Horizonte local

La reforma urbana del norte de L'Hospitalet mantiene en vilo el futuro Hospital General de la ciudad

PRECEDENTE | Acuerdo para la ampliación del Hospital Clínic en los terrenos deportivos de la Diagonal

CONTEXTO | El Barça tiene la llave para desbloquear la reforma urbana del norte de L'Hospitalet

Fachada del Hospital General de L'Hospitalet.

Fachada del Hospital General de L'Hospitalet. / Zowy Voeten

Àlex Rebollo

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La transformación urbana y sus correspondientes consecuencias socioeconómicas que han caracterizado la evolución de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelonès) la última década no se agotan en la Granvia de la segunda ciudad más poblada de Catalunya. La avenida, en torno a la cual se configuró el distrito económico de la Plaza Europa, comparte interés urbanístico con la demarcación local sobre la que se proyecta otra gran metamorfosis los próximos años: el norte de L'Hospitalet.

Es allí, en la intersección entre los términos municipales de Barcelona, L'Hospitalet y Esplugues, donde se prevén proyectos de tanto calado como Can Rigalt, para cuya transformación tiene la llave el Barça, o la ampliación del Hospital Clínic, acordada en los cercanos terrenos deportivos de la Universitat de Barcelona (UB) en la Diagonal, justo en la frontera con L'Hospitalet.

La convulsión urbana de la zona, sin embargo, mantiene en vilo a otra de las grandes reivindicaciones vecinales e institucionales de L'Hospitalet: su nuevo Hospital General. La propia alcaldesa Núria Marín (PSC) ha incidido en repetidas ocasiones en el compromiso de la Generalitat de Catalunya, a través del Departament de Salut, con el proyecto a partir del cual la ciudad exige dar servicio a sus pobladísimos barrios del norte -los más densos de toda la Unión Europea-, en los que muchos vecinos se han visto históricamente impelidos a cambiar de municipio para ser atendidos, principalmente en el Hospital Moisès Broggi, en Sant Joan Despí.

A la espera de que se desencalle Can Rigalt, el Ayuntamiento de L'Hospitalet insiste en que tiene vigencia una reserva de suelo para el futuro Hospital General. En ese mismo sentido, y consultadas por este diario sobre el futuro Hospital General de L'Hospitalet, fuentes del Departament de Salut admiten que están "estudiando varias opciones futuras de reubicación del Hospital General dentro del propio municipio", sin certificar que el futuro centro se levantará en la ubicación prevista hasta la fecha.

Así, remarcan desde Salut que la opción de los terrenos de Can Rigalt ofrecida por el Ayuntamiento "no está descartada" pese al reciente acuerdo para realizar la ampliación del Clínic a escasos metros de donde se ha proyectado hasta hoy el nuevo hospital, en la zona trasera de la masía de Can Rigalt.

"No tenemos por qué desplazarnos al Broggi"

Uno los principales mantras repetidos por la alcaldesa Núria Marín durante el pasado mandato y los últimos meses es el de que su objetivo es llevar a cabo la "tercera gran transformación de L'Hospitalet". Una remodelación en la que se incluyen los grandes proyectos urbanísticos pendientes: el PDU Biopol-Granvia, el soterramiento de las vías de Renfe a su paso por la ciudad y, por supuesto, Can Rigalt.

Daniel Giménez, presidente de la Asociación de Vecinos del barrio de Pubilla Cases, donde se ubica el terreno de Can Rigalt que debería acoger el futuro Hospital General, insiste en la necesidad de un nuevo Hospital General en L'Hospitalet: "El actual está obsoleto y es pequeño; ya cuando se inauguró era pequeño y debería haber tenido el doble de capacidad".

A su vez, Giménez se muestra crítico tanto con el consistorio hospitalense como con el Departament de Salut con respecto al proyecto de futuro Hospital General, sobre el que enfatiza que "empezó a sonar a principios de los 2000". Después de casi dos décadas, el líder vecinal reprocha que, cada vez que la asociación tiene reuniones con responsables del Departament de Salut, "viene gente nueva y es como volver a empezar de cero".

Consultado sobre cómo puede afectar al futuro Hospital General de L'Hospitalet la cercanía del nuevo Clínic, Giménez asegura que "el Clínic es un tipo de centro y el hospital que necesita el norte de L’Hospitalet es otro; yo siempre lo he dicho: no tenemos por qué desplazarnos al Broggi".

Fuentes de Salut, por su parte, defienden que recientemente "se han realizado acciones de mejora en el Hospital General de L'Hospitalet para adecuar las condiciones y equipamientos del edificio". Recuerdan que durante el tercer trimestre de 2022 se pusieron en marcha dos quirófanos y camas de reanimación postquirúrgica, mejoras que Salut llevó a cabo para reducir el número de atenciones de vecinos de L'Hospitalet en el Broggi.

Tanto la alcaldesa Marín como el entonces 'conseller' Josep Maria Argimon (Junts) acudieron al Hospital General a anunciar las mejoras en mayo del año pasado y ambos insistieron en dejar claro que la actuación era compatible con el proyecto de construir un nuevo hospital en Can Rigalt. Con todo, el propio Argimon señaló entonces que tanto en L'Hospitalet como en el conjunto de Catalunya "hay otras prioridades".

El escollo de la subestación eléctrica en Can Rigal

Para que la futura reforma urbana de Can Rigalt sea efectiva, debe superar primero el gran escollo que la bloquea: la subestación eléctrica de Collblanc, una instalación destinada a regular los niveles de la energía eléctrica propiedad de Endesa. Su inicio de traslado -con obras que se prolongarían durante cerca de una década- está previsto para antes del año 2027 en el actual Plan de Red Eléctrica aprobado por el Ministerio para la Transición Ecológica.

"Mover la subestación eléctrica es la piedra angular que hará viable cualquier transformación de una zona que desde el punto de vista urbanístico es 'premium'", apuntaba recientemente Fran Belver (PSC), primer teniente de Alcaldía de L'Hospitalet, a este diario.

Ese traslado, ahora bien, está condicionado a que lo costeen los propietarios del terreno donde se sitúa la subestación. Y ahí entra en juego el Barça como uno de los tres grandes propietarios de la superficie (35% del suelo total de Can Rigalt, unos 55.000 m²) junto con la promotora inmobiliaria Sacresa (32%), el Ayuntamiento de L'Hospitalet (25,5%) y otros pequeños propietarios (7,5%).

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