Derechos humanos

Human Rights Watch denuncia que el Reino Unido y EEUU cometieron crímenes contra la humanidad en el archipiélago de Chagos

La organización no gubernamental insta a Washington y Londres a "brindar reparaciones completas al pueblo chagosiano, incluido su derecho a regresar a vivir a su tierra natal"

El Gobierno británico expulsó a unos 2.000 residentes hacia la república de Mauricio y las vecinas islas Seychelles para hacer sitio a una base militar

Un atunero europeo en el puerto del archipiélago de las Seychelles, a más de 1.500 kilómetros de distancia del archipiélago Chagos, en el océano Índico.

Un atunero europeo en el puerto del archipiélago de las Seychelles, a más de 1.500 kilómetros de distancia del archipiélago Chagos, en el océano Índico. / SPA

AGENCIAS

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Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este miércoles que el Reino Unido y Estados Unidos cometieron un crimen contra la humanidad en el archipiélago de Chagos, en el océano Índico. Según afirma la oenegé, durante las décadas de los años sesenta y setenta del siglo pasado, las autoridades británicas y estadounidenses forzaron el desplazamiento de las personas que residían en las islas.

En un informe de más de 100 páginas y basado en testimonios y documentos oficiales, la organización no gubernamental subraya que la "persecución racial" de Londres con el apoyo de Washington en este archipiélago situado al noreste de Mauricio constituye "un crimen colonial". El documento investiga cómo Estados Unidos, con la colaboración de Reino Unido, expulsó a esas comunidades para construir una base militar estadounidense en el territorio. Por ello, HRW ha instado a ambas administraciones a "brindar reparaciones completas al pueblo de Chagos, incluido su derecho a regresar a vivir a su tierra natal".

Según el principal asesor legal de HRW y autor de la investigación, Clive Baldwin, "al tratar a todos los chagosianos como personas sin derechos, el Reino Unido está cometiendo en la actualidad un crimen colonial atroz". En concreto, la organización identifica tres crímenes contra la humanidad: un crimen colonial continuado de desplazamiento forzado, la prevención del retorno a sus hogares y la persecución racial y étnica, por parte del Reino Unido.

Una portavoz del ministerio británico de Relaciones Exteriores ha refutado "categóricamente" la acusación de HRW. Ha añadido que "el Reino Unido lamenta profundamente la forma en que habitantes de Chagos fueron expulsados del territorio británico del océano Índico -llamado British Indian Ocean Territory (BIOT)-, a finales de la década de los 60 y a principios de los setenta" y el Gobierno está "comprometido a apoyarlos, mediante un importante paquete de apoyo y una nueva vía de ciudadanía británica lanzada en noviembre", ha añadido.

Islas en disputa

El archipiélago de Chagos es el centro de una disputa que se remonta a más de cinco décadas. Desde 1965, está administrado por el Reino Unido, que decidió establecer una base militar conjunta con Estados Unidos en la isla principal de Diego García. El Gobierno británico expulsó a unos 2.000 residentes hacia la república de Mauricio y las vecinas islas Seychelles para hacer sitio a la base militar y los mauricianos de Chagos acusan al Reino Unido de "ocupación ilegal".

Mauricio, que obtuvo la independencia en 1968, reclama el territorio de las Chagos y su soberanía. Una resolución de la Asamblea General de la ONU de mayo de 2019 pide, entre otras cosas, "reconocer el archipiélago de Chagos como parte integrante del territorio de Mauricio, apoyar la descolonización de Mauricio lo antes posible y abstenerse de obstruir este proceso". Esta resolución siguió a una sentencia en el mismo sentido dictada por el Tribunal Internacional de Justicia unos meses antes.

El mes pasado, el Reino Unido y Mauricio iniciaron conversaciones sobre la soberanía del archipiélago, pero según el ministro británico de Relaciones Exteriores, James Cleverly, ambos países acordaron que la base militar siguiera funcionando.