Alegría entre los venezolanos en Barcelona

La oposición venezolana ha obtenido una victoria histórica en los comicios de este domingo. El partido de Mesa de la Unidad Democrática ha ganado por 99 escaños a 46 al chavismoMesa de la Unidad Democráticachavismo. Después de 17 años, el principio del cambio que se vislumbraba a lo lejos ya es real y así lo creen muchos de los venezolanos que emigraron a España y ahora celebran los resultados. Sus primeras reacciones han sido recogidas por EL PERIÓDICO en la jornada de resaca electoral.

Después de pasar casi toda la noche sin dormir, pegada a la pantalla del ordenador, Ariana Fiume vivió desde la distancia el proceso en el que el partido con el que había convivido casi toda su vida perdía estrepitosamente contra el partido de la oposición.

“Esto es increíble”, ha asegurado Fiume emocionada con los nuevos resultados. “Va a haber un cambio empezando por las leyes. El próximo año, el cambio será violento, hay que arreglarlo todo, pero Venezuela tiene muchísimo potencial”, ha añadido.

Fiume llegó hace casi un año desde Venezuela, donde había trabajado de nutricionista clínica en un hospital. “Viví en primera persona la escasez, sobre todo de medicamentos. Vine porque allí sabía que no tenía muchas oportunidades pero si ahora todo cambia, voy a volver”, ha declarado.

Ahora mismo, Fiume trabaja en el restaurante venezolano Taberna del Eixample regentado por Harriet Bermúdez, un venezolano de 37 años que lleva residiendo en Barcelona más de 12. “Pienso que estos nuevos resultados serán muy positivos de cara a lo que es dirigir el país”, declara Harriet, “ha habido muy mala gestión y tiene que haber una regeneración y lo digo aun sin ser ni del chavismo ni de la oposición”.

RECUPERAR EL FUTURO

Harriet, que se declara apolítico, asegura que lo único que le importa es que Venezuela salga adelante y tenga un futuro. “El chavismo no ha seguido su esencia, que no estaba mal en sí, así que ahora esperamos que lo que venga sepa mejorarlo”, ha asegurado optimista.

Ese optimismo también lo comparte su hermano pequeño Larriet, la única familia que tiene en España. “Ahora las cosas tendrían que cambiar, es bueno que el Gobierno haya reconocido que han perdido, la verdad es que esperábamos fraude”, ha confesado Larriet. Este venezolano de 34 años, ingeniero de profesión, llegó hace ocho a Barcelona para estudiar varios postgrados de ingeniería. Ahora trabaja de camarero en el restaurante de su hermano. “Cuando salí de Venezuela, solo quería estudiar en el extranjero, ver cómo era y luego volver, pero de repente empezaron a haber muchos problemas y todo fue de mal en peor y ya me quedé aquí”, ha explicado Larriet.

Jorge Cruz, escucha atentamente a Larriet mientras se toma una cachapa (plato típico venezolano) acompañada de un refresco de malta. “La sensación es la misma que si tuvieras una enfermedad terminal y de repente el médico se acerca para decirte que ya estás totalmente sano”, asegura Cruz refiriéndose a los resultados electorales de ayer.

Cruz, ingeniero de 39 años que lleva residiendo 13 en Barcelona, declara abiertamente ser de la oposición aunque ayer no pudo votar por su partido. La realidad es que los venezolanos que viven fuera no tienen derecho a participar en las elecciones parlamentarias. En su caso la situación va más allá de eso. Cruz aparece como fallecido en el censo desde que no votó en las elecciones del 2002, por tanto no puede votar en ninguna parte. “He pedido unas tres veces formalmente al cónsul que se corrija este error pero aún no lo han cambiado”, ha revelado Cruz.

EVITAR CAER EN LA PERSECUCIÓN

“Este cambio es muy importante pero debemos evitar caer en la persecución y trabajar por la integración. No olvidar ni a los pobres ni a la gente que creyó en el chavismo”, ha declarado Cruz haciendo referencia las posibles represalias que la oposición puede tomar ahora contra los chavistas.

Vanessa Sánchez, presidenta de la Asociación Catalano Venezolana (ASOCAVEN), opina lo mismo que Cruz: “El cambio es necesario como un proceso de reconstrucción. Un proceso que se merece Venezuela y se merecen los venezolanos”.

Sánchez lleva residiendo fuera de Venezuela más de 18 años pero toda su familia vive ahí. Después de conocer los resultados reconoce que sintió una gran satisfacción sobre todo por los jóvenes venezolanos. “Ha habido una represión importante a los jóvenes después de todos estos años, varias generaciones perdidas”, confiesa Sánchez.

Grindel Darwich, miembro de una rama de la organización SOS Venezuela, ha querido reafirmar la satisfacción expresada por Sánchez declarando que en estos momentos los venezolanos se sienten sumamente contentos. “Estoy muy feliz aunque no he dormido en toda la noche esperando los resultados. Hemos fracasado en muchas ocasiones pero ahora estamos preparados y no volveremos a cometer errores aunque nos quede mucho camino por recorrer”, ha confesado Darwich haciendo referencia al trabajo que ahora espera iniciar la oposición venezolana.

Darwich no duda cuando le preguntamos sobre lo primero que debe hacer el partido vencedor en cuanto llegue al poder: “Lo primero será liberar a los presos políticos, acabar con 17 años de opresión”.