El Papa pide una tregua

Los civiles huyen del este de Ucrania, que se prepara para "grandes batallas"

Guerra en Ucrania: última hora de la invasión rusa

"Ucrania está lista para grandes batallas. Debe ganarlas, incluido en el Donbás", afirma el negociador Mijailo Podoliak

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La guerra de Ucrania entra en una nueva fase, con el frente del este del país como campo de batalla, después de que la ofensiva rusa del norte, que pretendía alcanzar Kiev, se haya estrellado contra unas fuerzas armadas ucranianas mejor pertrechadas y motivadas de lo que el Kremlin supuso cuando planificó el ataque. “Ucrania está lista para librar grandes batallas, incluso en el Donbás. Y cuando esto ocurra, Ucrania tendrá una posición negociadora fuerte que le permitirá dictar algunas condiciones”. Son palabras de Mijailo Podoliak, uno de los representantes ucranianos en las hasta ahora infructuosas mesas de negociación. Ucrania, ha venido a decir Podoliak, confía que un nuevo revés en el Donbás precipitará, tal vez antes de un mes, un cara a cara entre Putin y Zelenski que ponga fin al conflicto.

La guerra, a pesar de estas declaraciones, entra en una nueva fase porque en el este, Rusia tiene posiciones territoriales más consolidadas y ello obligará a Ucrania, según los expertos militares occidental, a cambiar las tácticas hasta ahora empleadas, útiles para frenar un avance, pero menos eficaces si Rusia concentra todo su arsenal en un único frente.

La retirada rusa del norte continúa deparando horrores. En Buzova, a las afueras de Kiev, ha sido descubierta una fosa común repleta de cadáveres. Lo ocurrido en Bucha no fue una excepción. Es el paisaje habitual ahí donde los soldados rusos se baten en retirada. Por eso, ante el inminente recrudecimiento de las batallas al este del país, las autoridades ucranianas tiene como prioridad evacuar cuanto antes a la población civil de las principales ciudades convertidas en frente de batalla, como Jarkov, Lisichansk y Mariupol, pero también de los pequeños pueblos, porque es donde hasta ahora se han descubierto los posibles casos de crímenes de guerra.

La nueva fase de la guerra vendrá marcada, en parte, porque toma el control del operativo por parte rusa el general Alexander Dvornikov, al que Vladimir Putin ha decidido poner al frente de sus ejércitos en Ucrania. Es un militar, como demostró en Siria, implacable en la estrategia de la tierra quemada. Por parte ucraniana, la nueva etapa vendrá marcada, probablemente, por el material cada vez más competitivo que están recibiendo sus fuerzas armadas procedente de los países occidentales. La visita de Boris Johnson a Volodímir Zelenski en Kiev ha tenido un importante carácter político, pero también militar. El Reino Unido ha comenzado a enviar una nueva y mejor hornada de misiles antitanque, de mayor alcance (unos siete kilómetros hasta el objetivo) de los que hasta ahora había utilizado.

De hecho, la guerra de Ucrania está alterando el mapa armamentístico europeos a gran velocidad. Por una parte, los antiguos países de la órbita soviética están enviando a Ucrania buena parte de los arsenales que aún conservan de aquella época, sobre todo porque se trata del material con el que más están familiarizados sus soldados, pero ese vaciado de las ‘despensas’ está comenzando a ser compensado por la llegada de armamento occidental más moderno. En cierto modo, a la par que las hojas del calendario de la guerra van cayendo, la OTAN está renovando su línea de defensa este.

"El conflicto ya ha producido consecuencias a largo plazo para nuestra seguridad”, ha explicado, en una entrevista al diario británico ‘The Telegraph’, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. “La OTAN necesita adaptarse a la nueva realidad", ha subrayado.

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea, por su parte, se reunirán este lunes para evaluar la situación después del viaje de apoyo a Kiev que realizaron el pasado viernes Josep Borrell y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.