VIOLENCIA POLICIAL

Un nuevo caso de brutalidad policial conmociona a Francia

Michel, productor musical agredido por la policía, comparece ante la prensa en París.

Michel, productor musical agredido por la policía, comparece ante la prensa en París. / periodico

Irene Casado Sánchez

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La brutal escena dura 15 minutos: patadas, porrazos, puñetazos e insultos racistas. Michel Zecler, un productor de música negro, es la víctima. Sus agresores: tres policías. El suceso tuvo lugar la tarde del sábado 21 de noviembre, cuando el productor acudía a su estudio de grabación en el barrio XVII de París. Los agentes evocaron en su informe un caso de "rebelión" y "violencia contra una persona depositaria de la autoridad pública". Sin embargo, las imágenes de la agresión desmontan la versión de los policías y documentan un nuevo caso de brutalidad policial en Francia.

Tras la difusión del vídeo de la intervención policial, fruto de una investigación de la web Loopsider, los tres agentes fueron suspendidos temporalmente a petición del ministro del Interior, Gérald Darmanin. La Inspección General de la Policía Nacional (IGPN), conocida como "la policía de los policías", será la encargada de investigar la operación de sus compañeros de filas. Por su parte, la Fiscalía de París ha abierto una investigación por “violencia por parte de un depositario de la autoridad pública” y "falsificación en escritura pública”.

El violento desmantelamiento de un campamento de refugiados en la Plaza de la República de París y la férrea defensa del proyecto de ley de "seguridad global", destinado a proteger a las fuerzas del orden limitando al máximo la difusión de imágenes de los agentes en servicio, han puesto al ministro del Interior en el centro de todas las críticas.

Deriva autoritaria

Tratando de salvar su imagen, la noche de este jueves 26 de noviembre, Gérald Darmanin calificó la violencia contra el productor como “extremadamente importante”, asegurando que “tan pronto como la justicia establezcas los hechos […] pediré la destitución de estos policías”.

Sin embargo, muchos consideran que estas repetidas escenas de violencia policial son el resultado de la deriva autoritaria del Gobierno de Macron, en especial, de su ministro del Interior. En este contexto, la Comisión de Leyes de la Asamblea Nacional ha convocado a Gérald Darmanin para interrogarle sobre los diferentes casos de excesos policiales "acaecidos en París desde la manifestación del 17 de noviembre de 2020" contra el proyecto de ley de "seguridad global", explica la Cámara Baja en un comunicado.

Ante la oleada de críticas que se avecinan, el propio Emmanuel Macron habría calificado las imágenes como "más que impactantes", según informa France Info. En efecto, la violencia de la secuencia es inaudita. La prensa francesa ha consagrado este viernes sus portadas a la brutalidad policial, radios e informativos comentan en su prime time la vergonzosa operación de las fuerzas del orden, nadie parece indiferente ante la imagen de Michel Zecler golpeado una y otra vez sin ofrecer ningún tipo de resistencia. "Un vídeo insoportable. Violencia inaceptable. Mi Francia tiene valores, principios y códigos... Mi Francia no vive en la mentira […] Stop racismo", escribió, por ejemplo, el jugador de fútbol Kylian Mbappé en su cuenta de Twitter.

Los riesgos del proyecto de ley de "seguridad global"

Habría sido complicado, por no decir imposible, documentar la agresión de Michel Zecler sin la existencia del vídeo grabado por las cámaras de seguridad de su estudio. Sin su difusión a través de las redes sociales y los medios de comunicación, el ministro del Interior no habría sido convocado por la Asamblea Nacional para dar explicaciones sobre su estrategia securitaria. Cada uno de estos elementos, cada nuevo caso de brutalidad policial, ponen de manifiesto la importancia de poder grabar y difundir las imágenes de las fuerzas del orden durante sus intervenciones y, por consiguiente, los riesgos ligados al artículo 24 del proyecto de ley de “seguridad global”.

Dicha norma permitiría sancionar la difusión, "a través de cualquier medio o soporte", de una "imagen del rostro o de cualquier otro elemento de identificación de un agente” con hasta 45.000 euros de multa y un año de prisión, cuando ésta "perjudique" su "integridad física o psicológica”. Ante la ambigüedad de la norma, periodistas y asociaciones denuncian un ataque contra la libertad de expresión y el derecho a informar.

Bajo la presión de los últimos sucesos, la noche de este mismo jueves, el primer ministro Jean Castex anunció la creación de “una comisión independiente encargada de proponer una nueva redacción del artículo 24”. Si bien, este mismo martes, la Asamblea Nacional aprobó en primera lectura la integridad del polémico proyecto legislativo. Según el diario <em>Le Monde</em>, en el seno de la mayoría macronista, donde muchos se sintieron obligados a respaldar la iniciativa por la presión del Gobierno, hablan ya de una "humillación".