CONVULSIÓN EN LA EXREPÚBLICA SOVIÉTICA

Lukashenko se aferra al poder mientras la oposición congrega a multitudes

Minsk acusa a la OTAN de congregar tropas en Lituania y anuncia maniobras militares junto a la frontera común

Multitudinaria manifestación en contra de Lukashenko, este domingo en las calles de Minsk.

Multitudinaria manifestación en contra de Lukashenko, este domingo en las calles de Minsk. / periodico

Marc Marginedas

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Día de manifestaciones de signo contrario en Bielorrusia que, eso sí, pusieron de manifiesto la creciente soledad del presidente Aleksándr Lukashenko. Por la mañana, el jefe del Estado ha congregado a miles de personas en la plaza de la Independencia y ha repasado sus "logros" durante su mandato de un cuarto de siglo al frente del país, negándose en redondo a una eventual repetición de las elecciones. Por la tarde, decenas de miles de personas han protagonizado una multitudinaria "marcha por la libertad" en las calles de Minsk convocada en la víspera por la opositora Svetlana Tikhonóvskaya.

Si se repiten las elecciones "caeremos en picado y nunca estabilizaremos nuestra aeronave; ¡pereceremos como Estado, como pueblo y como nación!", ha advertido el mandatario durante su aparición sorpresa, rodeado de un importante despliegue de guardaespaldas y acompañado por su hijo Nikolái.  Durante su intervención, Lukashenko ha pasado revista a lo que considera como éxitos de su gestión, rememorando la situación en la que se encontraba el país cuando resulto elegido en 1994, en plena descomposición postsoviética: ¿Qué queríais entonces? Pedíais un trozo de pan, 20 dólares de salario... no privatizar las oficinas y las fábricas", ha indicado.

Marcha de la libertad

Pese a que el acto matinal ha recordado que aún le quedan partidarios al presidente en el país, la masiva asistencia a la denominada "marcha de la libertad" convocada por Tikhanóvskaya se ha encargado de demostrar de qué lado está mayoritariamente la ciudadanía. Decenas de miles de personas, alrededor de 100.000 manifestantes, según France Presse, han acudido a una explanada próxima al memorial de la segunda guerra mundial, llenándola por completo y convirtiéndose, según describió uno de los asistentes, en "la mayor concentración humana de la historia del país".

Sin la presencia de líderes políticos, los asistentes coreaban consignas como "¡tribunal!", "¡vete!" y "viva Bielorrusia". La oposición aspira llevar a la justicia la represión de las protestas, en la que miles de detenidos han sido <strong>apaleados</strong> y maltratados en las prisiones. "Vamos hacia la plaza del Parlamento; debe haber como cinco o seis kilómetros repletos de gente", ha relatado por teléfono un asistente, de nacionalidad española. Ya allí, Maria Kolesnikova, aliada de Tikhonóvskaya, se ha referido a Lukashenko como el "anterior presidente" y ha exigido que se vaya. También ha instado al funcionariado a que le abandone: "uníos a nosotros y os apoyaremos.

"Todo era muy amistoso; la gente se sonreía, cuidaban los unos de los otros", ha explicado Anya Volovik desde Minsk. "Voluntarios traían aguagalletas, y limpiaban después del paso de la gente", ha continuado. Según esta mujer, había "familias enteras, se desbordaban las emociones", y el ambiente era "de fiesta".   

Consciente de que el Kremlin solo intevendrá en caso de amenaza externa, el Gobierno de Lukashenko ha agitado el fantasma de una hipotética agresión desde Lituania, país miembro de la OTAN, denunciando concentraciones de tropas allí, un extremo negado tajantemente por Vilnius. Acto seguido, ha anunciando maniobras militares en las regiones fronterizas. Por su parte, Moscú ha advertido de que sus tropas están listas para ayudar a Bielorrusia según los términos de la <strong>Organización del Tratado de Seguridad Colectiva</strong>, la alianza militar liderada por Moscú que agrupa a varias repúblicas exsoviéticas.