Drama humanitario

El canal de la Mancha registra un aumento sin precedentes de pateras rumbo a Inglaterra

El número de migrantes por vía marítima ya ha rebasado a estas alturas del año la cifra alcanzada en 2020

El Reino Unido transferirá 62,7 millones de euros a Francia para reforzar la vigilancia en el canal

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canal / Vickie Flores / EFE

Begoña Arce

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El canal de la Mancha está viviendo un incremento sin precedentes de embarcaciones con migrantes indocumentados tratando de llegar a las costas de Inglaterra. Una vía peligrosa y minoritaria, pero en auge, debido a los controles fronterizos cada vez más inexpugnables en ferris y camiones que cruzan desde Francia a Gran Bretaña. Hasta el momento, 12.000 migrantes han intentado la travesía en pequeños barcos desde el comienzo del 2021, una cifra que ya rebasa los 8.500 del 2020 y los 2.300 del 2019. En un sólo día este verano desembarcaron 828 demandantes de asilo.  

Del puerto galo de Calais al británico de Dover apenas hay 34 kilómetros, pero esa distancia puede llegar a ser de hasta 240 kilómetros en otros puntos del Canal. Las frágiles embarcaciones utilizadas por las redes de traficantes aprovechando la noche se hallan a merced de fuertes corrientes, grandes mareas y el cambio brusco de condiciones meteorológicas en la zona. A eso se suma la circunstancia de que esta franja del Atlántico es una de las vías de navegación con mayor tráfico del mundo. Cada día la transitan más de 500 barcos.

"Salvar a todo el mundo"

La situación no es ni mucho menos tan desesperada como las tragedias que vemos a diario en el Mediterráneo, pero ya ha habido una docena de muertes y se han sucedido los rescates en el mar de migrantes en peligro. Si se han evitado muchos desastres ha sido gracias a la intervención de los miembros de la Real Institución Nacional de Salvavidas (RNLI), que opera con sus lanchas rápidas de color naranja en las costas de Gran Bretaña e Irlanda. Los británicos están profundamente orgullosos de esta organización sin ánimo de lucro fundada en 1824 que cuenta con 40.000 voluntarios. Sus últimas operaciones han sido el rescate de migrantes a punto de ahogarse, algo que le valió la ira de la extrema derecha, cuando Nigel Farage les acusó de haberse convertido en “un servicio de taxi” para las bandas ilegales.

En varias playas los miembros del RNLI fueron insultados, abucheados y amenazados. Lejos de disculparse los equipos reivindicaron su tarea. “Nuestra organización existe para salvar vidas en el mar. Nuestra misión es salvar a todo el mundo”, respondió a las agresiones Jayne George, directiva del RNLI. La reacción de los británicos fue ejemplar. Las redes sociales se volcaron con los rescatadores. Personajes como el exfutbolista y popular comentarista deportivo Gary Lineker y la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, alabaron el trabajo del RNLI y los donativos del público aumentaron un 3.000%. En un solo día se llegaron a recaudar 232.000 euros.

Hostilidad y punición

La xenofobia de la extrema derecha está en consonancia con la obsesión por las cifras de migración del ministerio de Interior británico. Su titular, Priti Patel, ha exacerbado la hostilidad hacía cualquiera llegado de fuera. El Brexit ya cerró las puertas a los europeos que querían trabajar en el Reino Unido legalmente, como venían haciendo, algo que está poniendo en jaque a la economía y la sanidad británicas. Ahora Patel tramita una nueva legislación punitiva para migrantes que lleguen al país a pedir asilo sin los papeles en regla y para cualquiera que les ayude. 

Los gobiernos de Londres y París establecieron hace años un plan conjunto para luchar contra la inmigración clandestina. Este verano anunciaron una nueva “fase” en esa colaboración. El Reino Unido va a proporcionar a Francia 62,7 millones de euros hasta el 2022 para reforzar el número de agentes y patrullas francesas en el Canal, así como para incrementar la tecnología. El objetivo en un futuro próximo es crear una “frontera inteligente a lo largo del litoral”, que detecte e impida la llegada de ilegales en pateras y lanchas neumáticas, o por cualquier otro método.

De momento el número de travesías y de migrantes a través del Canal va en aumento. Patel afirma que Francia “tiene que hacer más”, para que la gente pida asilo en aquel país en lugar de poner rumbo al Reino Unido. Esa situación puede agravarse con la ola de refugiados y demandantes de asilo procedentes de Afganistán que se espera a partir de ahora.