Terrorismo

Crece la amenaza yihadista en Nigeria tras el ataque a una cárcel

Las autoridades nigerianas han difundido las fotos de los delincuentes que huyeron durante el asalto

Un tanque utilizado por miembros del grupo yihadista Boko Haram

Un tanque utilizado por miembros del grupo yihadista Boko Haram / EFE/Henry Ikechukwu

France Presse

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El reciente atentado contra una prisión cerca de la capital de Nigeria, reivindicado por el grupo del Estado Islámico, es un recordatorio de la creciente amenaza de los yihadistas en el país más poblado de África, según los analistas. Durante la noche del 5 de julio, más de 100 hombres armados asaltaron la prisión de Kuje, en las afueras de Abuja, y utilizaron explosivos para liberar a cientos de reclusos -la mayoría de los cuales fueron recapturados poco después-, entre ellos unos 70 yihadistas. La policía, que sigue buscando a los fugados, ha difundido fotos de los yihadistas que huyeron durante el asalto.

El ataque a la prisión de Kuje representa una "vergüenza nacional" con importantes implicaciones para la seguridad, ha afirmado un alto funcionario de la lucha antiterrorista nigeriana. Algunos de los fugados son militantes de alto rango, ha dicho. "El atentado, naturalmente, los envalentonará", ha insistido la fuente y ha añadido que "es un gran impulso psicológico para ellos".

El atentado tuvo lugar a sólo 20 km del aeropuerto internacional de Abuja y a 40 km de la villa presidencial, a cientos de kilómetros de donde suelen actuar los grupos yihadistas. Los analistas ven el ataque como una señal de la creciente capacidad de los yihadistas para amenazar zonas más allá de su bastión del noreste, el epicentro de una insurgencia de 13 años que ha matado a 40.000 personas y desplazado a 2,2 millones. "El atentado de Kuje, reivindicado por Iswap (Estado Islámico en África Occidental), representa un fracaso monumental en la recopilación de información", ha insistido la consultora nigeriana SBM Intelligence. El Iswap "envía un claro mensaje de que son capaces de golpear Abuja cuando quieran", ha dicho la fuente.

Fallo de seguridad

Durante una breve visita a la prisión de Kuje la semana pasada, el presidente Muhammadu Buhari se preguntó cómo podía haber ocurrido un ataque de este tipo. El ex general termina su segundo mandato criticado por la violencia casi generalizada en su país. La seguridad será una cuestión crucial en las elecciones presidenciales de febrero de 2023, a las que Buhari no se presenta.

El día del ataque a la prisión de Kuje, los residentes informaron de que habían escuchado fuertes explosiones y disparos después de las 10 de la noche. "Vinieron en número", dijo el portavoz del servicio penitenciario Abubakar Umar. Los atacantes dispararon a los guardias, mientras que otros liberaron a los reclusos y quemaron vehículos fuera de la prisión, dijeron los funcionarios de la prisión. "El ataque al centro penitenciario es sintomático del fracaso de la seguridad", dijo el presidente del Senado, Ahmad Lawan.

Abuja, "rodeada"

El último gran ataque en Abuja fue en junio de 2014, cuando 21 personas murieron tras un atentado en un centro comercial. Dos meses antes, otro atentado con bomba, esta vez en una estación de autobuses, mató a 80 personas.

En 2015, cuando Buhari fue elegido presidente, el grupo yihadista Boko Haram controlaba amplias franjas del estado nororiental de Borno. Pero las tropas nigerianas y chadianas consiguieron hacer retroceder a Boko Haram a los bosques. Tras ello, Iswap se separó de Boko Haram y las dos facciones se enzarzaron en una guerra interna que condujo a la muerte el año pasado del líder de Boko Haram, Abubakar Shekau. Desde entonces, la amenaza yihadista ha evolucionado, según los analistas y las fuentes de seguridad.

"Por primera vez desde su formación en 2016, Iswap llevó a cabo ataques en los estados de Taraba (este), Kogi y Níger (centro), así como en Abuja en 2022", señala en una nota el investigador del Institute for Security Studies (ISS) Malik Samuel. Iswap ha sido el grupo yihadista dominante en el noreste desde la muerte de Shekau.

Para empeorar las cosas, bandas criminales fuertemente armadas - los "bandidos" - atacan con frecuencia los pueblos, secuestran y matan a un gran número de personas en el noroeste y el centro del país. "Abuja está rodeada de estados como Níger y Kogi, donde se han producido fugas de cárceles y atentados terroristas", afirma Don Okereke, analista afincado en Lagos y antiguo militar.