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Nixon llamó a Allende «hijo de puta» en una conversación con Kissinger

AGENCIAS
SANTIAGO DE CHILE

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Grabaciones desclasificadas en EEUU desvelan la intención del expresidente Richard Nixon, de «golpear en el trasero» y derrocar al «hijo de puta» de Salvador Allende, muerto en el golpe de Estado de Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973. Las cintas se publicaron en Estados Unidos en la página web nixontapes.org y su contenido se resume en un artículo publicado en Chile por el Centro de Investigación Periodística (CIPER) y redactado por el periodista Peter Kornbluh.

Las conversaciones también muestran por primera vez el posible reconocimiento del papel de la CIA en el asesinato, en 1970, del comandante en jefe del Ejército chileno, el general René Schneider, con el objetivo de boicotear la toma de posesión de Allende como presidente de Chile.

En las grabaciones se incluyen varias conversaciones sobre Chile entre Nixon (1969-1974) y su consejero y posterior secretario de Estado, Henry Kissinger, en las que trataban a Allende de «hijo de puta», al tiempo que decían que querían «patear su trasero».

«Es un Estado fascista», dijo Nixon en una conversación en el Despacho Oval de la Casa Blanca al referirse al triunfo electoral de la coalición de Allende, Unidad Popular, en las elecciones municipales de abril de 1971.

De acuerdo con la transcripción de las cintas, a Nixon le molestó mucho la decisión de Allende de nacionalizar las empresas estadounidenses en Chile, en especial las dedicadas a la extracción del cobre.

El 11 de junio de 1971 Nixon transmitió a Kissinger la opinión del secretario del Tesoro, John Conally, quien le había dicho que si Washington no paraba a Allende, otros países norteamericanos empezarían a nacionalizar empresas estadounidenses.

«El efecto en el resto de Latinoamérica, sin importar lo que escuchemos desde el Departamento de Estado y el resto, va a ser malo para nosotros», aseguró entonces el presidente estadounidense. «Los americanos se mueren de ganas de que golpeemos a alguien en el trasero», declaró Nixon.

Unos meses más tarde, el 5 de octubre de 1971, Nixon comunicó a Kissinger y Conally su decisión: «He decidido apartar a Allende». Conally respondió: «Lo único que puede usted esperar es tenerlo derrocado».