Tensión bélica en el Este

La UE y la OTAN piden por escrito a Rusia que opte por el diálogo

"Estamos en un momento peligroso", dice el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tras recibir al primer ministro británico, Boris Johnson

El primer ministro británico, Boris Johnson, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Bruselas.

El primer ministro británico, Boris Johnson, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Bruselas. / OLIVIER HOSLET

Silvia Martinez

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Hace una semana que el ministro de exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, pidió por escrito a algunos países de la Unión Europea y de la OTAN una “respuesta clara” e individual sobre cómo ven el refuerzo de su propia seguridad en Europa. Una petición de aclaraciones que ya tiene respuesta europea y aliada aunque no a nivel nacional, como exigía Moscú, sino colectiva en una demostración de unidad más de los Veintisiete y sus aliados. Tanto el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, como el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, han sido los encargados de trasladar el sentir colectivo frente al nuevo intento de dividir de Moscú, a través de sendas cartas.

“He contestado en nombre de los Estados miembros de la UE a las cartas que recibieron del ministro Lavrov”, ha confirmado el alto representante para la política exterior de la UE. “Las tensiones y los desacuerdos deben resolverse a través del diálogo y la diplomacia. Pedimos a Rusia que rebaje y dé marcha atrás en el refuerzo militar en Ucrania y Bielorrusia”, ha reclamado el político español sobre una carta firmada y enviada en nombre de los Veintisiete y que responde, según ha explicado su portavoz, a todas las cuestiones planteadas por Lavrov en su misiva de finales de enero.

La misma línea política ha marcado desde la OTAN su secretario general que ha confirmado el envío de una segunda misiva que confirma la férrea unidad, cohesión y sincronización que mantienen ambas organizaciones ante la escalada de las tensiones y el continuo desafío de Moscú. Stoltenberg ha reiterado que sigue en pie la oferta de diálogo en el marco del Consejo OTAN-Rusia, que están preparados para “escuchar las preocupaciones de Rusia” y “listos para discutir formas de fortalecer los principios fundamentales de la seguridad europea que todos hemos firmado”. 

El político noruego, cuyo mandato expira el próximo 1 de diciembre, ha enumerado las iniciativas propuestas para destensar la situación y buscar una solución al enfrentamiento que mantienen desde que Rusia se anexionara ilegalmente la península ucraniana de Crimea: desde sesiones de información mutuas sobre ejercicios militares y política nuclear, hasta vías para aumentar la transparencia y reducir el riesgo de actividades militares y ciberamenazas así como una “conversación seria” sobre control de armas, incluidas armas nucleares y misiles de corto y medio alcance . 

Albares y Johnson, en Bruselas

“Es una agenda para un diálogo significativo” pero “no habrá compromiso sobre principios fundamentales”, ha vuelto a reiterar Stoltenberg en respuesta a las dos grandes exigencias del Kremlin: retirar tropas de los países aliados del este y frenar la ampliación de la OTAN a socios como Ucrania y Georgia. El envío de las misivas ha coincidido con una nueva ronda de contactos al más alto nivel político. Stoltenberg ha hablado por teléfono con el secretario de estado estadounidense, Antony Blinken, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski y se ha reunido en la sede de la Alianza Atlántica con el primer ministro británico, Boris Johnson y con el ministro de exteriores español, José Manuel Albares, para hablar de la situación en Ucrania y preparar la cumbre de líderes de la OTAN de Madrid que tendrá lugar a finales de junio, que también ha aprovechado su viaje oficial a Bruselas para reunirse con Josep Borrell.

"Este es un momento peligroso para la seguridad europea. El número de tropas rusas crece y el plazo de aviso ante un posible ataque disminuye. La OTAN no es una amenaza para Rusia pero tenemos que prepararnos para lo peor al tiempo que permanecemos firmemente comprometidos a encontrar una solución política", ha avisado Stoltenberg durante una comparecencia. En su opinión el reajuste militar de la OTAN no solo es necesario sino que ofrece una "clara señal" al Kremlin de que Rusia tiene una opción: "puede elegir una solución diplomática, y estamos dispuestos a sentarnos, pero si elige la confrontación, pagará un precio alto precio", ha recordado. Y ese elevado precio, ha precisado, serán sanciones: "Habrá sanciones económicas. Habrá una mayor presencia militar de la OTAN en la parte oriental de la alianza, y por supuesto, las fuerzas de defensa de Ucrania son más fuertes ahora de lo que eran en 2014 porque están mejor equipadas, mejor entrenadas, mejor lideradas", ha anunciado.