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De la seguridad a las posibles alianzas: los retos de David Quirós como nuevo alcalde de L'Hospitalet

El socialista se ha convertido en la cuarta persona en hacerse con la vara de mando de la segunda ciudad de Catalunya desde la transición

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Àlex Rebollo

Àlex Rebollo

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David Quirós Brito (PSC) se convirtió este pasado sábado en alcalde de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelonès). Es la cuarta persona en hacerse con la vara de mando en los poco más de 45 años desde la vuelta de la democracia. De este modo, tras 16 años de Núria Marín (PSC) al frente del municipio, la segunda ciudad de Catalunya encara ahora una nueva etapa para la que el recién nombrado alcalde debe sentar ahora las bases sobre las que construir su modelo de ciudad.

Como en toda gran urbe, los retos que ahora afronta Quirós en L’Hospitalet son inacabables y van desde el desarrollo de grandes proyectos económicos a dar respuesta a las necesidades más básicas de muchos vecinos de la ciudad, un municipio de rentas mayoritariamente medias y bajas y, en algunos barrios, con altos índices de vulnerabilidad social.

El nuevo edil recordó durante su toma de posesión sus años de experiencia en la ciudad, como concejal de distrito, concejal de Educación y concejal de Cultura, y presentó los cinco grandes retos que recoge en el gran pacto L'Hospitalet 2030/2050: la cohesión urbana y social; la emergencia climática; los servicios públicos de calidad; la convivencia y la seguridad; y el desarrollo económico.

A David Quirós le quedan tres años de mandato por delante. Tres años en los que, por ahora, tendrá que liderar la ciudad con un gobierno en minoría, dado que en las municipales del 2023 el PSC se quedó con 13 concejales, uno menos de los necesarios para la mayoría absoluta. Hasta ahora, los socialistas han logrado sacar adelante cuestiones clave como las ordenanzas fiscales o los presupuestos municipales de 2024 gracias al apoyo ocasional que ERC y Comuns han dado al gobierno de Marín.

Tejer alianzas

Tejer alianzas

Tanto ERC como Comuns han avisado en varias ocasiones de que su apoyo no está ni mucho menos garantizado y condicionan su respaldo a proyectos concretos o a cambios en el modelo de ciudad. De hecho, en general, la relación del ejecutivo hospitalense con la oposición se puede definir por las fisuras que les separan. Unas asperezas que ahora tendrá que intentar limar al nuevo gobierno de Quirós, a quien algunos grupos dan un margen de actuación antes de valorar y opciones, mientras que otros ya dicen que el acercamiento es imposible.

Aunque en los Comuns es donde el PSC ha logrado más apoyos recientemente, los morados han llevado a los tribunales varias obras de los gobiernos socialistas: el anterior PDU de la Granvía —que terminó tumbado en los tribunales—, la construcción de los rascacielos en Cosme Toda y son acusación particular en el ‘Caso Consell Esportiu’, que investiga supuestas irregularidades en la financiación de la entidad y que se cobró la dimisión de dos concejales del PSC. Con este último tema está también vinculado ERC, cuyo líder en el consistorio, el exPSCJaume Graells, es precisamente el denunciante de esas supuestas irregularidades.

En las derechas, los apoyos son aún menores. Por un lado, está la extrema derecha de Vox, línea roja para los socialista a la hora de buscar posibles apoyos. Por otro, se encuentra un PP al alza, que estuvo a punto de situarse como segunda fuerza en el hemiciclo y cuya portavoz, Sonia Esplugas, se postula como alternativa a los gobiernos del PSC en la ciudad. 

El hasta hace poco primer teniente de alcaldía, Fran Belver (PSC), mano derecha de Marín y que también ha abandonado el Ayuntamiento, insinuó la intención de lograr un gobierno de “retomar un gobierno de coalición de izquierdas” en un claro guiño a los Comuns, hasta ahora, no correspondido.

Seguridad y Guardia Urbana

Seguridad y Guardia Urbana

Una de las área más convulsas del Ayuntamiento de L’Hospitalet durante los últimos años ha sido la de Seguridad. Es de hecho, el principal problema de la ciudad destacado por los vecinos en los distintos barómetros municipales. Además, los sindicatos de la Guardia Urbana han protagonizado múltiples protestas durante los últimos dos años, una de las cuales llegó a paralizar un pleno municipal

Más allá de las protestas por condiciones laborales, el departamento también ha tenido que afrontar la judicialización del concurso para la plaza de Superintendente, un caso por el que todavía se investigan posibles irregularidades en el proceso. 

La combinación de estos factores terminaron con los tres máximos responsables del área de Seguridad fuera del consistorio, con la reestructuración de mandos y responsables y con el inicio de una nueva negociación con los sindicatos. Aunque el ambiente de protesta queda lejos del de antes de las municipales de 2023, todavía quedan conflictos en la policía local pendientes de resolver.

Escuelas saturadas

Escuelas saturadas

Otro de los grandes problemas que ocupa titulares cada poco tiempo en la ciudad es la saturación de las escuelas del norte de la ciudad. Los barrios más densamente poblados de la Unión Europea conllevan también unas ratios de alumnos por clase más que elevadas. Un problema que también se traslada a las guarderías, sobre todo, desde que el Departament de Educació asumiera la gratuidad de I-2 de los centros públicos, lo que hizo aumentar la demanda.

Aunque en materia de educación buena parte de las competencias corresponden a la Generalitat, David Quirós ha liderado durante los últimos años este área en el consistorio por lo que, en buena parte, la presión para desencallar estos conflictos cae también en su tejado

Sobre la mesa están la municipalización de cinco guarderías subvencionadas, la construcción de nuevos centros públicos en el norte de la ciudad o la modificación de la zonificación escolar para que las matriculaciones no dependan tanto del barrio de residencia y, además de ayudar a bajar ratios, se combata la segregación escolar.

Así, la saturación escolar sirve también como síntoma o termómetro de otros problemas enquistados en el norte de la ciudad, como las crecientes dificultades por el acceso a la vivienda, el hacinamiento o la falta de espacios verdes. Unas cuestiones, en gran medida, derivadas de la herencia del 'desarrollismo' franquista, que instauró un modelo urbanístico que no tuvo en cuenta las necesidades futuras de los vecinos, y que en los 45 años de democracia tampoco ha logrado resolverse.

Los grandes proyectos urbanísticos

Los grandes proyectos urbanísticos

Núria Marín arrancó su último mandato con un equipo de gobierno diseñado para llevar a cabo la “tercera gran transformación” de la ciudad, una transformación con macroproyectos a años vista y que incluyen el PDU Biopol-Granvia —ya reivindicado por el mismo Quirós—, el soterramiento de las vías de tren a su paso por la ciudad y el desarrollo de la zona de Can Rigal y del <strong>nuevo Hospital General </strong>de la ciudad, pendiente, a su vez, de saber cómo le afectará el nuevo edificio del <strong>Hospital Clínic</strong> en la zona universitaria, en la frontera con L’Hospitalet.

Marín deja la alcaldía sin que ninguno de estos ansiados proyectos —algunos de los cuales tienen su origen incluso antes de que Marín llegase a la alcaldía— haya podido materializarse. Eso sí, recientemente se aprobó de forma definitiva el PDU, el plan para transformar el tramo sur de la Granvia y generar un nodo vinculado a la biomedicina.

Para el soterramiento de las vías, sin embargo, sigue sin haber fecha y lo mismo ocurre con la zona de Can Rigal o la generación de una nueva centralidad metropolitana en el entorno de la Torrassa que contempla en nuevo Plan Director Urbanístico Metropolitano —un plan que, a su vez, depende del ‘entierro ferroviario’—.

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