Arte

El curioso regalo de Zuckerberg a su mujer: una escultura gigante de sí misma que recupera la antigua tradición romana

La estatua de dos metros de altura, hecha de acero y cobre, muestra a Priscilla Chan con la piel de color turquesa y vestida con una túnica de acero

Priscilla Chan, al lado de la estatua que le ha regalado Mark Zuckerberg - 1

Priscilla Chan, al lado de la estatua que le ha regalado Mark Zuckerberg - 1 / Instagram (@zuck)

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Cuando el dinero no es problema a la hora de hace regalos, la propuesta más extravagante siempre es la que gana. Mark Zuckerberg, cofundador de Facebook y actual CEO de Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, ha decidido regalar a su esposa, Priscilla Chan, una escultura un tanto hortera.

El propio Zuckerberg ha compartido con orgullo su sorprendente regalo en sus redes sociales, publicando fotos del impresionante retrato junto a su mujer. Se trata de una escultura de dos metros de altura, aparentemente hecha de acero y cobre. En esta pieza, Chan aparece con la piel de color turquesa y vestida con una túnica de acero reflectante.

La escultura se encuentra en el jardín de la casa de la pareja. "Reviviendo la tradición romana de esculpir a tu esposa", comentó el dueño de Meta en su perfil de Instagram, haciendo referencia a la antigua tradición de homenajear a la mujer de uno con una estatua. Y es que el empresario es un fiel seguidor de la cultura de la Antigua Roma.

Diferentes reacciones

La obra ha sido creada por Daniel Arsham, un destacado artista estadounidense nacido en 1980, que ha ganado popularidad entre las celebridades. Arsham, cuyo estilo es una mezcla de arqueología y cultura pop, es conocido por sus esculturas que parecen deterioradas por el paso del tiempo, o por sus recreaciones de iconos pop con un aspecto desgastado.

Sin embargo, la reacción de los seguidores del magnate en las redes sociales fue variada. Mientras algunos usuarios compararon la escultura con un personaje de Terminator, otros aseguran que parece salida de la película Avatar. A pesar de las críticas, la propia Priscilla Chan se encuentra feliz con su regalo: "¡Cuanto más de mí, mejor!".