En la Torrassa

Los vecinos de L'Hospitalet desalojados por un hundimiento: “No sé cuándo podremos volver”

Más de una sesentena de personas tuvieron que salir de sus casas después de que se cediera parte de la escalera del rellano y aparecieran grietas

Los vecinos mirarán ahora de contratar a una empresa para hacer las catas necesarias para saber el nivel de los daños y qué soluciones se pueden estudiar

La escalera el bloque de L'Hospitalet del pasaje Oliveras donde se produjo el hundimiento, ahora tapada con unas tablas de madera.

La escalera el bloque de L'Hospitalet del pasaje Oliveras donde se produjo el hundimiento, ahora tapada con unas tablas de madera. / Joan Cortadellas

Àlex Rebollo

Àlex Rebollo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

¡Cuidado! La escalera se está hundiendo”. Unos carteles colocados en la escalera del rellano del número 22 de pasaje Oliveras de L’Hospitalet de Llobregat, en Collblanc-La Torrassa, ya vaticinaban hace unos días el infortunio que más de una sesentena de vecinos vivieron este domingo 26 de febrero, cuando una parte de los escalones del portal cedió y, en consecuencia, tuvieron que ser desalojados de inmediato ante el riesgo de que hubiera más movimientos de tierra.

El sábado por la mañana, los residentes se encontraron con que los escalones empezaron a hundirse "un poco hacia la izquierda" y pusieron los mensajes de alerta. "El domingo por la tarde colapsaron 25 centímetros hacia abajo y ahora se está hundiendo el suelo de la portería en general”, dice Adrià Esparza, presidente de la comunidad de vecinos del bloque. "No sé cuándo podré volver. Lo veo jodido", sigue Adrià.

48 horas después del suceso, los vecinos desconocen cuándo podrán regresar a sus hogares y, por ahora, se han trasladado a casas de amigos y familiares o al albergue municipal. Durante la primera noche, del domingo al lunes, un total de 22 vecinos tuvieron que ser realojados en el Centre d’Estada Limitada Els Alps. Durante la segunda, han sido 24 los que han tenido que dormir en albergue municipal.

Preguntado por la posibilidad de realojar o trasladar a las familias en hoteles u hostales de la ciudad, desde el Ayuntamiento explican que, durante estos días, está todo completo por la celebreción del Mobile World Congress (MWC) y que será una posibilidad que se valorará en los próximos días, cuando el congreso de telefonía ya se haya despedido.

De hecho, según explican los vecinos, se da la circunstancia de que en el momento del desalojo, había un hombre chino que había alquilado un AirBnb en el ático del inmueble para acudir estos días al Mobile y que, comentan los vecinos, “creemos que acabó siendo reubicado por AirBnb”.

Sin lugar donde dormir

Pese a que los vecinos valoran positivamente el papel del consistorio en los trámites para realojarlos, algunos de ellos quedaron por debajo de radar la primera noche y, aunque hubieran preferido alojarse también en el albergue Els Alps, tuvieron que buscarse la vida en una noche en la que la sensación térmica en la ciudad llegó a los 0 grados.

Esta noche he dormido en el coche”, comentaba este lunes Rafael Odali frente al bloque de Oliveras, en el que vive desde hace diez años, ahora con su pareja, una hija de ella y tres nietas de la mujer, quienes, a diferencia de él, pudieron pudieron dormir bajo techo tras realojarse en casa de una cuñada de su pareja. Así, Rafael explica que en el momento del desalojo se encontraba trabajando y cuando llegó ya habían sacado a todos los vecinos. Con el ajetreo del momento y la búsqueda de un lugar donde dormir no le llegó la posibilidad de ir a Els Alps, algo que hubiera preferido.

Aunque Rafael entró en el piso de alquiler, explica que hace años que no tiene contrato, pero desde el Ayuntamiento inciden en que no han hecho excepciones a la hora de ofrecer realojos dado que se trata de una situación de emergencia. De hecho, este lunes por la tarde, los vecinos de la finca se reunieron de nuevo con el Ayuntamiento en la concejalía del distrito, donde, después de valorar la situación y los pasos a seguir, se hizo seguimiento por parte de los Servicios Sociales de esas familias con necesidades que no habían sido detectadas durante la primera noche.

Un hombre pasea junto al número 22 del pasaje Oliveras de L'Hospitalet, clausurado por riesgo de derrumbe.

Un hombre pasea junto al número 22 del pasaje Oliveras de L'Hospitalet, clausurado por riesgo de derrumbe. / Joan Cortadellas

Tampoco le llegó la oferta de Els Alps a la familia de Sarabjit. Como Rafael, se encontraba trabajando cuando se produjo el desalojo y en su piso, en el que vive de alquiler, se encontraban su mujer -quien no habla castellano- y su hijo menor. “Cuando llegué todo el mundo estaba en la calle. Tras esperar dos horas y coger algunas cosas, un excompañero de trabajo nos dio una solución para una noche y nos quedamos en su casa, que solo tiene una habitación”, relata Sarabjit.

Sin lugar en el que dormir, explica que acudió este lunes al Ayuntamiento a las 12.30 h para decirles que no tenían sitio donde dormir y les remitieron a la reunión de la concejalía de las 19.30 h. Sin embargo, Sarabjit volvió al bloque por la tarde de este lunes, justo en el momento en que unos técnicos contactados por los vecinos estaban revisando los daños en el edificio acompañados de la Guardia Urbana de la ciudad, dado que el inmueble se encuentra bajo custodia policial. Así, tras explicar su caso a los agentes y dada la circunstancia del menor, estos derivaron su caso para que pudieran se acogidos en el albergue de L’Hospitalet.

A la espera de las prospecciones

Los daños que se hayan podido producir en la estructura todavía están por cuantificar. Según comentaron los vecinos y los técnicos que asistieron a la visita de la tarde, un colector de agua de los bajantes de la casa había sufrido filtraciones en la parte inferior del edificio, pero todavía no está claro que fuera este el origen del derrumbe, dado que ya habían sido reparadas.

Como fuera, las paredes y techos cercanos a la escalera del rellano se debilitaron y produjeron el hundimiento y, en la escalera principal, la que sirve para llegar a los pisos, se detectaron “fisuras”. Con todo, los vecinos mirarán ahora de contratar a una empresa para hacer las catas necesarias y saber el nivel de los daños, asegurarse que las paredes de carga están bien y saber qué soluciones se pueden estudiar.

Una vez tengan los informes, la idea es contactar con la aseguradora para qué les pude cubrir.