Decisión histórica

Biden elige a Ketanji Brown Jackson como primera jueza negra del Supremo

Progresista, su nominación mantiene la composición ideológica del Alto Tribunal, dominado por seis conservadores

Ketanji Brown Jackson elegida por Biden jueza del tribunal supremo

Ketanji Brown Jackson elegida por Biden jueza del tribunal supremo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha cumplido una de sus promesas de campaña y ha anunciado este viernes la selección de la primera jueza negra para el Tribunal Supremo en sus 233 años de historia. La seleccionada es la magistrada Ketanji Brown Jackson, de 51 años, que cuando sea confirmada por el Senado, en control demócrata, sustituirá al juez Stephen Breyer, que en enero anunció su retirada.

Con la selección de Brown Jackson se mantendrá la composición ideológica del Supremo, el determinante tribunal de nueve miembros dominado por seis jueces conservadores, donde el centrista Breyer ha ido alineándose cada vez más con el ala progresista, que ahora estará representada por tres mujeres: Brown Jackson, Elena Kagan y Sonia Sotomayor.

Pedigrí e hitos

Nacida en Washington DC y criada en Miami, casada y madre de dos hijas, Brown Jackson tiene todo el pedigrí y las credenciales habituales para llegar a la influyente posición, incluyendo la titulación en Harvard y la experiencia en tribunales federales. Suma, no obstante, algo inusual y que reclamaban abogados y activistas progresistas en las nominaciones judiciales de los demócratas: la experiencia como abogada en casos penales y, en un hecho sin precedentes, como abogada de oficio.

En ese trabajo, que desempeñó tanto a nivel federal como luego en la práctica privada, Brown Jackson ha representado desde a indigentes hasta a presos de Guantánamo, luchando contra la detención indefinida en la infame prisión en la base estadounidense en Cuba. También fue nombrada por Barack Obama como vicepresidenta de la Comisión de Sentencias, donde ya estaba trabajando, y donde se concentró en reducir sentencias injustas y desproporcionadas.

Críticas de los republicanos

Aunque algunos republicanos han cuestionado a Biden por optar por tomar su decisión teniendo en cuenta la raza y el género, y este mismo viernes retomaban las críticas, y también aunque se intensificará la oposición de grupos y lobis conservadores, el presidente confía en lograr que Jackson consiga respaldo de algunos republicanos en su confirmación.

La jueza ya se ha sometido a ese proceso dos veces: primero en 2012 para entrar en un Tribunal Federal de Distrito y el año pasado para llegar al influyente Tribunal Federal de Apelaciones en Washington DC, y en ese segundo examen tres republicanos le dieron su voto (los senadores Lindsey Graham, Susan Collins y Lisa Murkowski).

En ese proceso Brown Jackson enfrentó preguntas por su trabajo como abogada de oficio de los republicanos, que le cuestionaron si no le preocupaba haber contribuido a sacar a criminales violentos a las calles o representar a presos de Guantánamo. En una de sus respuestas, por escrito, ella defendió que veía el trabajo como una oportunidad de “ayudar a gente que lo necesita y promover valores constitucionales centrales” como el derecho a representación legal para cualquier acusado “sin que importen su capacidad económica y pese a la naturaleza de las acusaciones”.

“Tener abogados que pueden aparcar sus propias creencias sobre la supuesta propensión de sus clientes a cometer crímenes beneficia a todas las personas en EEUU porque incentiva al gobierno a investigar profundamente las acusaciones y a proteger los derechos de los acusados durante el proceso penal”, escribió también.

Decisiones contra Trump

En su tiempo en el banquillo federal la magistrada tomó algunas decisiones notables contra la Administración de Donald Trump. Bloqueó, por ejemplo, un intento de acelerar las deportaciones y otro para intentar quitar fondos a programas de prevención de embarazo adolescente. También impidió que el entonces presidente republicano blindara a uno de sus abogados para que no declarara ante el Congreso. “Los presidentes no son reyes. No tienen súbditos, obligados por lealtad o sangre, cuyo destino tienen derecho a controlar”, escribió en aquella decisión.

Brown Jackson también sentenció a cuatro años de cárcel al protagonista del ‘pizzagate’, un creyente en teorías de la conspiración que disparó en una pizzería de Washington. Recientemente, desde el banquillo del tribunal federal de apelaciones, rechazó uno de los intentos de Trump de bloquear la entrega de documentos a la comisión del Congreso que investiga el asalto al Capitolio.