Escalada en Oriente Próximo

El 'Rachel Corrie' llega a puerto israelí tras ser abordado sin tiros

RICARDO MIR DE FRANCIA
JERUSALÉN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Esta vez no hubo sangre, ni comandos descolgándose de los helicópteros en plena noche, ni activistas resistiéndose al abordaje con palos y puñetazos. La marina israelí abordó ayer el cargueroRachel Corrie, cargado de ayuda humanitaria para la franja de Gaza, y lo redirigió hasta el puerto de Ashdod sin recurrir a la violencia. Sus portavoces aseguraron que los 11 activistas y 8 tripulantes del barco irlandés no opusieron resistencia durante el abordaje y cooperaron con los soldados. Horas antes la embarcación había rechazado la oferta israelí para desistir en su intención de llegar a Gaza.

Este es el séptimo barco que fracasa en romper el bloqueo de la franja en la última semana. Pero es un fracaso relativo. Como dijo ayer el jefe de una oenegé malaya involucrada en elRachel Corrie: «Estas acciones han logrado finalmente despertar la conciencia sobre el bloqueo». La marina israelí afrontó la operación de forma muy distinta al sangriento abordaje delMármara Azul, saldado con nueve muertos.

Todo comenzó alrededor de las 5.30 horas, cuando el día ya había despuntado y después de que los militares lograran cortar las comunicaciones del barco, según Al Jazeera. Las imágenes ofrecidas por el Ejército muestran a una lancha militar que se pega a uno de los laterales del carguero. El capitán delRachel Corriepide entonces a los pasajeros que se sienten en cubierta. Y es en ese momento cuando los comandos israelís trepan a la cubierta y toman el control del barco. Como en el caso delMármara Azul, el abordaje se produjo en aguas internacionales.

INSPECCIÓN / Un comunicado militar señaló que el barco fue abordado con «la total cooperación de la tripulación y sin ningún incidente». También precisó que las 19 personas que iban a bordo serán deportadas a sus países en cuestión de horas. Y sobre las 1.200 toneladas de ayuda humanitaria que carga el barco, las autoridades militares anunciaron que procederán a su inspección antes de trasladarlas a Gaza.

Tras la sedosa detención del barco, el primer ministro Binyamin Netanyahu se congratuló a través de un comunicado. «Hoy hemos visto la diferencia entre una flotilla de paz, con cuyos integrantes discrepamos pero a quienes respetamos su derecho a expresarse, y una flotilla de odio que había sido organizada por radicales violentos que apoyan el terrorismo», dijo refiriéndose a los activistas delMármara Azul. En elRachel Corrieviajaban, entre otros, la premio Nobel de la Paz Miread Maguire y el vicepresidente general de la ONU Denis Halliday.

«En ambos casos –prosiguió Netanyahu– Israel ha actuado bajo el mismo procedimiento: reforzar el bloqueo naval para impedir el contrabando de armas hacia Hamás y permitir que los bienes civiles entren en Gaza después de la inspección». Y concluyó: «Israel continuará reservándose el derecho a la autodefensa. No vamos a permitir que se construya un puerto iraní en Gaza».

Pese a las palabras de Netanyahu no hay que olvidar un detalle. El lunes pasado Israel planteó la operación sabiendo que el ferri tenía el patrocinio de un gobierno hostil y lo dirigía un enemigo declarado: la onegé islamista turca IHH, prohibida en Israel desde el 2008 por su supuesta financiación a Hamás. Ayer lidiaba con un Gobierno amigo.

El ministro británico de Asuntos Exteriors, William Hague, mostró su satisfacción por que se haya desarrollado de manera pacífica el abordaje del Ejército israelí. «Continuamos subrayando ante el Gobierno de Israel la importancia de que se lleve a cabo una investigación con la que asegurarnos de que se asumen responsabilidades y sea de la confianza de la comunidad internacional».