Carta desde prisión

El 'Rey del cachopo' confiesa que Heidi, su víctima, se le aparece en sueños

'El Rey del cachopo' o los peligros del 'true crime'

El 'Rey del cachopo' reconoce por primera vez el asesinato de Heidi Paz

César Román Virueta, el rey del cachopo.

César Román Virueta, el rey del cachopo.

Alexandra Costa

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César Román Viruete, conocido como el 'Rey del cachopo' (nombre del restaurante que regentaba), ha revelado en una carta escrita desde prisión nuevos detalles de la relación que mantuvo con Heidi Paz, a quien mató y descuartizó, un crimen que lo condenó a 15 años de cárcel. El programa de Antena 3 'Y ahora Sonsoles' ha compartido esta carta en exclusiva.

En la misiva, el asesino confeso habla de una relación con Heidi que fue corta pero intensa. "Tuvimos una relación muy corta, apenas un mes y medio, pero muy intensa, en la que los dos nos quisimos mucho", asegura. Además, Román admite que pagaría con su vida "para volver a sentir, aunque fuese por un instante, el aroma del aire que nos envolvía cuando estábamos el uno al lado del otro".

Sin embargo, esta declaración de supuesto amor incondicional, muy recurrente en casos de violencia machista, contrasta con la versión que sostiene la familia de la víctima, que niega rotundamente que existiera una relación sana entre ambos. De hecho, en el juicio, la madre de Heidi declaró que su hija vivía con miedo por el comportamiento celoso y agresivo de Román. "Yo sé que él la maltrataba y ella tenía miedo de que le hiciera algo", declaró su madre.

Reflexiones desde prisión

A pesar de esto, Román continúa insistiendo desde la cárcel en que amaba a Heidi. Además, asegura que ha pedido a Dios una última oportunidad para verla, mirarla a los ojos y pedirle perdón. "Muchas veces he rezado y le he pedido a Dios que nos concediera una última cita en la que poder volver a mirarla a esos preciosos ojos, pedirle perdón y darle un último beso", escribe en su carta.

El 'Rey del cachopo' aprovecha también para explicar que Heidi aparece en sus sueños, "no para reprocharme o enfadarse conmigo, sino para aconsejarme ir por el camino correcto", confiesa. "Ese apoyo y presencia suya en mi conciencia me da mucha fuerza para afrontar el futuro y las cicatrices que ha dejado su marcha desgraciada me recuerdan a modo de aviso los campos por los que nunca debo volver a cruzar", reflexiona.

En esta declaración, el condenado dice seguir amando a Heidi y reconoce que la echa mucho de menos. Todo ello, seis años después de haber acabado con la vida de ella en un brutal feminicidio que sacudió a la sociedad.