posturas encontradas en el comité judicial del senado

Giffords abre con emotividad el debate de las armas en EEUU

La excongresista Gabrielle Giffords durante su comparecencia en el Comité Judicial del Senado, ayer.

La excongresista Gabrielle Giffords durante su comparecencia en el Comité Judicial del Senado, ayer.

RICARDO MIR DE FRANCIA
WASHINGTON

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Hablando pausadamente pero con la suficiente pasión y claridad para hacerse entender, Gabrielle Giffords, la excongresista gravemente herida en un tiroteo en Arizona en el 2011, abrió ayer los testimonios en el Comité Judicial del Senado, donde han empezado a exponerse los argumentos respecto al control de armas. «La violencia es un gran problema. Demasiados niños están muriendo», dijo Giffords. «Va a ser difícil pero el momento de hacerlo es ahora. Debéis actuar. Los americanos cuentan con vosotros», les dijo a los congresistas y a la miríada de actores en el debate sobre las armas.

Encima de la mesa están las propuestas aireadas este mes por la Casa Blanca, y proyectos de ley como el presentado por la senadora demócrata Dianne Feinstein para prohibir 147 modelos de fusiles de asalto. Pero les espera un camino incierto en el Congreso. La única medida que parece tener opciones de ser aprobada en estos momentos es la que obligaría a revisar el historial de todos los compradores de armas para comprobar que no tienen antecedentes penales o enfermedades mentales graves. Lo que sería un paso importante, dado que actualmente un 40% de armas cambian de manos sin ninguna supervisión previa.

Como se demostró durante la vista en el comité, antesala de los debates que se trasladarán a las dos Cámaras del Congreso, las posiciones están muy enquistadas.

«Las muertes en Newtown no deberían usarse para impulsar todas las medidas contra las armas que flotan desde hace años», dijo el republicano Charles Grassley, refiriéndose a la matanza en la escuela de primaria de Sandy Hook, el incidente que arrancó este último intento de endurecer la ley.

OTRA VÍCTIMA / En este viaje van a tener que lidiar con la sangrienta realidad que aflora cada día en los periódicos. Ayer se conoció que una bailarina de 15 años que actuó durante la reciente investidura de Barack Obama murió tiroteada en Chicago mientras estaba en un parque. Y también ayer mismo, al menos tres personas resultaron heridas en un tiroteo perpetrado en un complejo de oficinas en Phoenix, en el estado de Arizona.

Grassley sostuvo que las armas son solo un componente de la cultura de la violencia y hay otros flancos que deberían abordarse en el debate, como los videojuegos que «celebran las matanzas de gente inocente». Este es uno de los argumentos clásicos de los conservadores, que responsabilizan al cine y los videojuegos de ser el germen de la cultura de la violencia. El republicano se opuso además a prohibir las armas de asalto.

También testificó el presidente de la Asociación Nacional del Rifle, Wayne La Pierre, que una vez más abogó por tener seguridad armada en todos los centros escolares para prevenir matanzas como la de Sandy Hook.