ELECCIONES EN EEUU

Obama afirma que Trump "no es apto" para ser presidente

Trump enciende de nuevo la polémica y dice que las elecciones de noviembre estarán 'amañadas' y describe a Clinton como "el diablo"

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La campaña de Donald Trump parece estar entrando en un punto de inflexión. En la diana de críticas bipartidistas incesantes por haber insultado a los padres de un soldado musulmán muerto en Irak, el candidato republicano ha respondido elevando la retórica provocadora y los insultos, llegando a sugerir que las elecciones del 8 de noviembre estarán “amañadas” y a decir de su rival demócrata, Hillary Clinton, que "ella es el diablo”. Pero el ruido mediático que suele acompañar a sus improperios no oculta que se está disparando también la presión sobre el Partido Republicano para distanciarse de un candidato que está provocando un cisma cada vez más evidente en la formación conservadora.

Este martes ha sido el presidente Barack Obama quien ha recordado que está dispuesto a reaccionar al extraordinario ascenso de Trump hasta la nominación con una implicación en campaña también sin precedentes. En una rueda de prensa que ofrecía junto al primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, Obama ha llegado a asegurar que Trump “no es apto para servir como presidente” y está “desgraciadamente muy poco preparado”, mencionando como pruebas que “no parece tener nociones básicas sobre temas clave en Europa, Oriente Próximo o Asia”.

Obama no solo ha recordado a los estadounidenses lo que ve como una peligrosa opción para el 8 de noviembre, sino que ha apelado también directamente a los líderes del Partido Republicano para que retiren el apoyo a la candidatura de Trump, afeándoles que sigan respaldándola pese a tener que estar constantemente distanciándose de sus exabruptos, como los insultos a Khizr y Ghazala Khan. “Si tienen que estar repetidamente diciendo en los términos más contundentes que lo que (Trump) ha dicho es inaceptable, ¿por qué le apoyan aún?” ha preguntado.

Puyas a Ryan y Connell

“No es una situación en la que haya una metedura de pata episódica. Ocurre a diario”, ha recordado el presidente, que ha denostado como “huecas” algunas de las declaraciones de repulsa de los republicanos. No los mencionaba directamente pero estaba claro que hablaba de Paul Ryan y Mitch Connell, los líderes de la formación en el Congreso, que aunque han recordado que se oponen al veto a la entrada de musulmanes en EEUU propuesta por Trump no han condenado directamente sus insultos a los Khan.

La huída de republicanos significativos, no obstante, ha comenzado. Este martes Richard Hanna se ha convertido en el primer congresista que anuncia no ya que no apoya al candidato de su partido (al que ha llamado “una vergüenza nacional”), sino que votará por Hillary Clinton. Sally Bradshaw, asesora de Jeb Bush y que fue uno de los “cerebros” republicanos a los que el partido encargó un informe tras la derrota de Mitt Romney en 2012 para identificar errores y buscar soluciones, ha anunciado que ha abandonado la formación y que en noviembre, si Florida está disputado, también votará por Clinton. Y los poderosos hermanos Charles y David Koch, multimillonarios que son los principales donantes en campañas conservadoras, han anunciado que esta vez van a volcar 300 millones de dólares en carreras para el Congreso pero no en la de Trump.

Los golpes a Trump también le llegan de los sondeos. Cinco realizados tras la Convención Demócrata a Filadelfia muestran que Clinton ha salido muy reforzada y ha pasado a disfrutar de ventajas de entre tres y nueve puntos donde antes estaba prácticamente empatada.

En este ambiente es donde no sorprende que se vean como los golpes de una bestia herida los últimos improperios de Trump, que el lunes por la noche hizo en una entrevista con Fox la denuncia de que “la elección va a ser amañada”. No es algo nuevo para él; en primarias acusó reiteradamente al Partido Republicano de trucar las votaciones (aunque ha acabado ganando) y en 2012, después de que Obama fuera proclamado ganador frente a Romney en las presidenciales, Trump tuiteó denunciando que el demócrata había perdido el voto popular (lo que no era cierto) y urgiendo a “una revolución en el país”. 

También dijo que las elecciones habían sido " una farsa y una parodia" y clamó: "¡No somos una democracia!". Muchos de aquellos mensajes se borraron aquella misma noche de hace cuatro años. Otros perduran, en la cuenta del ahora candidato presidencial. 

{"zeta-legacy-video":{"videoId":"3801390"}}


Síguenos en twitter @EP_internac_cas

Síguenos en nuestra página de Facebook