Inversión pública

Inyección de 47 millones para la transición ecológica de la Gran Barcelona: tres experiencias del Vallès marcan el rumbo

La Diputación de Barcelona reivindica las energías renovables cuando "la extrema derecha cuestiona los consensos climáticos y la evidencia científica"

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Instalación de placas fotovoltaicas, en una imagen de archivo.

Instalación de placas fotovoltaicas, en una imagen de archivo.

Manuel Arenas

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En el contexto de una Catalunya a la cola de las energías renovables y alejada de los estándares europeos, la Diputación de Barcelona (DIBA) ha anunciado una inversión de 47 millones de euros —su presupuesto es de 1.200 millones, cuarta dotación pública más elevada en Catalunya— para facilitar la transición ecológica en los 311 municipios de la provincia de Barcelona.

La inyección económica para paliar la emergencia climática de la Gran Barcelona se distribuirá entre 2024 y 2025 en dos líneas de actuación a las cuales podrán acceder los ayuntamientos. La primera, del programa 'Adaptaclima 2030', está reservada a proyectos municipales de adaptación al cambio climático, a los que la DIBA destinará hasta 16 millones. Los 31 millones restantes se dirigirán a la segunda línea de actuación, centrada en la implantación de energías renovables y que releva al denominado programa sectorial Renovables 2030 del anterior mandato político.

Las claves de la inversión pública las ha presentado este 18 de junio en el Espai Francesca Bonnemaison de Barcelona el diputado responsable de Acció Climàtica de la DIBA, Marc Serra (Comuns), quien ha apelado al compromiso de los alcaldes de la provincia de Barcelona para generar en la ciudadanía un "efecto contagio" en un contexto en que "la irrupción de la extrema derecha cuestiona los grandes consensos climáticos y la evidencia científica, escenario que debemos combatir desde el mundo local", ha subrayado Serra.

Específicamente, el Programa Renovables 2030 de la DIBA subvenciona tres líneas de actuación: inversiones en instalaciones de placas fotovoltaicas de más de 80 kWp para el autoconsumo energético en edificios públicos; inversión en la mejora de la eficiencia del alumbrado público exterior con la instalación de LED en un mínimo de 300 puntos de luz; y financiación de calderas de biomasa de más de 80 kW en equipamientos municipales.

Serra ha añadido además que la inversión se enfoca a los nuevos puntos de recarga de vehículos eléctricos así como al almacenamiento de energía, ya que "cada vez tenemos más potencia en los municipios y necesitamos que ese excedente pueda reutilizarse en formas de autoconsumo compartido o de comunidad energética local", ámbito en el que destaca un proyecto pionero de El Prat de Llobregat.

La nueva línea de financiación del Programa Renovables 2030 implica un importe mínimo de cada solicitud de 80.000 €, llegando a un importe máximo del 75% del presupuesto de ejecución de contrato de los proyectos o estudios de cada solicitud. Cada solicitud puede incluir más de un proyecto, pero todos deben ser de la misma tipología: fotovoltaicas, biomasa o alumbrado. El importe máximo que puede recibir un ente por el conjunto de sus solicitudes es de 1,5 millones.

La otra línea de financiación, 'Adaptaclima 2030', es la destinada a proyectos de adaptación a la emergencia climática, como pueden ser la creación de espacios de sombra o refugios climáticos exteriores. Las ayudas irán entre los 20.000 € y los 75.000 € y pueden optar todos los ayuntamientos de la provincia excepto la ciudad de Barcelona.

Tres experiencias de referencia en el Vallès

Para ejemplificar su inyección para la transición ecológica de las ciudades, la DIBA ha invitado a su presentación a los alcaldes de tres ciudades del Vallès con proyectos de referencia que marcan el rumbo contra la emergencia climática en la Gran Barcelona: la alcaldesa de Granollers, Alba Barnusell (PSC); la alcaldesa de Santa Perpètua de Mogoda, Isabel García (Entesa); y el alcalde de Llinars del Vallès, Martí Pujol (ERC).

Respectivamente, los proyectos de referencia son los siguientes: la instalación de una planta fotovoltaica en el polo ambiental de Can Cabanyes, en Granollers (1,5 millones); la rehabilitación del techo e instalación de una planta fotovoltaica en la nave de servicios municipales La Creueta de Santa Perpètua (408.000 €); y la instalación de biomasa y distribución de calor a tarvés del autoconsumo compartido en los edificios municipales de Llinars del Vallès (794.000 €).

Entre otras apreciaciones, la alcaldesa de Santa Perpètua, Isabel García, ha hecho referencia a las dificultades del municipio para constituir las comunidades energéticas locales y el impulso de la energía fotovoltaica, ámbito en torno al cual ha apelado a "un consenso entre municipios para llegar a algún acuerdo con Endesa, por tal de que faciliten y flexibilicen los procedimientos, ya que vemos que nos ralentizan los proyectos de transición ecológica".

Balance de 104 millones en subvenciones para energías renovables

La nueva dotación presentada por la DIBA de 31 millones para energías renovables se suma a los 104 millones en subvenciones que, según datos de la administración, se han invertido desde 2022 a través del Programa sectorial Renovables 2030, con un balance de 257 solicitudes aceptadas y 146 municipios de la provincia beneficiados.

Con una ejecución del 40% del programa, las instalaciones subvencionadas han producido hasta ahora 118.196.633 kWh, "consiguiendo un ahorro económico anual de 23.810.124€ y dejando de liberar a la atmósfera 50.478.693 kg de CO2", explica la propia DIBA. Del importe concedido, el 48% se ha destinado a instalaciones de placas fotovoltaicas, el 37% alumbrado público y el 15% a biomasa.

En la modalidad de fotovoltaica, el 40% del importe ha sido para comunidades locales de energía; el 30% para consumo individual; el 24% para instalaciones compartidas entre equipamientos municipales y el 6% para hogares vulnerables.