar una solución práctica aceptable para la gran mayoría de los Estados miembros. Soy bastante escéptico de que alcancemos la unanimidad en el Consejo. Es un tema muy ideológico que los nacionalistas y los populistas utilizan indebidamente. Lamentablemente, hay nacionalistas y populistas en el gobierno de algunos Estados miembros. 

Como sabe, la inmigración es delicada en España. Somos un país fronterizo y tenemos un problema con Marruecos, que llegó a permitir la entrada por Ceuta de más de 8.000 personas al mismo tiempo. Eso en cierto modo definió nuestra relación exterior con el país magrebí. Hemos llegado a un acuerdo con Rabat y aceptado su solución del Sáhara Occidental como una autonomía dentro de Marruecos como la solución más creíble y seria. ¿Cree usted también que esta es la solución más seria? ¿Tiene una postura respecto al Sahara?

No quiero dar lecciones a mis colegas españoles sobre este asunto. Sé lo delicado que es este tema en España, pero también en Marruecos. Lo que realmente redunda en nuestro interés común es una cooperación basada en la confianza. Lo que ayudaría son acuerdos entre los países de origen y de tránsito y la Unión Europea. 

¿Se discute el tema del Sáhara Occidental en la Comisión que usted preside en el Parlamento?

Honestamente, estamos muy ocupados por la agresión rusa contra Ucrania, por la situación dramática en Irán, en Oriente Medio, en Israel. Tenemos muchas misiones, por ejemplo en Malí. El Bundestag alemán desempeña un papel crucial en lo que respecta a las misiones militares: sin mandato parlamentario la capacidad de acción del Gobierno alemán es muy limitada con respecto a los despliegues de fuerzas armadas en el extranjero. Tenemos una agenda muy apretada. Pero me llevaré el tema a Berlín como sugerencia.