Amenaza ultra

Nuevas amenazas de violencia se ciernen sobre EEUU en vísperas del relevo en la Casa Blanca

El FBI advierte de que se preparan protestas armadas en todos los parlamentos estatales

Nuevos llamamientos a la insurrección y al asesinato de personalidades políticas emergen en los foros del trumpismo

Tanto la capital como la mayoría de gobernadores estatales refuerzan la seguridad en previsión de posibles altercados

El líder de los Proud Boys, Enrique Tarrio, durante la manifestación del pasado 12 de diciembre en Washington.

El líder de los Proud Boys, Enrique Tarrio, durante la manifestación del pasado 12 de diciembre en Washington. / GAMAL DIAB

Ricardo Mir de Francia

Ricardo Mir de Francia

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“Entrenad mientras podáis. Si la izquierda liberal-socialista pueden instalar a Biden con su estafa del fraude electoral, pueden también desarmarnos y comenzar un genocidio”, se lee estos días en la web de la Milicia de Texas. Sus miembros participaron la semana pasada en la manifestación “Salvar América” que desembocó en el cruento asalto al Capitolio, poco después de que el presidente Donald Trump instara a sus seguidores a “demostrar fuerza” y “luchar a muerte” contra el infundado pucherazo electoral. “No es lo que buscábamos ni esperábamos. Fueron malos actores los que perpetraron el ataque, grupos como los Proud Boys que van por ahí buscando pelea”, dice a este diario uno de sus miembros distanciándose de la violencia. 

 ‘Ardilla’, como se hace llamar, tomó parte en la protesta vestido con fatigas militares, pero asegura que nunca llegó a entrar en el Congreso. Dice haberse quedado fuera prestando primeros auxilios a los seguidores de Trump heridos en los encontronazos con la policía del Capitolio, que en un colosal fracaso ampliamente criticado se vio completamente desbordada por los asaltantes. “Los ‘patriotas’ están enfadados, pero también tienen miedo y se están preparando para lo peor. No sabemos qué pasará. El juego ahora consiste en esperar y ver qué sucede”, afirma en una conversación telefónica. Algunos se han escondido por temor a ser arrestados. Otros, “los más exaltados, están hablando de lanzar nuevas acciones. Hay también rumores de una posible sublevación en el Ejército para impedir el robo electoral”. 

Alertas del FBI

Como sucedió en las semanas previas al ataque contra el Congreso, también ahora los rumores, las amenazas y la retórica belicosa recorren Estados Unidos. En una circular enviada a los congresistas, el FBI ha advertido que se preparan protestas armadas en “todos los Capitolios estatales” en los días previos a la toma de posesión de Joe Biden el próximo 20 de enero, según ha publicado ABC News. La circular sostiene además que entre los grupos extremistas que respaldan al presidente hay también llamamientos para “asaltar” los parlamentos estatales y poner en marcha una “masiva insurrección” si Trump fuera apartado del poder por medio de la Enmienda 25. También se habla de perturbar la investidura con la llamada “Marcha de las 4.000 milicias” sobre Washington.  

Los grupos neonzazis y los llamados Boogaloo Boys, que creen que se avecina una inminente guerra civil o un evento apocalíptico que provocará el colapso de la sociedad, se están mostrando particularmente activos, según los expertos. Y en foros como TheDonald han vuelto a aparecer mensajes para asesinar a la demócrata Nancy Pelosi o al vicepresidente, Miker Pence, al que se acusa de ser un “traidor” por certificar la victoria de Biden. “El castigo debería ser la muerte por ahorcamiento o en un pelotón de fusilamiento”, decía un comentario dirigido a Pelosi. 

Esta vez nadie parece estar ignorando las ubicuas señales escritas en la pared. La capital del país ha movilizado a 15.000 miembros de la Guardia Nacional para velar por la seguridad durante la toma de posesión de Biden, una medida similar a la adoptada en los estados. En Wisconsin se han tapiado las ventanas del Parlamento y en Arizona se han levantado vallas en su perímetro. La semana pasada un hombre armado con un rifle y un cuchillo se plantó frente a la vivienda del gobernador del estado de Washington, mientras en Kentucky docenas de simpatizantes del presidente protestaron a las afueras de su Capitolio armados y acarreando bridas, como si fueran a perpetrar arrestos. 

Twitter purga 70.000 cuentas de QAnon

La tensión se palpa en todo el país, agudizada por los movimientos en el Congreso para iniciar el segundo ‘impeachment’ de Trump o pedir al vicepresidente que invoque la Enmienda 25. El trumpismo más radical se siente crecientemente acorralado, después de que Silicon Valley dejara sin espacio en internet a Parler, uno de sus foros predilectos, o de que Twitter purgara el lunes 70.000 cuentas asociadas a QAnon y a varias figuras del entorno de Trump. Si bien esas medidas son posiblemente necesarias para frenar la cháchara golpista, están sirviendo también para aumentar la paranoia del trumpismo. “Están silenciando la voz de millones de estadounidenses. Es como si estuviéramos en la China comunista”, dice 'Ardilla', de la Milicia de Texas, a modo de protesta.