Elecciones alemanas 26-S

Scholz: un perfil monótono para devolver al SPD a la cancillería

Hijo de una familia de trabajadores de la industria textil y crecido en Hamburgo, el candidato socialdemócrata es un hombre de partido

Ha construido una imagen de gestor gris y eficaz del que no se esperan sobresaltos. Su campaña, a la defensiva y centrada en no cometer errores

Olaf Scholz, candidato del SPD en las elecciones generales alemanas, vota este 26 de septiembre de 2021 en su municipio, en Potsdam, al este del país.

Olaf Scholz, candidato del SPD en las elecciones generales alemanas, vota este 26 de septiembre de 2021 en su municipio, en Potsdam, al este del país. / AFP / WOLFGANG RATTAY

Andreu Jerez

Andreu Jerez

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El 30 de noviembre de 2019 no fue un día fácil para Olaf Scholz: el hoy candidato a canciller del SPD tuvo que ver cómo las bases le decían ‘no’ a su pretensión de presidir el partido de toda su vida en unas primarias claves para el futuro de la socialdemocracia alemana, sumida en una seria crisis existencial. En su lugar, se impuso la candidatura del ala izquierda, formada por la dupla de perfectos desconocidos Saskia Esken y Norbert Walter-Borjans. La carrera política de Scholz parecía condenada a caer por su propio peso.

Más de un año y medio después, Scholz tiene la opción de convertirse en el próximo canciller federal de Alemania. Contra pronóstico y contra la lógica que dominaba las encuestas electorales hasta hace pocos meses, la elección del candidato a la cancillería anunciada por la presidencia izquierdista del SPD el verano de 2020 ha dado sus frutos. El SPD consiguió ganar 10 puntos de intención de voto en la recta final de la campaña. Y el factor Scholz parece haber jugado un papel clave en esa recuperación. Los primeros datos del escrutinio sitúan al SPD ligeramente por encima de los democristianos de la CDU.

Pero ¿quién es Olaf Scholz? Nacido el 14 de junio en Osnabrück (Baja Sajonia, oeste de Alemania) como hijo de una familia de trabajadores de la industria textil y crecido en Hamburgo, es un hombre de partido. Tras estudiar Derecho y cumplir con su servicio social sustitutorio del servicio militar, comenzó a trabajar como abogado laboralista. Combinó la abogacía con su militancia en el SPD, de cuyas juventudes fue vicepresidente entre 1982 y 1988. En su biografía oficial asegura que se metió en política por la fascinación de sus padres por las dos grandes figuras de la socialdemocracia alemana del siglo XX: Willy Brandt y Helmut Schmidt.

Desde el cargo de alcalde-gobernador de Hamburgo Scholz construyó un perfil político con la vista puesta en la política federal

En 1998, se convirtió en diputado federal tras ganar el mandato directo en el distrito hamburgués de Altona, donde creció. A partir de ese momento, comienza una carrera política en toda regla: ministro del Interior de la ciudad-estado de Hamburgo, líder de la fracción parlamentaria del SPD en el Parlamento federal, ministro federal de Trabajo y Asuntos Sociales, y alcalde-gobernador de Hamburgo. Desde este último cargo construyó un perfil político con la vista puesta en la política federal.

Candidato merkeliano

Scholz es un político monótono, sin carisma y sin una gran capacidad oratoria. Es, como dicen algunos analistas, el candidato más merkeliano. En 2018, después de que su partido obtuviese el peor resultado en unas elecciones federales y entrase nuevamente en una gran coalición con la unión conservadora de la CDU-CSU, accedió al ministerio federal de Finanzas y se convirtió en vicecanciller

A la sombra de Merkel, ha construido una imagen pública de gestor gris y eficaz del que no se esperan sobresaltos. Sobre esa imagen ha basado el SPD su campaña electoral, a la defensiva y centrada en no cometer errores. Ello le podría bastar a la socialdemocracia alemana para volver a ocupar la cancillería federal en la primera legislatura de la era post-Merkel.